Servicio

Proverbios 3:9-13

Agradar: Complacer, contentar, gustar. Sentir agrado. Muchas personas piensan que pueden agradar a Dios con algunos ritos como (golpes con látigos, clavándose en una cruz, dando su vida a la esclavitud, gastando tantísimo dinero por agradar al hombre). La actitud de un genuino hijo deDios es que le agrada a su Señor en:

I. La honra Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos

a. Debemos de honrar a Dios con nuestros bienes. Todo lo que tenemos le pertenece y nosotros no somos más que mayordomos.

b. Responsables de la administración.

c. Los israelitas daban lo primero de sus cosechas, vino, trigo (Lev. 23:10; Números 18:12-13).

d. Primicias se refiere a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de la cosecha (Deuteronomio 26.9–11).

e. Muchas personas le dan a Dios las sobras. Si pueden donar algo, lo hacen. Muchos quizás sean sinceros y contribuyan con agrado, pero su actitud, sin embargo, indica lo contrario.

f. Es mejor dar a Dios la primera parte de nuestras entradas. Esto demuestra que Dios, no las posesiones, tienen el primer lugar en nuestra vida y que nuestros recursos pertenecen a Él (solo somos administradores de los recursos de Dios).

g. Dar primero a Dios nos ayuda a conquistar la ambición, administrar debidamente los recursos de Dios y nos abre la puerta para recibir sus bendiciones especiales.

II. La obediencia Job 5:17

a. No menosprecies… ni te fatigues: Significa, no rechaces ni te apartes. La corrección de Dios, por dura que sea, prueba su amor e interés por los seres humanos.

b. El cristiano debe de someterse a la disciplina de Dios.

c. En otros lugares la disciplina se toma como maltrato, regaños, pero en realidad conlleva todo lo relacionado con la educación del niño o sea instrucción, consejo, ánimo, Corrección y castigo.

d. La disciplina es una prueba de amor, no de enojo, y la corrección es hijo de que se es hijo.

e. Para muchas personas, castigo tiene una connotación negativa debido a que algunos de los que los aplican no son moderados. Dios, sin embargo, es la fuente del amor. No nos castiga porque disfrute hacernos sufrir, sino porque está muy preocupado por nuestra madurez. Sabe que para lograr ser moralmente fuertes y buenos, debemos aprender la diferencia entre el bien y el mal. Su amorosa disciplina nos permite hacerlo.

III. Resultados de lo que agrada a Dios.

10, 12 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. Porque Jehová al que ama castiga, Apoc 3:19 Como el padre al hijo a quien quiere. Heb- 12:5-6

a. Dios les promete derramar más bendiciones de la que pueden albergar (Mal.3:10; Deum. 28:8,12)

b. Es difícil saber cuándo Dios nos ha estado disciplinando, hasta que más tarde volvemos a mirar la situación pasada.

c. Por supuesto, no todas las cosas malas que nos suceden provienen de Dios directamente. Pero si nos rebelamos en contra de Dios y nos negamos a arrepentirnos cuando Él identifica algún pecado en nuestra vida, es posible que Dios use la culpabilidad, las crisis y las malas experiencias para llevarnos de nuevo a Él. A veces, sin embargo, los tiempos difíciles surgen cuando no hay algún pecado flagrante en nuestra vida. Entonces nuestra respuesta debe ser paciencia, integridad y confianza de que Dios nos mostrará qué hacer.

Conclusión:

Agrademos a Dios en todo lo que hacemos. El cristiano debe de honrar a su Señor en todo.

Para mí esto fue una gran enseñanza, a pesar de leer las escrituras, recibir predicas cristianas, estudios bíblicos y el haber escuchado mensajes cristianos de sana doctrina, aún no habían hablado profundamente a mi interior.  La conducta de mi hermana redarguyó mi corazón y me propuse a cambiar en este aspecto.  Por eso es que traigo a reflexión el cambio de nuestras vidas  en Cristo, esta es la actitud correcta de un siervo  de Dios, sin distinción de sexo,  que con su ejemplo transforme  vidas.

Otro enseñanza de Jesucristo son sus palabras,  v10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Cuidemos lo que hablamos, y como lo decimos, recordemos que nuestras palabras salen del corazón, ¡Ah!  ¿Qué tenemos guardado ahí?, cuando somos expuestos a situaciones desagradables, es donde verdaderamente demostramos lo que mora dentro de nosotros, aquí brota de nuestra boca el fruto del espíritu o las malas palabras, las asperezas, etc.

Nuestros palabras tienen poder para dar  vida o muerte, lo dice Proverbios 18:21, ellas son como una semilla que da frutos buenos frutos o malos frutos, el efecto que nuestras palabras pueden transformar vidas para bien o destruirlas con una simple frase “no servís para nada”, a veces hasta la decimos a nuestros hijos, y dejamos esta huella en ellos, etc.  Otra mala actitud que debemos eliminar como cristianos es  el chisme, Prov. 11:13, esto aún persiste en muchos, es muy destructivo que hasta congregaciones enteras se han dividido, no nos percatamos que nuestro adversario gana ventaja en esto.

Otros  tenemos la costumbre de ser inconforme,  murmuramos de todo, siempre hay una crítica, hay algunos que no trabajan en la obra de Dios, pero sí critica a su hermano. Jesús confrontó a la gente y le hizo ver su pecado  y el que oía su palabra era transformado, si quiero contribuir para mejorar  algo que según  mi razonamiento alguien lo está haciendo mal, no logro nada con expresárselo a la persona incorrecta, porque no me ayudara a solucionar el problema que observo, o simplemente algo que no es de mí agrado, como Cristianos no participemos en  escuchar este tipo de comentarios a hermanos o amigos aprobando su conducta, aconsejemos con lo que nos enseña la palabra de Dios, es ponerse de acuerdo con su hermano o reconocer que fallé y pedirle perdón, esta actitud  es sabia y demostraremos que somos personas diferentes; Cristianos transformados que no se entrometen  en asuntos ajenos o que no son de provecho.

Jesús también nos dio ejemplo con sus obras v12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará  también.  Que precioso es saber que Dios, por su gracia infinita repartió a cada uno de sus hijos dones para provecho personal y para que obremos en favor de nuestro prójimo, con sanidades, evangelizando, llevando mensajes cristianos, sirviendo, haciendo misericordia, etc.

Conclusión:

Para finalizar queridos hermanos, es cierto que Dios ha bendecido a algunos con un carácter alegre, otros por circunstancias de la vida han sido amargados, enojones, pero definitivamente El Cristiano, debe reflejar el fruto del espíritu, no los tipos de carácter que clasifica el hombre natural como carismático, colérico, etc.

Algunos dicen es que así es mi carácter hermano, ¡¡NO!!, el cristiano nacido de nuevo produce fruto del espíritu, que es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, somos libres de expresarlos en toda nuestra manera de vivir  y  no tenemos  ley que lo impida.

La transformación de nuestra vida solo es posible con la ayuda del Espíritu Santo que mora en nosotros, mediante estudios bíblicos de la palabra de Dios, mensajes cristianos, así como  una vida devocional diaria con Dios.

Examinémonos si verdaderamente conocemos a Jesucristo, que no es lo mismo tener muchos años de haberle recibido, nuestra manera de vivir la vida cristiana revela si verdaderamente le conocemos, y le conocemos si vivimos  conforme a los mandatos divinos, con temor reverente, así mismo recordemos que en nuestra vida presente primero somos cristianos, luego ciudadanos de este mundo, hemos sido salvos para  servir de bendición a la gente, no seamos indiferentes somos colaboradores de la obra de Dios, es necesario que reconozcamos el don que Dios nos ha dado para que obre a través de nosotros por medio de su santo y bendito espíritu.