Biblia

Mayordomía pactual

Mayordomía pactual

Génesis 1:24-31

“Y dijo Dios: «¡Que produzca la tierra seres vivientes: animales domésticos, animales salvajes, y reptiles, según su especie!» Y sucedió así. 25 Dios hizo los animales domésticos, los animales salvajes, y todos los reptiles, según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno, 26 y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» 27 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, 28 y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» 29 También les dijo: «Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto les servirá de alimento. 30 Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se arrastran por la tierra.» Y así sucedió. 31 Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno. Y vino la noche, y llegó la mañana: ése fue el sexto día “

Iniciamos el año 2011 con una nueva serie de sermones que hemos titulado “Mayordomía Pactual” Creemos y afirmamos que somos la Iglesia del Pacto, Dios en su misericordia ha establecido con su pueblo una pacto de gracia y todas las Sagradas Escrituras dan testimonio de él y por lo tanto, “El Pacto” es el marco en donde se desarrolla la relación entre Dios y el hombre, así que la mayordomía cristiana, es decir, la administración de todas las cosas que son de Dios tiene que tener como marco de referencia la doctrina del pacto. No podemos abordar la una sin considerar la otra y el mejor punto de arranca es el relato de la creación. Si usted lee cuidadosamente todo el capitulo 1 vera que en el proceso creativo Dios afirma que “todo era bueno en gran manera”, pero al terminar su obra en el sexto día afirma “consideró que era muy bueno” En el sexto día de la creación vemos como Dios creó a los animales y al hombre dándole a este una distinción especial, única y personal, lo hizo a “imagen y semejanza de Dios” y por lo tanto, lo dejo a cargo de toda su creación. “El significado del pasaje evidentemente es que el hombre fue creado parecido a Dios en algunos aspectos importantes “. En esta sección del sexto día de la creación nos interesan los versos 27 al 29 porque representan lo que muchos teólogos han llamado “El Mandato Cultural”. ¿Por qué le llaman el “mandato cultural”? Es muy claro que parte del plan original de Dios es que toda la creación rinda adoración a Dios en cada una de sus manifestaciones y que nuestra tarea era dirigir a la creación para que esto fuera posible. Al caer el hombre en pecado, la creación misma cayó con él y por lo tanto, en lugar de hacer que la creación le rindiera adoración a Dios nuestro pecado nos ha llevado a adorarnos a nosotros mismos y adorador todo lo creado, sin darle a Dios merito alguno. Pero ahora, en Cristo hemos sido redimidos y este mandato sigue vigente para todas nuestras relaciones con la creación misma.

Siendo que en Cristo hemos sido restaurados a la imagen de él, nosotros debemos ser administradores pactuales de su gracia en la creación.

Ser administradores pactuales de Dios en la creación implica:

1. Reconocer el diseño original. Génesis 1:26ª. “y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza.” Dios nos hizo únicos, nada en la creación de Dios es hecho a “imagen y semejanza” de Dios, así que no podemos compararnos con otra especia de la creación porque esto no es posible desde el punto de vista bíblica. Así que la pregunta es “¿Qué es la imagen de Dios en el hombre? El punto de vista común sobre la imagen de Dios, se relaciona con la moral, lo ético y las habilidades intelectuales, pero una opinión más reciente, basada en la gramática hebrea y el conocimiento del antiguo Cercano Oriente, interpreta esta frase como: «Hagamos al hombre como nuestra semejanza» (en hebreo la preposición se puede traducir como). En tiempos ancestrales, un emperador podía dar la orden de alzar estatuas de sí mismo hasta el lugar más remoto de su imperio, así se sabría que esa área estaba bajo su poder y gobierno. Así, Dios situó al ser humano como símbolo de sí mismo en la tierra para representar su Reino”.

Sin embargo, a causa del pecado no podemos reconocer que estamos en este mundo para administrar y gobernar la creación de Dios y hemos explorado a este misma con consecuencias desastrosas para nosotros y nuestros hijos, no tenemos control ni siquiera de nosotros mismos, pero aun así, aunque oscurecida esta imagen y semejanza está ahí. Ahora bien, Cristo vino a restaurar en nosotros la imagen misma de Dios y por lo tanto, ahora siendo lavados en la sangre del cordero podemos reconocer el “diseño original”. “Puesto que Dios es Espíritu (Jn 4.24), en un sentido normal de la palabra, no podría existir «imagen» ni «semejanza» de Él. Aun más, el hacerse imagen o semejanza está estrictamente prohibido, debido a la idolatría (Éx 20.4-6). No nos debemos hacer imágenes de Dios, porque Él ya lo hizo. Nosotros somos su imagen; nosotros somos su semejanza. Esta es la razón por la que Dios valora tanto a la humanidad, porque somos testimonio de su majestad en la tierra. y señoree: Gobernar como virrey de Dios. Así es, la humanidad está para reinar como Dios lo haría (sabia y prudentemente) sobre toda su creación (peces, aves, ganado, y otras cosas). ” ¿Qué implicaciones tiene esto en nuestra mayordomía? Y la respuesta es “todas las implicaciones”, pues mi vida, tiempo, salud, talentos naturales, dones espirituales y finanzas son de Dios y son obsequiadas a nosotros para administrarlas y gobernarlas a fin de que se rindan ante él en adoración, pero de igual manera podríamos hablar de los hijos, el trabajo, las bienes materiales que tenemos. La idea de “mi carro, mi casa, mis hijos” debería desaparecer de nuestros vocabulario, son dones de Dios dados a nosotros para gobernar según sus propósitos.

Siendo que en Cristo hemos sido restaurados a la imagen de él, nosotros debemos ser administradores pactuales de su gracia en la creación.

Ser administradores pactuales de Dios en la creación implica

2. Reconocer el propósito original. Génesis 1:28ª. “y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense” La administración y gobierno que Dios ha dado al hombre, no es algo que este desligado de la comunidad pactual y este verso es un ejemplo maravilloso. Dios le da el mandato al hombre y a la mujer de fructificar y multiplicarse, es decir, esto debe hacer en pareja. La sexualidad y las relaciones interpersonales implícitas (esposo, padres, hijos, etc.) son por lo tanto fruto de esta bendición.

Por favor circule y los bendijo. El sentido de esto es: “La sonrisa de Dios, la calidez de su beneplácito (1.22; 2.3; 9.1; 12.2, 3). Se deleita con lo que ha creado ” Es evidente que Dios ha creado todo para su propia gloria y permite que el hombre administre su creación y esta administración tiene que ser bajo sus términos, no bajo los suyos, es claro que el pecado ha distorsionado esto y que todas las depravaciones sexuales que conocemos y que surgirán por causa del pecado no son el propósito original de Dios. El propósito que el hombre en comunidad, siendo el matrimonio y todo lo que este implica el primer lugar donde debería mostrarse este gobierno de Dios. Que el hombre al reconocer que es imagen y semejanza de Dios y al reconocer su propósito en la tierra, es decir, manifestar y representar a Dios en cada rincón de esta creación con cualquier manifestación. Así que la ciencias y la tecnología deberían tener esta función, sólo un ejemplo: la internet es uno de los inventos más maravillosos del siglo XX, nosotros que no nacimos en la era del ciber espacio podemos admirarnos de esto. En nuestra época era a mano con lápiz y papel, luego las maquinas de escribir, quien tenía una eléctrica era un privilegiado, ahora cualquiera tiene una laptop, no hay que saberle mucho, es simple y con el internet pues las posibilidades son infinitas, pero muchos hoy han caído a causa de la pornografía, el internet para quienes somos redimidos en Cristo debe ser usado como una herramienta para darle la gloria a Dios. El “Sean fructíferos y multiplíquense” implica que las relaciones interpersonales son más importantes y vitales para el cumplimiento de nuestro gobierno en la tierra, somos nosotros quienes podemos y debemos hacerlo, rendir a Dios el conocimiento, las habilidades, las capacidades que hemos recibido al propósito original. ¿Puedo utilizar una cuchara para desatornillar un tornillo? Sí, es posible, pero la cuchara no está diseñada para esa función, así nosotros hemos sido diseñados para gobernar la tierra y hacerlo a través de relaciones en Cristo para que todo a nuestro alrededor sea una oportunidad para seguir y señalar a Cristo.

Siendo que en Cristo hemos sido restaurados a la imagen de él, nosotros debemos ser administradores pactuales de su gracia en la creación.

Ser administradores pactuales de Dios en la creación implica

3. Reconocer la autoridad original. Génesis 1:29 y 29ª. “y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» 29 También les dijo: «Yo les doy de la tierra” Note por favor la progresión y el proceso, aprendemos en Cristo a reconocer nuestro diseño original al ser regenerado y redimidos por su sangre poderosa y entonces estando en Cristo, reconociendo el Evangelio nunca antes, podemos reconocer nuestro propósito y solamente entonces podemos entender que ejercitamos este gobierno y dominio por una autoridad que nos ha sido delgada en Cristo. El mandatado es: “llenen la tierra y sométanla; dominen” y Dios afirma enfáticamente: “Yo les doy de la tierra” “sojuzgadla (Heb. kabash) significa «poner bajo servidumbre». Esta dura expresión se usa muchas veces para conquistas militares (Zac 9.15) y para Dios, que domina nuestras iniquidades (Mi 7.19).

Como un rey se encamina a la guerra para conquistar un territorio, así el Gran Rey dijo a los humanos que dominaran y rigieran la tierra ” Es claro que esta autoridad se has oscurecido con el pecado y ha degenerado no en dominio, sino en exploración de la creación, pero ahora en Cristo nosotros podemos tomar el dominio de la creación y la sociedad. No debemos dudar de las implicaciones ecológicas, sociales, económicas, políticas, etc., que esto tiene, pero antes de todo esto, esta nuestra influencia personal en casa, con el cónyuge, los hijos, los padres y las relaciones primarias en donde nos encontramos. Tenemos que aprender a reconocer que la autoridad no es nuestra, nos ha sido dada en Cristo y por lo tanto, es delegada, no ganada, ni conquistada, sólo somos administradores de su gracia. Así que debemos ser cuidadosos con todos nuestros asuntos, porque constantemente estamos entrenando a nuestros hijos en como nosotros administramos para Dios esta autoridad y cuando nosotros nos vamos con palabras no groseras porque no se necesitan groserías para ofender a alguien, sino palabras duras, criticas y ásperas, eso es lo que estamos enseñando ó cuando decidimos dar una mordida y dejar a un lado la integridad eso es lo que estamos enseñando. Quiero que recuerde, somos llamados por Dos para ejercer autoridad en Cristo. La manera en la educamos, compramos, presupuestamos, decidimos que hacer ó que no hacer debería de manifestar esta autoridad que nos ha sido delegada en Cristo. Pero cuando no reconocemos esta autoridad en Cristo fallamos terriblemente en poner delante de Dios nuestra administración

Conclusiones.

Ser cristiano es reconocerse así mismo como un administrador pactual, es decir, uno que ha sido llamado por Dios para gobernar reconociendo que hemos sido creados bajo un diseño, un propósito y una autoridad original y divina. Así que debemos sin lugar a dudas mostrar a otros este gobierno en nuestras vidas y compartirlo a través de las buenas nuevas del Evangelio de la Gracia, manifestando un cuidado Cristo céntrico en todas las áreas de nuestras vidas, todo nuestro tiempo, salud, talentos, dones espirituales, dinero y posesiones son sólo herramientas e instrumentos que han sido puestos en nuestras manos para que le rinda adoración a Dios y proclamen su grandioso nombre, cuando descuidamos esto vanamente desviamos los recursos de Dios para darle la gloria a otras cosas creadas y no al creador y esto la Biblia lo llama idolatría.

¿Cuántas veces no caemos en actos idolátricos a decir “mío”? Medite por un momento y piense, estoy gobernando mi casa, mi trabajo, mi salud, mi alimentación, mi trato con mis vecinos, amigos, hijos o familiares con la conciencia de que soy un “administrador de Dios”, nuestra decisiones de compras, arreglos, estudios, relaciones están sujetas a estos principios. Deberían estarlo, aquí y ahora es el momento…  Oremos…

Fuente: www.centraldesermones.com