Todo lo que Dios da, es de mucho valor. A los apreciadores Dios los bendice extra. No es común escuchar que los miembros crecen en sabiduría e inteligencia (todo lo que en si es Cristo). Hay áreas de caídas que uno se restaura por medio del arrepentimiento pero lo que es pecado de maldición, no habrá oportunidad. Para permanecer en Cristo necesitamos la fe de impacto que une o cohesiona. Según la mezcla que disponemos no podremos hacer lo mismo (pegar una baldosa no es lo mismo que echar un fundamento).
La base principal para crecer en el “calcio” divino, es el Amor de Dios. Nos sensibiliza, nos amansa para que no nos odiemos unos a otros.
No hay consuelo cuando estemos mezclando mal los ingredientes de mi fundamento.
Hay una edad espiritual en la que es muy difícil ser atado por la adversidad. Somos cuerpos muy vulnerables, pero cuando estemos en esa “edad espiritual” es más difícil ser hundidos.
En esa edad es fácil olvidarse de todo lo viejo. Los hijos nacidos dentro de un hogar creyente no tienen contaminación externa. Pero estos últimos deben aprenden a arrepentirse desde la circuncisión del corazón.
El hombre modelo de fe en las escrituras, fue Abraham pero sin embargo su mujer no aprendió de su marido y esto le perjudicó en extremo, hasta el punto de que se rió de la promesa del Ángel, además de esto le miente también pues negó otra vez que si se había reído.
La fe de Abraham fue necesaria para que incluso alcanzase a José (cuarta generación desde Abraham). Si Abraham no hubiese sido amigo de Dios, esto habría afectado tan negativamente que no se habría cumplido la promesa de Jehová. Dios siempre moverá a uno mejor que yo.
El Pastor siempre se deja acompañar por aquellos que son de la Fe. Sara no fue generosa con sus criados, sino estaba siempre en conflicto con lo que Dios prometía a su marido.
La fe de Sara era solo de misericordia (la más pequeña) pero la del diácono Esteban, era de la que veía a Dios.
En los cielos no hay ataduras de parentesco. Los celos y las discusiones hacen que pequemos a la hora de analizar nuestra posición allí en Gloria.
Nosotros aquí solo somos un “soplo” no somos más que eso. Este “soplo” puede ser tomado por Él o por el adversario. El Señor bendice especialmente a los que esperan pacientemente la dádiva de Dios.
Muchos vienen a la congregación y escuchan, pero no aprenden. No saben discernir al Espíritu Santo. La revelación es cuando su Gracia se nos manifiesta y nos habla.
El éxtasis de la Revelación es entrar en la Felicidad que el muestra. Obedecer suma, libera, restaura y establece. Naamán, el Sirio, no quería obedecer y estuvo a punto de perder el milagro de Dios.
El éxtasis del profeta y del Apóstol debe estar continuamente conectados con la fuente de inspiración.
Al mirar al Profeta, no debemos fijarnos en lo natural o material, solo la influencia del Profeta me restaurará si me acerco a Jehová. Naamán se burló del profeta pero se lo pensó dos veces y al final cuando obedeció, fue restaurado por completo, de dentro hacia fuera. Dios no reconoce hijos casuales, únicamente los espirituales y los que se han sometido en todas las áreas.
Necesitamos elementos divinos para poder llevar mucho fruto. La constitución Divina está puesta para obedecerla y que nuestro acercamiento a Dios se haga real. En Gloria no habrá sentimientos, ningún dolor se prolongará al lugar de los cielos. Un buen oído es tener el catéter de Dios que alcanza hasta lo más profundo del corazón.
De lo que como y bebo, así será mi cuerpo.
A Abraham no se le reconocen muchas conversaciones con su mujer y es que parecía ser que entre ellos no había mucha comunicación. Si Sara se hubiese enterado de la orden que el Ángel le dio a Abraham, no le habría dejado partir con Isaac.
Cristo necesita el Cuerpo y la Iglesia le pertenece a la cabeza, Job fue consolado cuando el oró por sus amigos y después Dios le restituyó con creces todo lo perdido.
Nadie sabe a ciencia cierta quien vendrá a recoger nuestro último suspiro. La angustia de Job fue llevada al extremo y las mimas cenizas que quedaron de las ruinas de su casa, fueron las que el extendió sobre su cabeza, para el luto. Nadie contradecirá la verdad de la cruz y seguirá vivo. Su Consuelo no vendrá a nosotros antes de tiempo. Es necesario ser estremecidos, para que el consuelo llegue, primero trae su enseñanza, después derrama en la sensibilidad su Consuelo. Por medio de las purificaciones. El hace que estemos cerca. Al entregarse en la adoración sin rituales conseguimos recibir las cosas de arriba. Él llenará el lugar con el mejor vino celestial.
Nosotros somos un pequeño universo. Él ha concentrado su Gloria en sus pequeñitos, aquellos que le ven. En el Reino de los Cielos, no brillaran igualmente todos lo que aquí trabajan. Los que se burlan no segarán casi nada en el día de la cosecha.
Los que no gozan de su Consuelo es porque no han sido aprobados. Dice Pablo: “por la fe entendemos todas las cosas”. La risa de Sara le salió muy cara.
Porque busque la vida fácil en la calle, la Iglesia, mi casa,… en vez de atender la voz de lo que está difícil por alcanzar. Vivir en pecado es sin ningún sacrificio.
Su Amor por mi le costó sangre.
Dios no consuela para que sigamos pecando. También lo hace el Pastor mediante el derramamiento de la revelación.
El Infierno es tan malo, porque allí no habrá ningún tipo de consolación. La segunda muerte es la que no tendrá remedio.
El verdadero Pastor tiene de continuo un afligimiento por las almas que se pierden. Es bueno preguntarse de vez en cuando “que haremos varones” eso es señal de liberación de la muerte. El pecado es cárcel y el alma es la jaula. La Iglesia no es la cabeza, Él es la cabeza.
Buscar el bien de los demás es saludable. Hay que decirle al Señor “no te guardes ninguna palabra de reprensión” .El Pastor habla y yo debo decir: “esta palabra es para mí”. De mí debo hacer la vía dolorosa.
El verdadero predicador es aquel que hace sudar su alma a la hora de compartir revelación.
Cristo fue el primer consolador y el Espíritu Santo el segundo que fue enviado.
Cuando subimos y nos movemos por las Glorias Divinas, no nos vemos a nosotros mismos, solo le veremos a Él. Hay oraciones que hacemos que no tienen ni remitente ni destinatario y por eso se pierden en el proceso.
El Consolador trae experiencias para que le disfrutemos.
San Juan 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.
El Amor del Padre, puede tomar a lo más torpe de aquí, pero en el centro de su corazón salen maravillas y grandezas, y elevarlo a lo más alto de los Cielos.
Él nos puede bañar y purificar por medio de la suministración del Espíritu Santo y hacernos aptos para entrar en su Gloria.
Mi interior lo que busca es la consolación verdadera.
Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
Lo que se nos dice es tan importante que necesitamos al Consolador para que nos lo recuerde.
Satanás puede imitar a la perfección pero jamás puede amar. Una misma persona no puede amar y aborrecer al mismo tiempo.
Lucas 22