Texto bíblico: Juan 14:6-12 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí..
Introducción:
En un mensaje cristiano anterior compartía el tema “Reflejando a Cristo en nuestras Vidas”, fue abordado de manera general, pero en esta ocasión les compartiré algunos aspectos de la personalidad de nuestro Señor Jesucristo, al relacionarse con los hombres, enseñándola como estilo de vida práctica a sus discípulos y ahora a nosotros su iglesia, para que vivamos bajo ese modelo.
Jesucristo, al relacionarse con todo tipo de personas; impactó sus vidas a tal punto que muchos cambiaron para siempre, transformó a pobres y ricos; el caso de Pedro que era un pescador, viendo las obras de Jesús, cayó de rodillas, era apresurado para hablar, de carácter impulsivo, como actuamos muchos, pero fue confrontada su debilidad en la prueba, cuando el gallo cantó, el lloró amargamente, Mateo 26:33-34, 69-75, después de reconocer su debilidad fue una nueva persona, el maestro Nicodemo un principal entre los judíos, miembro del sanedrín; una persona influyente, es decir miembro de la corte Juan 3:1, Levy un publicano transformado en Mateo, el rico José de Arimatea, que tomó el cuerpo de Jesucristo, y lo puso en su sepulcro nuevo, la transformación del apóstol Pablo, igualmente sanó a muchos enfermos, marginados y desahuciados como la mujer del flujo de sangre, otro calificativo que los Judíos utilizaban para los no religiosos eran los pecadores, a como era usted y yo; esta clase de personas era mal vista por la sociedad y eran marginadas, ¿se imagina que esta fuera nuestra situación actual?, Jesús tiene una respuesta para cada una de nuestras necesidades.
Jesús llevaba a toda esta gente las buenas nuevas de salvación; el Reino de Dios, disponible gratuitamente para toda la humanidad, el no vino a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento y esto es dar un giro de 360 grados a nuestra vida pasada, porque inicia una nueva vida, somos nuevas creaturas en Cristo Jesús, toda nuestra vida de pecado ha sido borrada por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo, y en agradecimiento debemos obedecerle.
Hablándoles el Señor Jesucristo a sus discípulos para prepararlos y mostrarles el camino hacia Dios, les dice: v6Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. v7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Jesús, es el único camino al padre y si le conocemos debemos hacer lo que El hacía, recordemos que somos ciudadanos del reino de los cielos, porque hemos sido trasladados del reino de las tinieblas hacia el reino de su hijo, digo esto porque a veces no nos comportamos como verdaderos hijos de Dios, y por eso no bendecimos a otros con nuestro testimonio, la gente no puede ver salvación en nuestras vidas, y Jesús decía, si me ven a mí ven al Padre.
De la manera a como nos comportemos con nuestro prójimo así reflejamos a Cristo en nosotros. Hace un tiempo tuve la oportunidad de ver a un hermano que habló ásperamente a su esposa y me incomodó esa actitud, provocándome un sentimiento de pesar hacia la hermana, pero ella con una dulzura le dijo no amor, no es así, y el insistía y ella calló solamente, ¡Ups!
Para mí esto fue una gran enseñanza, a pesar de leer las escrituras, recibir predicas cristianas, estudios bíblicos y el haber escuchado mensajes cristianos de sana doctrina, aún no habían hablado profundamente a mi interior. La conducta de mi hermana redarguyó mi corazón y me propuse a cambiar en este aspecto. Por eso es que traigo a reflexión el cambio de nuestras vidas en Cristo, esta es la actitud correcta de un siervo de Dios, sin distinción de sexo, que con su ejemplo transforme vidas.
Otro enseñanza de Jesucristo son sus palabras, v10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Cuidemos lo que hablamos, y como lo decimos, recordemos que nuestras palabras salen del corazón, ¡Ah! ¿Qué tenemos guardado ahí?, cuando somos expuestos a situaciones desagradables, es donde verdaderamente demostramos lo que mora dentro de nosotros, aquí brota de nuestra boca el fruto del espíritu o las malas palabras, las asperezas, etc.
Nuestros palabras tienen poder para dar vida o muerte, lo dice Proverbios 18:21, ellas son como una semilla que da frutos buenos frutos o malos frutos, el efecto que nuestras palabras pueden transformar vidas para bien o destruirlas con una simple frase “no servís para nada”, a veces hasta la decimos a nuestros hijos, y dejamos esta huella en ellos, etc. Otra mala actitud que debemos eliminar como cristianos es el chisme, Prov. 11:13, esto aún persiste en muchos, es muy destructivo que hasta congregaciones enteras se han dividido, no nos percatamos que nuestro adversario gana ventaja en esto.
Otros tenemos la costumbre de ser inconforme, murmuramos de todo, siempre hay una crítica, hay algunos que no trabajan en la obra de Dios, pero sí critica a su hermano. Jesús confrontó a la gente y le hizo ver su pecado y el que oía su palabra era transformado, si quiero contribuir para mejorar algo que según mi razonamiento alguien lo está haciendo mal, no logro nada con expresárselo a la persona incorrecta, porque no me ayudara a solucionar el problema que observo, o simplemente algo que no es de mí agrado, como Cristianos no participemos en escuchar este tipo de comentarios a hermanos o amigos aprobando su conducta, aconsejemos con lo que nos enseña la palabra de Dios, es ponerse de acuerdo con su hermano o reconocer que fallé y pedirle perdón, esta actitud es sabia y demostraremos que somos personas diferentes; Cristianos transformados que no se entrometen en asuntos ajenos o que no son de provecho.
Jesús también nos dio ejemplo con sus obras v12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también. Que precioso es saber que Dios, por su gracia infinita repartió a cada uno de sus hijos dones para provecho personal y para que obremos en favor de nuestro prójimo, con sanidades, evangelizando, llevando mensajes cristianos, sirviendo, haciendo misericordia, etc.
Conclusión:
Para finalizar queridos hermanos, es cierto que Dios ha bendecido a algunos con un carácter alegre, otros por circunstancias de la vida han sido amargados, enojones, pero definitivamente El Cristiano, debe reflejar el fruto del espíritu, no los tipos de carácter que clasifica el hombre natural como carismático, colérico, etc.
Algunos dicen es que así es mi carácter hermano, ¡¡NO!!, el cristiano nacido de nuevo produce fruto del espíritu, que es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, somos libres de expresarlos en toda nuestra manera de vivir y no tenemos ley que lo impida.
La transformación de nuestra vida solo es posible con la ayuda del Espíritu Santo que mora en nosotros, mediante estudios bíblicos de la palabra de Dios, mensajes cristianos, así como una vida devocional diaria con Dios.
Examinémonos si verdaderamente conocemos a Jesucristo, que no es lo mismo tener muchos años de haberle recibido, nuestra manera de vivir la vida cristiana revela si verdaderamente le conocemos, y le conocemos si vivimos conforme a los mandatos divinos, con temor reverente, así mismo recordemos que en nuestra vida presente primero somos cristianos, luego ciudadanos de este mundo, hemos sido salvos para servir de bendición a la gente, no seamos indiferentes somos colaboradores de la obra de Dios, es necesario que reconozcamos el don que Dios nos ha dado para que obre a través de nosotros por medio de su santo y bendito espíritu.