Predicas Cristianas | Bosquejos para Predicar
Marcos 10:46–52
Introducción:
Esta escena se lleva a cabo en las afueras de Jericó. Esta ciudad esta a unos 25 K M de Jerusalén, Jesús al igual que todos los judíos iban para allá a celebrar la pascua. Así que todas las personas iban a Jerusalén para adorar a Dios como él dijo que debían hacerlo, todas iban excepto Bartimeo, ya que él tenía un impedimento para hacerlo.
Era ley para los Judíos ir a Jerusalén a celebrar ese evento; pero también era normal que a los rabinos cuando hacían un viaje que muchos le acompañaran pues en el camino daban excelente enseñanzas a todos los que le acompañaban. Además con Jesús iban muchos curiosos para ver que pasaba con él cuando llegase al Templo.
Era costumbre en Palestina en tiempos de Jesús, que los parientes colocaran a los ciegos y a todos los que tenían impedimentos físicos en las orillas de las calles, para desearles buen viaje a los viajeros y para recibir limosnas por parte de los que por ahí pasaban. O.T: En esta hora veremos lo que hizo un hombre llamado Bartimeo para estar en el camino con Jesús.
Desarrollo:
I. Bartimeo reconoce la condición en que se encontraba. (V 46).
A. Él era consciente de su estado. Sabe muy bien que en su condición no puede ir con los demás a Jerusalén a adorar a Dios porque:
1) Él no estaba en el camino, sino Junto al camino.
a. Cuando uno esta en el camino lo que queda es caminar, va con una dirección.
b. Junto al camino solo se escucha lo que los demás dicen.
c. La gran mayoría de las personas saben de Jesús solo por lo que han oído de Él.
2) El no podía mantenerse en el camino.
a. ERA CIEGO, estaba junto al camino porque era llevado hasta ahí por sus familiares.
b. La mayoría de las personas dicen conocer a Dios solo por lo que otros dicen o creen.
3) En el templo él no podía entrar.
a. Debido a que en la ley se prohibía que las personas con impedimentos físicos entraran en el templo.
b. La Biblia nos dice que sin santidad nadie verá a Dios. Para ser santo es necesario estar en la casa del único Santo.
B. Bartimeo sabía que él era impotente para ayudarse a sí mismo. (v 46 – 47).
1) Sabía que estaba ahí porque era puesto cada mañana junto al camino.
2) Este hombre ilustra la su situación de la raza humana:
a. El hombre sabe que Jesús vino y murió en una cruz para salvarle.
b. Para limpiarlo del pecado, porque el hombre sabe que es impotente como para salvarse así mismo.
3) Cristo dijo fuera de mi nada podéis hacer, Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
II. Bartimeo recurre al único que podía ayudarle; para eso hizo hace cuatro cosas: (v 47 – 51).
A. Clama a Jesús.
1) Él sabe que es la única oportunidad de su vida, que si Jesús no le libra de esa situación nadie podrá hacerlo.
2) ¿Como clamas tú a Jesús? Sabiendo que es el único que te puede ayudar.
B. No hace caso de la crítica.
1) No le importó lo que la gente le dijo.
2) Él solo quería que Jesús le atendiese.
C. Se deshace de todo lo que le impedía para llegar a Jesús.
1) No solo se deshace de su capa sino que su actitud fue, muy diferente a la del Joven Rico de los v. 17 – 22.
2) El erudito Trenchard dice: “La capa era tan importante para Bartimeo, como las fincas y las casas para el Joven Rico, pero no dudó ni un momento en abandonarla con tal de llegar aprisa a los pies del Señor”.
3) También nosotros debemos despojarnos de todo manto de la autosuficiencia.
a. Heb 12:1b. “Despojémonos de todo peso de pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”.
b. Eso si puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe. Heb 12:2.
c. Pide con fe.
1) Este hombre sabía a quien le estaba pidiendo.
2) Su fe fue el motivo por el cual Jesús se detuvo.
3) Cuando Jesús se fue le dijo, Tú fe te ha sanado.
III. Cuando Bartimeo recibió su vista lo que hizo fue utilizarla inmediatamente V52.
A. La palabra dice que le seguía por el camino.
1) El comentarista Mathew Henry dice: “Quienes reciben la vista espiritual, contemplan la belleza del Señor, que les atrae eficazmente para correr tras él”.
2) Cantares 1:4 dice: “Atráeme; en pos de ti correremos. El Rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y nos alegraremos en ti; nos acordaremos de tus amores más que del vino. Con razón te aman.
3) El Señor no solo quiere que tu le conozcas y que veas su gloria, Él quiere que le sigas con amor.
B. La Bendición de Bartimeo arroja luz en nuestro caminar con Dios.
1) Hay una esperanza para nosotros, que el Señor se fije en nosotros tal y como somos.
2) Cristo se detendrá y le atenderá.
3) Tú vida será totalmente transformada, al igual que la de Bartimeo.
a. Ya no estarás siego espiritualmente.
b. Ya no tendrás que tomar las decisiones de tu vida tu solo.
c. Ahora tu vida se entregará en agradecimiento al que te libertó.
4) Tú contarás con Cristo como guía por el resto de su camino de la vida.
Conclusión:
A. RECAPITULACIÓN: Bartimeo el ciego reconoció su condición, clama a Jesús, No hace caso a la crítica recibe bendición para luego seguir a Jesús.
B. APLICACIÓN: Al igual que Bartimeo usted tal vez haya escuchado de Jesús, pero no le conoce, quizás este junto al camino y necesita adorarle, pero no sabe.
C. APELACIÓN: Usted hoy puede conocer a Jesús y su vida no será igual, quizás usted desea seguir a Cristo, pero piensa que dirá mi familia, mis amigos, que diría el mundo entero.
D. INVITACIÓN: En esta hora yo te invito a venir a recibir a Jesús y juntos clamemos a él por tú problema. Sin importar que piensan los demás, lo único que te debe importar es lo que piensa Dios de ti.
Observemos la respuesta de Dios al profeta Jeremías, después de que Israel volvió a darle la espalda a Dios e inclinarse a los ídolos, leamos en Jeremías 7:16:18: “Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré. 17 ¿No ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.” Leamos también en Mateo 7:6: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” Como ustedes mismos pueden notar, llega un momento en el cuál la situación salió completamente de nuestras manos. Hermanos no se olviden de esto: Dios dará a cada uno lo que su corazón quiera.
Estemos bien atentos nuevamente a estos versículo, tema del mensaje cristiano que estamos llevando hoy, en los cuales se nos dice: “Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” ¡Hermanos que promesa tan hermosa! Pues aquí nos dice el Señor que tendremos de Él lo que deseemos. Pero aquí las preguntas a cuestión serían ¿Qué es lo que quiero del Señor? ¿Le quiero realmente a Él? También les hago hincapié que estos versículos son mal utilizados por sectas mercaderes de la fe, movimientos que promueven la prosperidad. Ellos engañan a la gente diciendo que si oras a Dios que te de riquezas, en razón a éstos versículos, Él no puede negarse y te la dará. Nada está más lejos de la verdad. Pues estos versículos nada tienen que ver con riquezas, ni prosperidad, ni con nuestras necesidades materiales.
Hermanos Dios ya sabe de qué cosas tenemos necesidades, observemos esto en Mateo 6:7-8: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.” Hermanos debemos estar siempre vigilantes, más bien estos versículos nos ayudarán a saber dónde está nuestro corazón, pues La Biblia mismo enseña que donde está nuestro tesoro, estará nuestro corazón. Normalmente nosotros siempre pedimos lo que queremos, y lo que queremos nace en nuestro corazón, y tendremos de Dios lo que nuestro corazón quiera. Hace un momento pedí que meditemos en estas preguntas ¿Qué es lo que quiero del Señor? ¿Le quiero realmente a Él? Entonces pregúntense: -¿Qué busco? -¿Qué pido? Hermanos muchas veces pedimos mal, miremos en las Escrituras en Santiago 4:3: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
Hermanos esto que voy a decir es fuerte, pero es la verdad, pues si pedimos para nuestro deleites y deseos y éstos a su vez están en concordancia a la corriente que rige el mundo, tendríamos que examinar nuestra fe, no en vano las Escrituras dicen que si hemos resucitado con Cristo, debemos buscar las cosas que están arriba; o cómo también lo dice la Palabra en Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Hermanos, éstos versículos ayudaran a darnos cuenta en dónde está nuestro corazón. Amados, debemos estar buscando que su presencia se manifieste en nosotros, que su voluntad se clarifique para nosotros, que su camino esté siempre delante nuestro para marchar por ese camino y con Dios de la mano.
Nosotros, como verdaderos hijos de Dios, debemos estar anhelando su camino, y aún más, su compañía, y obtendremos de Él la promesa que aquí se lee: “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” ¡No nos dejemos alejar de la presencia de Dios! ¡No creamos la mentira del enemigo que Dios no está con nosotros! Tengamos en mente siempre éste versículo en Hebreos 6:10: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.” Hermanos andemos en el camino que Dios ha puesto delante de nosotros, no pretendamos andar en nuestros propios pensamientos. Sino más bien confiemos en andar en sus caminos, sus caminos son mucho más altos que los nuestros. Veamos esto en su Palabra, Isaías 55:8-9: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Hermanos, La Biblia indica que nuestros caminos tienen un fin común, pues todas las personas aunque anden en sus propios caminos, y éstos a su vez sean muy distintos los unos de los otros, es claro que todos tienen un mismo fin, y es la destrucción eterna. Así que insto en el amor de Dios, que cada uno de ustedes dejen sus caminos, y caminen con Dios, pues sus caminos sí son justos.
Para concluir. Inclinemos nuestros oídos a esta gran verdad y dispongamos nuestros corazones, leamos en Isaías 55:7: que nos dice “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” También leamos en 1 Reyes 3:14: “Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.” Ahora un poco más adelante en 1 Reyes 11:38: “Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.”
Ahora vayamos a Salmos 81:13: “!!Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! 14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios.” Vayamos más adelante en Hechos 3:19: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.” Y ahora en Marcos 1:15: “…El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.” ¿Pueden ver el punto principal aquí?
Ya se los había mencionado, que es dejar cada cuál su propio camino, y andar en el camino de Dios con Él. Como también le había dicho que en los versículos del mensaje de hoy, podemos hallar un examen para comprobar dónde se encuentra nuestro corazón, dónde nos encontramos nosotros, preguntémonos: -¿Le estoy buscando a Él? Hermanos si el anhelo de nuestro corazón, es más de Él, pueden descansar en esta promesa: “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Amados, al buscar su presencia y el andar en su perfecta voluntad, Dios contestará nuestras oraciones, veamos en 1 Juan 5:13-15 para confirmar leamos “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
Con esta pregunta terminamos: ¿Busco el camino de Dios, y su compañía?