Biblia

LA CONCENTRACION EN DIOS

LA CONCENTRACION EN DIOS

Dios tiene un manto que usa con propósitos muy concretos. Su manto de amor cubre el templo. El saber ganarse a Jesús es
una escuela muy larga. Saber llamar su atención es muy delicado.
Día y noche lo principal es no perder la concentración. Jesús se concentró para hacer la voluntad de Dios Padre. Los cristianos que
viven las emociones y dictámenes del Espíritu Santo son los que se concentran.
 
Los que pierden la concentración entran o caen en hechizos del diablo.
 
Juan 1:17-18
 
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
 
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
 
Cristo es el modelo. Mi alma y mi mente son el atrio y se le requiere máxima concentración.
 
El culto es hecho en el cielo, parece que estamos haciéndolo aquí, terrenalmente, pero donde contabiliza es el lugar de su morada.
Su orden de culto es espiritual, cien por cien. No cabe nada de la carne en el culto espiritual. Alcanzar la madurez de los ungidos es
esfuerzo muy elevado, pero que tiene gran recompensa.
 
Para guardar las cosas que el Señor nos ha dado en nuestro corazón, solo podremos hacerlo bajo concentración.
Cual fue el patrón marcado para un adorador, fue Cristo el modelo levantado. Por Él Espíritu, para que todos puedan mirarle y ser
sanados.
 
Hay lágrimas que salvan y guían a otros, por esto Cristo nuestro modelo viene a traernos consolación. La concentración del rey
Ezequías le llevó, a llorar tanto y de tal forma que Cristo le miró. ¿Quién le conoce? ¿Quién sabe volverse y que Él cambie su
voluntad o determinación? Quiero tener un espíritu de concentración. Escóndeme bajo la sombra de tus alas.
 
Creer sin conciencia no es preciso. El Espíritu Santo ha sido olvidado por miles de creyentes o mejor dicho, cristianos en todo el
mundo. Concienciados de la obra del Espíritu Santo, es lo mejor que podemos aspirar en este tiempo.
 
El Espíritu Santo cuando está en boca de muchos, es como un ministerio de abatimiento, porque no lo disciernen como Deidad que
es. El Espíritu Santo no es algo común. Sino que todo lo que es nacido de Él, lo discierne y le conoce.
 
El ciego Bartimeo, no dejó escapar la oportunidad. Para nosotros el hizo el ridículo pero era necesario hacer ese gesto, y tener
ese impulso para recibir el manto de consolación del sanador.
Para mañana no hay nada, sino lo tomo hoy no llegaré a tiempo.
 
Nuestro clamor puede ser ridículo e inoportuno para todos los demás. Hoy no hay varones que le toquen fuera del protocolo, porque
temen hacer el ridículo ante la sociedad. ¿yo se esperar a la esperanza de Israel?
 
Jesús clamaba en su Espíritu en la cruz, con gran gemido, para que nosotros elevemos nuestro clamor cuando le vemos pasar
con su séquito delante de nosotros.
Los que caminan por el aceite del Espíritu Santo, dejan huella para que otros los imiten. Yo no puedo ser mi propio espejo, porque
de seguro me equivocaré al tomarme medidas.
 
Él ganó el cielo para mí. Mi sanidad desciende de Él. Tu sabes oh Dios cual es mi necesidad más secreta.
A los quebrantados por las enfermedades, toda palabra que sale de la boca de Dios, tiene sabor a inmortalidad.
Cuando caen por su propio peso, las cosas que tenemos por delante. No sabemos entender cuál es la finalidad, de nuestro estado.
Su fidelidad e increíble misericordia harán de nosotros adaptaciones, que seremos capaces de des encriptar lo más difícil.