Hay que tener el nivel adecuado para entender la voz de los profetas. En la congregación debe haber un profeta del presente de Dios, para hablarnos del futuro inmediato.
Circuncisión significa; dolor o herida. Quien no corta con la maldad o no circuncida su corazón, el egocentrismo toma el control y nos destruye.
Lo que podemos purificarnos es lo que nos desarrollamos.
Pablo lleno de gracia, resplandecía delante de sus contemporáneos. Pero aun así Dios no le concedía ser sanado en su propio cuerpo.
Israel fue el comienzo de la historia, pero ahora el presente es de Cristo.
Sin el Espíritu no se puede hacer la obra.
Josué 5: 1-10
Josué preparó (mandado por Dios), cuchillos afilados. Para circuncidar nuestro corazón, hoy tenemos que ser sometidos al cuchillo del calvario.
El que no circuncida su corazón hace la voluntad del diablo, cumpliendo sus deseos.
No podemos vivir siendo descendientes de Adán, sino que hemos nacido de Dios.
Nadie se piense que el acto de circuncidar nuestro corazón sería sin dolor. Tenemos que padecer al obedecer y así ser llenos de Él.
No someterse a la cirugía de Dios, equivale a no entrar en la tierra prometida.
Corazón circuncidado es un corazón que disfruta la vida de Dios.
Circuncidar hoy significa despojarme del “Yo” para que reine Él. Cuando corto el egocentrismo en mí, tengo que sanar mis heridas con su imagen puesta en mí.
Jesús vino a la imagen del Padre y nosotros tenemos que ser conforme al corazón de Dios.
La disciplina es cuestión de temblor y dolor, pero luego a la larga produce gran gozo.
El pastor ha de ser cirujano para separar lo pecaminoso del corazón.
La palabra no es insultante, todo lo contrario sino justa desde el principio hasta el fin.