Condiciones para el Heraldo de Cristo

Predicas Cristianas | Bosquejos para Predicar

Introducción:

Cita de James Black, The Mystery of Preaching, 1924: “Que la mejor predicación es aquella que naturalmente inunda a una mente que está dispuesta a recibir”

Palabras de Gratitud, Bienvenida y Felicitación:

Lectura Bíblica: 1 Corintios 9:24-27 y Oración

Autor: El Espíritu Santo inspirando al Apóstol Pablo.

Fecha: Cerca del año 56 d.C.

Tema y Propósito: Presentar las enseñanzas básicas doctrinales para la Iglesia.

Palabras Claves: “La Cruz, dones, amor, resurrección y pecados sexuales”

Notas Históricas y geográfica:

Corinto: Una de las ciudades mas importantes y comerciales de su época. Contaba con aproximadamente 500,000 habitantes. Era un punto clave entre el tráfico del Oriente y el Occidente. Estaba ubicada en la península del Peloponeso. Era famosa, no solo por el comercio; sino por la expresión, CORINTIANIZAR: Que era la práctica de la prostitución. Allí estaba el altar de la diosa Afrodita (Venus) con aproximadamente unas 1,000 prostitutas que ministraban diariamente.

Estructura y contenido de Corintios:

Parte I: 1-4:21: Problemas y divisiones con líderes.

Parte II: 5.1-13: Caso de disciplina interna suscitado por el incesto (rel. Sexuales entre consanguíneos)

Parte III: 6.1-11: Litigio entre cristianos en los tribunales públicos.

Parte IV: 6.12-7:1-40: Desorden sexual.

Parte V: 8.1-11: Diferencias éticas entre creyentes por comer alimentos ofrecidos a ídolos. 8.1-13: El principio del amor. 9.1-27: El ejemplo personal de Pablo, acredita sus derechos, (vss. 24 esfuerzos para obtener la corona).

Definición del Heraldo:

Gr. Kerux: Sig. Heraldo. Viene de Kerysso que sig. Predicador. Se utiliza mas de 60 veces en el NT. Se refiere al predicador del evangelio, 1Tim 2.7 y 2Tim1.11.

Keruk, es el predicador dando la proclamación. O evangelista, es el que da el mensaje de las buenas nuevas.

Apóstolos, sugiere la relación con aquel, por quien es enviado.

Heraldo: Es una figura de considerable importancia. Es un hombre íntegro y de carácter. Estaba al servicio del Rey o el Estado para hacer las proclamaciones públicas. Llamaban a los competidores.

Heraldo: Publica las verdades inquebrantables del evangelio. No se compromete con la gente ni el mundo. Predica lo que Dios le ha dado. No altera el mensaje.

Heraldo: Tenía un compromiso con su Rey. Estado de dar el mensaje tal como se le había encomendado. Obedecía al Rey y no al pueblo.

I. El Heraldo, es consciente de su ministerio, v 24

1.1 Versiones bíblicas: Sabéis… (Reina Valera) Uds. Saben… (Versión. Popular)
1.2 Dios nos ha llamado a dar las buenas nuevas.
1.3 ¿Hemos confundido nuestro ministerio?

II. El Heraldo, corre con sabiduría, v 24

2.1 Es una persona de compromiso. Tiene algo que hacer en el reino de Dios.
2.2 Es una persona de acción. Trabajamos mucho en lo secular y no en lo espiritual. El cristiano no es pasivo; sino activo. ¿Qué está haciendo?
2.3 Corramos con sabiduría, para llegar. Sabiduría; con entendimiento.

III. El Heraldo, se abstiene de lo dañino, v 25

3.1 Lleva una Dieta, practica y se prepara físicamente. ¿Y espiritualmente?
3.2 Abstención del pecado y tiene dominio propio.
3.3 Somos diferentes, porque nuestro reino no es de este mundo. Nuestra ciudadanía es celestial, sin olvidar el compromiso terrenal.

IV. El Heraldo, pelea para vencer, v 26

4.1 EF. 6.12ss dice contra quienes peleamos.
4.2 Nuestro ataque es directo en lo espiritual. Vaya al tronco o a la raíz.
4.3 Somos más que vencedores.

V. El Heraldo, somete sus facultades al Espíritu Santo, v 27

5.1 El cuerpo y los sentimientos no deben controlar al espíritu.
5.2 Si nos descuidamos, podemos ser eliminados.
5.3 En Gr. Hupopiazo, significa, “Strike one under the eye” (black or blue).

VI. Resumen y conclusión

6.1 Resumen y Oración final. Sigamos sirviendo como Heraldos.

Anécdota: Una anciana está saliendo del templo. Otro miembro le pregunta ¿Ya se terminó el sermón? Ella contestó: Si, el sermón ya terminó pero ahora tengo que practicar su mensaje.

Cuando nos ponemos a examinar la oración de nuestro Señor Jesucristo, algo es muy evidente, y eso es que esta oración viene directa de Su corazón. Jesucristo le estaba hablándole al Padre con un corazón completamente abierto. Tres cosas que son evidentes en esta oración son que nuestras oraciones tienen que ser humildes, perdonadoras, y transportadoras. Jesús no estaba tratando de impresionar al Padre con palabras grandes, Él le estaba hablando con palabras que fueron producidas en su corazón. Examinemos esto: “Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” ¿Que más humilde de esto podemos querer? Jesús tenía el poder de hacer cualquier cosa que él quisiera, Dios se le había dado toda potestad (Mateo 28:17). Pero aquí Él le esta diciendo al Padre, Yo sé que tu me as dado todo el poder y potestad, pero necesito que me guíes para estar seguro de que es tu voluntad la que hago y no la mía. Segundo Él le pide al Padre que perdone nuestras deudas y que perdone a los que nos deben. En otras palabras Él esta diciendo, no solo te pido perdón por mis faltas sino por las faltas de otros en contra mi. Vamos a preguntarnos esto ¿Cuándo fue la última vez que oramos por alguien que no nos cae bien? ¿Cuándo fue la última vez que le pedimos perdón a Dios por otros quienes han cometido ofensas en contra nuestra? Si la respuesta es nunca, o no se puede acordar de la última vez, pues entonces es hora de empezar a hacerlo.

Ya hemos visto los dos puntos de la oración al Padre, siendo humilde y perdonadora, pero seguramente estén todavía pensando en lo que quise decir cuando les dije que tenía que ser transportadora. Déjenme explicarles; cuando le oramos al Padre estamos haciendo lo mismo que hace mi hija cuando llega a la casa y se pone a conversar conmigo. Los estudios biblicos y predicaciones nos enseñan que en ese momento de oración, estamos comunicándonos con el Padre, y ¿donde esta el Padre? “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” Pues en el Reino de los Cielos. Entonces cuando le hablamos a Él, lo tenemos que hacer en el Reino. ¿Cuántos aquí no han sentido una gran paz después de orar? ¿Se han puesto a pensar el por qué se sienten de esa manera? Bueno la respuesta es fácil, la razón es porque estuvimos ante la presencia de nuestro Dios, estuvimos sentados en las piernas de nuestro Dios y Él nos escucho atentamente.

Para concluir. Es hora de abrir una mejor línea de comunicación con Dios. Necesitamos hablar con Él no solo cuando estamos en situaciones apretadas o en dificultades, necesitamos hablar con Él diariamente, tenemos que subirnos en las piernas de nuestro Padre y contarles como nos fue el día. Olvidémonos de palabras extravagantes o de vocabularios extensivos, lo importante es orar de todo corazón.

Ahora mismo vamos a olvidarnos de todo lo que esta a nuestro alrededor, cerremos nuestros ojos, y orémosle todos unidos de corazón. Vamos a darle gracias por todo lo que ha hecho por nuestras vidas y por todo lo que continua haciendo. Alabemos al Dios todo poderoso porque Él es digno de alabanza.

© 1999, Jose R. Hernandez. Todos los derechos reservados.