El gran misterio del pesebre
Título: El gran misterio del pesebre
Autor: Justyn Walter, traducido por Loida Somolinos
Tiempo / Personajes: 17 Minutos y 5 Personajes.
Resumen: Cinco animales entran en su granero después de un duro día de trabajo y encuentran a un bebé echado en su pesebre. Pero, ¿quién es él? Y, ¿de dónde viene? ¿Es una conspiración o algo más grande?
PERSONAJES
Oveja
Camello
Burra
Buey
Gallina
ATREZZO
Máscaras de animales, pesebre, un muñeco, abrevadero de agua, etc.
OBRA
PARTE I
(Los animales entran)
Oveja: ¡Uf! ¡Estoy hecha polvo!
Camello: Y aquí termina otro duro día de trabajo.
Burra: Es hora de hincarle el diente al heno.
Buey: ¡Es hora de comer! Me estoy muriendo de hambre.
Gallina: Tengo tanta hambre que me podría comer un caballo.
Burra: ¡Eh! Ni en broma.
Oveja: Oye, me han contado que has traído una pareja de humanos hasta aquí. ¿Qué te apuestas a que estarán ahora bien calentitos en la habitación de su hotel?
Burra: ¿Y a ti qué te importa?
Buey: (Examinando el pesebre). ¡Eh! ¡Compañeros!
Oveja: No, sólo que ellos se quedan con todas las comodidades del mundo mientras que nosotros estamos aquí encerrados en un granero como animales.
Gallina: ¡Somos animales!
Oveja: No me entiendes lo que quiero decir.
Buey: (Poniéndose nervioso) Colegas…
Camello: Es tu típico comentario de “soy demasiado buena para estar en este establo” lo que hace que este país no vaya bien; régimen capitalista, eso es.
Oveja: ¡Exacto! Ya sabéis que los humanos nos han estado esquilando desde hace mucho tiempo delante de nuestras narices.
Buey: (Temblando). Hay alguien en el pesebre.
Burra: ¡Sí, tienes razón! Por una vez me gustaría ver a uno de éstos aquí en una noche fría.
Oveja: Ahora parece que entiendes lo que quiero decir.
Burra: Yo he cargado con esa mujer gorda desde Nazaret hasta aquí y, ¿qué es lo que he ganado yo?
Oveja: Absolutamente nada
Buey: ¿QUIERE ALGUIEN ESCUCHARMEEEEEEE!
(Pausa)
Animales: ¿Qué?
Buey: ¡Hay algo que está encima de nuestra comida!
Animales: ¿Qué?
Burra: Tú siempre ves cosas que no existen.
Buey: De verdad, os lo prometo, está aquí mismo, se deja ver con bastante claridad.
Oveja: A ver… pues tiene razón.
Camello: ¿Quieres decir que es verdad?
Buey: Que alguien mire en el pesebre.
(Se acercan apresuradamente)
Gallina: Parece que sí.
Buey: Tranquilos, que no cunda el pánico.
(Se juntan.)
Burra: ¡Ah! Está muy claro.
Gallina: ¿Qué crees que puede ser?
Camello: ¡Ni siquiera tiene pelo!
Oveja: Esperad a que el resto de inquilinos se entere de esto.
Buey: Quizá sea un cerdito.
Camello: ¿Un cerdo en Israel? Ya puedes limpiarte la boca.
Gallina: Me parece muy bonito.
Burra: ¡Por favor! ¿Hay alguien aquí que tenga una pizquita de cerebro?
Gallina: Eso me ha ofendido.
Burra: Para tu información, cerebro de mosquito, es un bebé, ¡un bebé humano¡ Lo sé porque he cargado muchos sobre mis espaldas.
Buey: ¡Soooooooooo! Para el carro.
Gallina: Machote, no te eches una vaca de novia.
Buey: ¿Qué quieres decir con eso?
Oveja: Chicos, os diré lo que creo. Los humanos nos están enviando un mensaje.
Burra: ¿Un mensaje? ¿Qué tipo de mensaje?
Oveja: Que vivir en confortables casas y acogedores lechos no es suficiente para ellos. ¡Ahora se están instalando en los graneros!
Buey: Es que, ¿ya no respetan nada!
Camello: ¿No conoces el dicho que dice que el césped de tu vecino sabe mejor que el tuyo?
Oveja: No os engañéis, muchachos, es hora de volver a la vida salvaje.
Buey: Pero, si yo estoy domesticado.
Camello: Es otro típico ejemplo en el que las clases dominantes se aprovechan de los pobres obreros.
Gallina: Si tú piensas que eso es malo, espera a oír esto: cada mañana dejo un huevo en mi gallinero pero cada tarde, cuando regreso ¡Puf! Ha desaparecido.
Buey: ¿Estás bromeando?
Gallina: Estoy empezando a creer que hay algo misterioso por aquí.
Burra: ¡Chicos! ¡Chicos! ¿No os dais cuenta de lo que está sucediendo aquí?
Animales: ¿El qué?
Burra: Escuchadme y reflexionad sobre esto: Dos extranjeros, uno de ellos una mujer bastante gorda; la llevo encima a las afueras de la ciudad pero no hay habitación libre en la posada ¿lo veis? La siguiente cosa que descubrimos es un bebé echado en nuestro pesebre.
Animales: ¿Y?
Burra: Creo que alguien está intentando ponernos en peligro.
Buey: ¿Quieres decir que nos están vigilando?
Burra: Eso es exactamente lo que quiero decir.
Gallina: Pero, ¿por qué alguien querría hacer eso?
Burra: Puede ser que alguien quiera al niño fuera de escena ya que puede ser alguien importante.
Gallina: ¿Quieres decir como un rey o un ministro?
Burra: Eso es.
Oveja: Sí, sí, así es. Dejan al niño en el pesebre, en nuestra comida; vienen cinco animales hambrientos después de un duro día de trabajo. ¡Ñam! ¡Ñam! ¿Quién va a distinguir lo que es heno de lo que no lo es? Al final sólo quedan unos cuantos trozos de tela.
Buey: Me estoy poniendo malo.
Burra: Pero han cometido un gran error.
Gallina: ¿Cuál?
Burra: Que todos somos herbívoros.
Gallina: Bueno, yo como gusanos.
Oveja: Oye, si yo fuera tú no se lo diría a mucha gente por ahí.
Camello: ¡Oh! ¡Oh! ¡Mirad! Se ha movido.
(Se quedan mirando al niño. El bebé hace ruido.)
Gallina: Desde luego, si el niño es un rey, éste es un lugar bastante original para nacer.
Buey: Original o no, no puede estar aquí. No puedo comer si alguien me está mirando.
Burra: Entiendo lo que quieres decir, yo tampoco puedo comer si te veo a ti.
Buey: ¿Qué es lo que estás diciendo?
Burra: Que tú vomitas por todas partes, ¡es asqueroso!
Camello: Tiene razón.
Buey: Se llama rumiar. ¡Es lo que hacen las vacas!
Burra: ¡Cuatro estómagos! ¿Crees que podrías guardarte algo para ti allí adentro?
Buey: No creo. Bien, alguien tiene que mover al niño.
Oveja: No me miréis a mí. He oído decir que muerden.
Gallina: Me encantaría saber qué es lo que está haciendo aquí realmente.
Burra: ¿Eres una gallina?
Oveja: No, soy una oveja. Esa es la gallina. Creo que es bastante evidente.
Gallina: Y, ¿tú crees que mi cerebro es como el de un mosquito?
Oveja: Cuatro patas, un vellón de lana…. no es tan difícil.
Buey: Bien, la burra lo trajo aquí, pues que se deshaga de él.
Burra: Hoy he cargado a una mujer muy gorda durante muchos kilómetros, ¡es el turno de otro!
Camello: ¡Por lo que más quieras! Lo haré yo.
Gallina: ¡Cuidado! Pueden notar el miedo.
Camello: ¡Cuchi cuchi!
Bebé: ¡Buahhhhhhhhh!
Gallina: ¡Cuidado! ¡Está adoptando una actitud de ataque!
Buey: Creo que me voy a poner malo.
Camello: ¡Oh, no! Alguien viene.
Oveja: ¡Os dije que no lo tocarais!
Gallina: ¿Es un cerdo?
Burra: No, es la mujer gorda. Chico, ¡cómo ha perdido peso! Debe de haber hecho mucha gimnasia desde que la he dejado. Un momento: hay unos pastores con ella.
Oveja: Eso no me huele bien.
Burra: Y tres tíos en camello.
Camello: ¡Nos tienen rodeados!
Buey: ¿Qué hacemos?
Burra: Escapémonos por la puerta trasera y si alguien pregunta, echémosle la culpa a los cerdos, ¿entendido?
Animales: ¡Sí!
(Los animales salen. Pausa por un momento. La gallina regresa al escenario.)
Gallina: ¡Esperad! Me he dejado el huevo.
(Mira en el gallinero. ¡Anda! ¡El huevo ha desaparecido!)
Gallina: (Al público.) ¡Puf! La cosa se complica. Colegas, esperadme.
PARTE II
(El bebé no está. Entran los animales.)
Camello: ¿Quieres decir que el rey de reyes ha nacido en nuestro establo?
Oveja: Eso es lo que los pastores han dicho.
Camello: El Cristo, el Elegido, el chaval, ¿nació aquí mismo?
Buey: ¿Estuvo durmiendo en nuestro pesebre?
Oveja: ¿Qué puedo decir? El niño tiene clase.
Gallina: Desplúmame y llámame calvo.
Burra: ¡Eh, amigos! ¿Sabéis lo que quiere decir esto, verdad?
(Pausa)
Animales: ¡Que somos famosos!
Buey: ¡Oh! Siento escalofríos por todo el cuerpo.
Oveja: La verdad es que siempre me ha gustado ese niño.
Burra: Y pensar que llevé a su madre todo el camino desde Nazaret. ¿Sabéis qué? Me eligieron a mí entre varios aspirantes aunque no fue tanto un viaje, como un acto de amor.
Buey: Estoy seguro de que desde que el niño estuvo tendido sobre nuestro heno sabe mucho mejor.
Camello: No te puedes comer ese heno ahora. Es como si fuera heno santo o algo así.
Oveja: Pensad en los titulares. Esta historia puede ser grande.
Gallina: ¡Eh! Yo le regalé un huevo. Esto va a pasar a la historia: oro, incienso, mirra y un huevo. Sale como la seda.
Burra: No me puedo creer que el Cristo haya nacido aquí.
Oveja: Pensad en los derechos de publicación.
Burra: Amigos, me gustaría proponer un brindis por el nuevo rey que acaba de nacer.
(Todos se lanzan sobre el abrevadero. Tragan y engullen.)
Animales: ¡Feliz Navidad a todos y buenas noches!
(Pausa)
Oveja: Tengo que llamar a mi agente.
Gallina: Yo también.
Camellos: ¡Oh, fijaos! ¿No es maravilloso? El bebé ha vomitado aquí…
Buey: Estooooo, en fin, fui yo.
Burra: ¡Qué asco, por favor!
(Salen)Esta obra se puede usar libremente pero al autor le gustaría que se le informara de su puesta en escena. Se puede contactar con él en la siguiente dirección electrónica: n Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.