Dichos difíciles – Mensajes Cristianos

Predicas Cristianas | Sermones Cristianos

Lucas 9:51-62

La época del verano representa para muchas personas salir de viaje. Y salir de viaje por lo general requiere algún tipo de preparación. Planificamos las fechas que vamos a estar fuera y en base a ello, nos hacemos de un equipaje apropiado considerando el lugar a donde vamos, la temperatura, el dinero que vamos a necesitar, etc. Mientras mas largo el viaje más preparación requiere. Y en esto incluimos la preparación emocional. Porque si usted, por ejemplo le teme a los aviones, o a los barcos tiene un grave problema.

La preparación también tiene que incluir el equiparnos interiormente para enfrentar esto que tanto atemorizamos. Yo estoy seguro que muchos de nosotros esperamos el día en que podamos trasladarnos de una lugar a otro sin tener que montarnos en un avión, pero mientras ese momento llegue si queremos no tenemos muchas opciones.

Lucas en su evangelio de alguna manera nos deja saber que Jesús se estaba preparando para hacer un largo viaje junto a sus discípulos. Pero este sería un viaje singular. De hecho estamos hablando de un viaje de ida que contempla muy poco la posibilidad de regresar a la casa paterna o al pueblo del cual se es oriundo.

Nos tomaremos aproximadamente unos 10 capítulos del evangelio antes de llegar a nuestro destino. Dice el texto que Jesús “afirmó su rostro para ir a Jerusalén”. En otras palabras, lo que esto significa es que Jesús se estaba preparando para un viaje no muy placentero en el que encontraría conflictos, confrontaciones y la muerte. Como seres humanos nosotros también hemos, en algún momento de nuestras vidas, afirmado nuestro rostro para ir hasta algún destino de este tipo. El evangelio nos esta invitando en esta mañana a tomar solo lo necesario para seguir hasta la meta que la vida misma nos propone.

A pesar de que en muchas ocasiones debemos caminar hasta el corazón mismo del conflicto, del dolor y la desesperación de ninguna manera debemos entender que estamos solos y solas, Jesucristo nos ofrece desde el mismo inicio de nuestra empresa la total seguridad de su compañía y su protección. Sin embargo para lograr tan grande proyecto los discípulos debían soltar todo el exceso de equipaje que llevaban sobre sus hombros. Y aquí es donde las cosas se ponen un poco más exigentes. Porque es cuando Jesús les deja saber cómo y qué cosas son las que deben llevar en su equipaje. Hay personas que si las líneas aéreas se lo permitieras se llevarían hasta el juego de sala de la casa. Sobre todo, no se ha dado cuenta de lo exagerado que somos los puertorriqueños en cuanto al equipaje. Oiga ‘siempre hay algo que vamos a necesitar’.

La ultima vez que fui a Orlando, Fl. uno veía a los extranjeros tomando sus equipajes livianos y bien sofisticados…sacaban su maletita del tamaño de una caja de zapatos con rueda y ya…en cambio que contraste a nosotros!. La señora de al lado parecía que había desmontado “un monumento” y se lo había llevado en varias cajas de cartón!. La psicóloga clínica, Judith Sills escribió un libro que ha sido traducido al español bajo el título: exceso de equipaje. Lo extraordinario del libro es que nos ofrece de manera muy una asertiva o sea incisiva, una especie de auto-confrontación con aquellos obstáculos psicológicos que hacen de nuestra vida algo más difícil de lo que debería ser.

En su muy interesante primer capítulo, titulado: libérese de usted mismo, la doctora Sills nos dice: “el equipaje es una carga. Es aquello que nos mantiene encadenados, y mientras no podamos librarnos de él, todo intento de ser felices es infructuoso.” Ella explica que en ocasiones este peso es impuesto por la sociedad, pero el verdadero exceso de equipaje son las cargas auto-impuestas de las cuales no nos damos cuenta. En una definición breve dice: “el exceso de equipaje son todas aquellas cosas que no podemos ver de nosotros mismos y que nos obstaculizan en el camino.” Finalmente la autora nos dice que la mayoría de los obstáculos que levantamos a lo largo del camino corresponde a una o mas de las siguientes categorías:

* la necesidad de tener la razón
* el sentimiento de superioridad
* el temor al rechazo
* la necesidad de teatralizar o dramatizar
* la necesidad de alimentar la ira Quizás en algún momento en otro sermón, iremos sobre ellas.

Sin embargo lo que me sorprende al respecto es la extraordinaria sensatez y sabiduría que encontramos en la persona de Jesús mucho antes del surgimiento de los estudios científicos. Jesús precisamente le esta diciendo los suyos que para poder ir en pos de Él es necesario despojarse de todo exceso de equipaje. Y este proceso no es nada fácil porque requiere una disponibilidad para escuchar, recibir y aceptar como de buena fe las duras críticas que Jesús tenía que hacerles. Por que de una cosa estamos de acuerdo con la doctora Sills, y es que es más difícil derribar nuestras debilidades, nuestras fallas y nuestros defectos que lo que le tomó a David derribar al gigante Goliath. No en balde a este texto se le ha llamado desde sus inicios los dichos dificiles de Jesús. Y es que en cada viaje que hacemos en la vida, ya sea real o metafóricamente hablando debemos tomar decisiones. Decisiones respecto a los demás, a Dios y a nosotros mismos que son las más difíciles.

A veces no tenemos mucho dinero y tenemos que suspender el viaje a Disney y buscar alternativas mas económicas, o visitar este año a un familiar que vive en NY y el que viene vamos para Chicago, pero no a ambos a la vez. De igual forma Jesús hace una invitación a considerar que el Reino de los cielos, debe ser nuestra prioridad máxima. En palabras bíblicos: “mas buscad el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas vendrán por añadidura”. En primer lugar (v.57) uno le dice: “Señor te seguiré a dondequiera que vayas”; y “Jesús le responde: las zorras tienen guaridas y las aves de los cielos sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza”.

Considerando las palabras de Jesús vemos dos cosas, en primer lugar que Jesús no es un Mesías del tipo que el pueblo de Israel esperaba. La segunda esta un poco escondida, permítame explicarles por qué. Hoy día todos sabemos la asociación que existe entre algunas aves o animales y las naciones del mundo: por ej. EE.UU y el águila; Inglaterra y el león; China y el dragón; Rusia y el oso. En el mundo antiguo del primer siglo a los gentiles incluyendo a Roma se le conocía como las “aves de los cielos” y los ciudadanos de la ciudad Amonita eran llamados las Zorras.

Considere entonces las palabras de Jesús: “las zorras tienen guaridas y las aves de los cielos sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza”.

En otras palabras, todo el mundo en Israel tiene su hogar excepto aquel que es el verdadero Israel, los poderosos tienen sus palacios pero el ungido rey de Dios no tiene cama donde dormir. Jesús le esta diciendo a aquel: ¿estás seguro de lo que dices? En verdad quieres unirte a la oposición, a los oprimidos a los que son perseguidos y no tienen donde dormir. Una gran pregunta que invita a reflexionar acerca de cuánto estamos dispuestos a pagar por el Reino de los cielos. Jesús le esta pidiendo que suelte el exceso de peso que le crean los lujos y las vanidades de la vida. El costo del Reino es muy alto como para desperdiciarlo en cosas que solo empobrecen al que las tiene. El verdadero valor de la vida se encuentra cuando no tenemos nada, por que si logramos ser felices en la escasez entonces cuando llegue la abundancia nuestra felicidad no dependerá excepto del amor de Dios.

Al otro cuando Jesús lo llama le responde, Señor déjame que vaya primero y entierre a mi padre, a lo que Jesús responde “deja que los muertos entierren a sus muertos, pero tú vete a anunciar el Reino de los cielos” Sin explicación, las palabras de Jesús parecen ser crueles e insensibles. A la petición de enterrar a su padre, Jesús le responde que no. La frase “enterrar a los padre” en la antigüedad se refería a la obligación sagrada de quedarse en el hogar hasta que sus padres murieran. Podían pasar años, décadas antes que esto sucediera.

Lo que aquel hombre le estaba solicitando a Jesús era cumplir con las expectativas de su comunidad y la presión de sus compañeros y luego le seguiría. Los muertos tendrán que esperar hasta la muerte, pero tu que estas vivo ven y prédica del Reino de los cielos. Con esto Jesús le pide que suelte el peso de las expectativas de los demás. Complacer a los demás no siempre nos hará felices, de hecho la mayoría de las veces esta obsesión puede convertirse en una verdadera atadura. Finalmente uno le dice a Jesús: te seguiré pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa, a lo que Jesús responde: “ninguno que habiendo puesto su mano en el arado, mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios. “. En primer lugar debemos mencionar que la traducción correcta de la frase debe ser: “déjame primero que vaya a casa y pida permiso, luego te seguiré”. Ahora, ¿dónde esta la diferencia?.

En el oriente medio la persona que se hospedaba en algún lugar pedía permiso para irse y el huésped le respondía “adiós” en señal de concederle esto. Ahora, cuando esto sucedía entre padres e hijos la cosa era mucho mas formal. Todos sabían que ningún padre dejaría ir a su hijo con una persona con la fama de ‘loco y desquiciado’ que tenía Jesús. Por lo tanto Jesús esta reclamando en la vida de cada ser humano una autoridad mayor a la que han tenido y tienen los padres sobre nuestras vidas.

Jesús bajo ninguna circunstancia acepta el segundo lugar en nuestras vidas. En tu vida y en la mía no debe haber una autoridad mayor que la de Jesús. Como hemos visto todos de alguna manera estamos en un viaje hacia algún destino en la vida. Jesús no quiere ser áspero ni mucho menos poco realista. Jesús honestamente nos habla sobre las demandas, el costo y tipo de compromiso que debemos tener. Él sabe lo difícil que es dejar a un lado aquellas cosas, costumbres y vicios para seguir adelante. Pero deberíamos preguntarnos si vale la pena el pagar el precio de nuestra libertad y de nuestra felicidad. Dejemos a un lado todo el exceso de peso, dejémoslo aquí ante su presencia y pongamos nuestra mirada fija en Jesús, la fuente de nuestra salvación que esta en búsqueda de hombres y mujeres dispuestos a dejarlo todo, pues en última instancia-si tenemos  a Cristo lo tenemos todo. Amen.

Y cuantos cristianos han endurecido sus mentes por no comprender que toda la gloria del pasado es transitoria, pasajera como la manifestación de la gloria en el rostro de Moisés; cuantos hay que se niegan a reconocer que deben avanzar hacia los nuevos horizontes y servicios que el Señor les presenta; cuantos se niegan a avanzar aún conociendo la dirección que el Espíritu les marca, sabiendo que allí les espera la bendición y la culminación de la obra de Dios en sus vidas; sucede que un velo cubre su mente y corazón, el velo de la desobediencia y rebeldía.

“Y aun hasta el día de hoy, ….., el velo está puesto sobre el corazón de ellos.Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará” vs 15-16; es la remoción del velo producida por una verdadera conversión la que brinda la posibilidad de ver y disfrutar la gloria del Señor, es la vivencia del Señor en nuestro interior la que nos vivifica, 1 Corintios 15:45, llevándonos de gloria en gloria y de victoria en victoria pues solo llenos del Espíritu Santo obtendremos el poder necesario para cumplir con nuestra misión en Cristo en su plenitud, Hechos 1:7-8.

Es la conversión, humildad y obediencia la que te permitirá ver la gloria de Dios en tu caminar cristiano, tanto en tu vida terrenal como en tu ministerio o trabajo para el Señor; entonces “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” Colosenses 3:1-4; quita ahora el velo que te impide ser lleno del Espíritu Santo y del poder de Dios, recuerda que eres su templo, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19, y que “donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” para servirle como y donde Él te lleve para que puedas ver su gloria.

CONCLUSIÓN:

Los estudios biblicos y predicas cristianas nos revelan que Moisés debió cubrir su rostro con un velo para que la gloria de Dios que reflejaba no hiciera daño al pueblo, y ese mismo velo es el que cubre los corazones de aquellos que se niegan a dejarse guiar por el Espíritu Santo hacia el lugar correcto, al sitio en donde serán bendecidos y desarrollarán el propósito para ellos establecido por el Señor.

La mente de muchos siervos y siervas del Señor se halla embotada detrás del velo que el enemigo extiende frente a sus ojos para hacerles creer que detrás se encuentra aún la gloria de Dios; Pablo nos dice que quitemos el velo, que dejemos de pensar en la gloria del pasado, ya que ésta, junto con la Ley, se ha agotado en cuanto a su utilidad para dar paso a la gloria manifiesta de nuestro Señor Jesucristo.

Los estudios biblicos y predicas cristianas basadas en la sana doctrina nos demuestran que la gloria pasada debía ser velada, por cuanto el pueblo no tenía capacidad para contemplarla, pero cuando Jesús murió, el velo fue rasgado de arriba abajo y la gloria de Dios se manifestó en plenitud de gracia y amor, y los cristianos pueden ahora ver la gloria sin velo, y esto es lo que les hace cambiar “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” Efesios 4:13-15.

Es tiempo de que los cristianos quitemos el velo de nuestro corazón y de nuestra mente para permitirnos ver a Jesús; es ahora cuando los cristiano s debemos despojarnos “de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” Hebreos 12:1-2.

Ha llegado el tiempo en que los verdaderos hijos de Dios sean obedientes a los mandatos del Señor y dejen de esconderse tras el velo de lo que vieron en el pasado, del anhelo de pertenecer a una multitudinaria congregación, o desarrollar un ministerio solamente en donde haya cientos o miles; es tiempo que hagamos como Pablo, quien “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14.

Es tiempo de quitarnos el velo para ver la verdadera gloria de Dios, caminando hacia nuestro ministerio en la guía del Espíritu Santo, y con nuestra mirada puesta en que “nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” 2 Corintios 3:18.