LA UNIDAD ESPIRITUAL

Cuando decimos que alguien tiene el corazón de Dios o está en consonancia a su corazón, quiere decir que le gobierna el Espíritu Santo. Permanencia espiritual no es mantenerse en las tradiciones, sino seguirle con un corazón rendido e íntegro.
Todo lo que proviene de la observancia es visible pero lo que es muy específico. La unidad del espíritu debe ser sólida, sino es así no hay tal unidad.
 
Que significa este lugar “la congregación” para Dios, que valor tenemos.
Solo los que están en el orden de Dios, cuando vengan las desgracias en cadena se salvarán.
Los necios e ignorantes no mirarán de obedecer.
Los que son espirituales tienen la capacidad para gobernar naves que han entrado en fuertes turbulencias.
Los necios se emocionan con la embriaguez de sus mentes. No necesitan cobertura ya que ellos mismos están sobrados.
El necio dice en su corazón, si te necesito ya te llamaré, ya acudiré a ti. Este le pide a Dios que respete su intimidad.
El espiritual depende al cien por cien del suministro del Espíritu Santo.
 
El Ángel del Señor, se encarga de avisar al siervo puesto al frente de sus congregaciones. Después el siervo se encarga de
aconsejar el misterio de Dios a sus ovejas.
Hay que oír el mensaje con coraje. Hay que creer antes de cruzar el rio, o de iniciar la navegación. Dios está siempre dispuesto a ser hallado, pero hay que hacerlo en el momento apropiado.
Dios le da al pastor, los que le ha concedido, no serán los que él quiera. Su ley no es la nuestra. La justicia de Dios no es semejante a la nuestra.
 
El corazón de Dios en nosotros busca los deseos conforme a su voluntad.
Estar en el mismo barco, es ser del mismo sentir, mismo espíritu, dolor semejante etc…
El pastor tendrá a su lado a los que Dios le ha concedido.
 
Hechos 17:26
 
Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra: y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;
 
Dios no nos dio su sangre para vivificarlo natural, sino para hacernos vivir en Él.
Dios no nos mandó hoy que sigamos a una imagen o a un dios según la carne, sino que sigamos al Dios Espíritu.
Nuestro interior debe quedarse postrado de rodillas ante el autor de nuestra salvación.
 
Mateo 16:1
 
Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.