Biblia

Dios tiene un Plan

Dios tiene un Plan

Josué 2

Introducción

Vivimos en una sociedad estereotipada, es decir en donde solo unos cuantos pueden acceder a ciertas oportunidades, solo aquellos que llenan los requisitos físicos. Pero a la diferencia del mundo, Dios en su divina y perfecta voluntad tiene un plan para todas las personas, Dios es un Dios incluyente, un Dios que tiene un plan, un propósito para cada uno de nosotros. Hoy quiero que juntos descubramos esta verdad a la luz de la vida de una mujer cuyo oficio no le hubiera ayudado a encontrar dignas oportunidades. Han pasado 40 años desde el día que Dios desafío a los israelitas a pasar el río Jordán y tomar posesión de la tierra prometida; sin embargo esto no fue así a causa de la incredulidad de la mayoría del pueblo.

Ahora bajo el mando de Josué, nuevamente el pueblo está a un paso de hacer realidad su sueño de tener una tierra donde vivir; pero antes de eso; Josué decide enviar desde Sitim dos espías a investigar las condiciones de la ciudad de Jericó (v. 1) y es durante ese viaje exploratorio cuando una mujer de dudosa reputación descubre que Dios quiere incluirla en su plan eterno y que sin importar muchos aspectos de su vida la invita a unirse a Él. La vida de Rahab es uno de los casos más emblemáticos de la Gracia de Dios. Vayamos al pasaje y descubramos tres aspectos importantes acerca del plan de Dios para todos.

I. Dios tiene un Plan sin importar tu Historia (v. 1) “…y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab…”

Los dos jóvenes espías enviados por Josué llegan a Jericó con la misión de descubrir las condiciones de la ciudad y así determinar su estrategia para la conquista. Se nos dice que llegan a la parte norte de la ciudad de Jericó y por estrategia deciden buscar información en casa de una mujer prostituta (v. 1) ¿Por qué es que deciden parar en casa de esta mujer? Que mejor lugar para saber lo que piensan los hombres; pues tenemos que admitir que algunos de los varones de guerra pasaban cierto tiempo en compañía de mujeres de este tipo. Además de que la condición moral de los habitantes de Jericó era muy particular; pues se sabe por los estudios arqueológicos que la sociedad era muy inmoral; pues además de practicar el sacrificio de los niños al dios Moloc, la prostitución tanto femenina como masculina era muy difundida entre ellos, al punto de que los templos de Baal y Astarte se caracterizaban por cultos de adoración compuestos por orgías en donde las prostitutas eran las sacerdotisas. Rahab era el nombre de esta mujer que recibió a los dos jóvenes espías y que por cierto decidieron pasar la noche en casa de Rahab (v. 1), pero no debemos pensar que estos dos hombres también compartieron los favores sexuales de Rahab, pues más adelante se nos aclara que los dos espías descansaban en la terraza u azotea de la casa de Rahab (v. 8) Pues este es nuestro personaje que nos muestra la gracia de Dios; pues muchos creerían que Dios hubiera guiado a los espías a algún hogar piadoso de Jericó; pero al contrario Dios los guió a casa de una mujer con una historia no muy recomendable. Hay quienes quieren hacer pensar que Rahab no era prostituta, sino más bien “mesonera”, pues algunos traducen la palabra “zoonah” como mesonera; pues en algunos casos se usaban indistintamente; pero el N.T. al referirse a Rahab lo hace con la palabra “porne” que significa prostituta o ramera. La idea de querer quitarle a Rahab su oficio es la de hacer creer que Dios no pudo congraciarse con una persona de tal inmoral; pero al pensar así lo único que hacen es anular la idea de la Gracia divina; pues esta se refiere a recibir de Dios un favor no merecido; en otras palabras la gente piensa que para acercarse a Dios hay que limpiar la vida primero y después ya limpio acercarse a Él.

Pero esto es contrario a la voluntad de Dios, Él se acerca de nosotros, así como estamos y ya una vez cerca o en nosotros empieza a limpiar nuestra vida. Rahab se dedicaba a la prostitución, se ganaba la vida a través de sus favores sexuales, pero Dios empezó a obrar en su vida, y la miró y decidió acercarse a ella e incluirla en sus poderosos planes. Esta actitud de Dios no ha cambiado, sigue vigente, Él se acerca a las personas sin importarle de entrada el estado de su vida; pues cuanto más pecadores somos, más merecedores de su gracia. Hay quienes no entienden este atributo de Dios, y hay quien hasta lo malentiende; pero podemos ver en Rahab como Dios no toma en cuenta nuestra historia de vida para involucrarnos, para acercarnos a Él. He escuchado decir “primero arreglo mi vida y después busco a Dios”; pero eso es contrario a la voluntad de Jesús, Él dice: “…Los que necesitan del médico son los enfermos, no los que están sanos… Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos” (Mt. 9: 12 BLS) Dios no busca, ni salva a los buenos (por si hubiera uno) sino a lo vil, lo despreciado “…Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia…” (1 Cor 1: 28 BLS) aquellos con los que puede mostrar su poder; basta echar una simple mirada a la Biblia y darnos cuenta de que Dios no siempre busco a los mejores; por ejemplo: Noé fue borracho, Jacob un mentiroso, Moisés era tartamudo y asesino, Gedeón fue miedoso e incrédulo, Sansón mujeriego, David adultero y violento; el profeta Elías era depresivo y con ideas suicidas, Jonás huyo de Dios, Job estaba enfermo, Juan el Bautista tenía mal carácter, Pedro negaba a sus amigos, Martha era preocupona, María estuvo endemoniada, Zaqueo defraudaba y Pablo era muy religioso. Como podemos darnos cuenta no importa tu historia para Dios, Él tiene un plan especial para ti, Él tiene algo muy bello para tu vida, con seguridad debes dejar eso que a Él no le gusta, pero de entrada no te rechaza; pues su bondad no trabaja en relación a nuestra conducta, sino a su propia naturaleza amorosa. Rahab halló cabida en el corazón de Dios a pesar de su duro oficio.

II. Dios tiene un Plan si crees en Él (v. 11) “…Jehová vuestro Dios es Dios en los cielos…”

Una vez que los espías se hospedad en casa de Rahab, el rey de Jericó se entera y envía mensajeros para averiguar y ordenarle que se los entregue (v. 2, 3) Sin embargo Rahab les miente diciéndoles que los espías ya se han ido y además les anima a seguirlos (v. 4, 5) Una vez sorteado este obstáculo sube a la azotea de su casa en donde los espías se hospedad y les informa de que el rey ya se ha enterado de su presencia pero que ella los engaño para que no los encontrarán (v.6, 7) Después les comparte acerca del sentimiento que prevalece entre los pobladores de Jericó “…el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros” (v. 9), dicho temor ha venido a ellos a razón de que las grandes cosas que Dios hizo a favor de los israelitas ha llegado a oídos de los pobladores de Jericó. Y me llama poderosamente la atención la manera en la que Rahab habla de estas cosas, pues inicia su discurso diciendo “Sé que Jehová os ha dado esta tierra…” (v. 9) habla en primera persona, no solo hace referencia a las emociones de otros sino que habla de la convicción de ella acerca del Dios de Israel. De algún modo Rahab se había enterado de todo lo que Dios ha hecho a favor de su pueblo; resulta interesante que en una época sin telefonía fija o celular, sin red de internet, twitter, facebook o Messenger los habitantes de Jericó y en especial Rahab supieran todas esas cosas; pero me sorprende más aún no solo que lo supiera, sino que creyera las cosas que había escuchado, que le dé a Dios el beneficio de su fe. Aunque podemos describir esta fe como algo muy sencillo y primario, la verdad es que es suficiente para que Dios se manifieste.

Hay quienes creen tener la exclusividad de Dios, pero esto no es así, es el mismo Jesús quien dice “Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye” (Jn 9: 31 BLA) Dios ha puesto eternidad en el corazón de los seres humanos, dice Salomón, por eso podemos acceder de manera general y primigenia a Dios. Rahab escucho lo que Dios hace con su pueblo y además lo creyó; Dios estaba trabajando en el corazón de esta mujer, la había elegido para sus planes sin importarle mucho su historia; ella quería conocer más y mejor al Dios de los israelitas, mientras que el rey de Jericó veía esto como una amenaza, Rahab lo veía como una oportunidad. ¿Qué hace falta para que el plan de Dios se revele a nuestras vidas? Que creamos en Él, y que estemos absolutamente convencidos de solo Él puede darnos dirección y ayuda en nuestra vida. He escuchado a algunas personas decir “eso no sirve, porque a mí no me sirvió” pero en realidad lo que pasa es que una cosa es saber cosas de Dios y otra muy distinta es creer en esas cosas que sabemos de Dios. Para allegarnos a Dios y recibir su gracia solo es necesario algo: No estar auto-justificado, es decir debemos acercarnos a él plenamente convencidos de que Él existe y que Él puede hacerlo todo, no es necesario saber mucho, simplemente saber que Él, Dios existe, tal como lo hizo Rahab. En cuantas ocasiones no nos perdemos de ver a Dios en nuestras vidas por pretextar que aunque necesitamos de Él, todavía no estamos tan necesitados como otros, eso es estar auto-justificados. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, pero solamente se hace real cuando nosotros estamos conscientes de que Él existe y que Él puede hacer la maravilla que mi vida necesita. Rahab declaro acertadamente “…Jehová vuestro Dios es Dios de arriba en los cielos y abajo en la tierra” (v.11)

III. Dios tiene un Plan cuando Pactas con Él (v. 18) “…tú atarás este cordón de grana…”

Rahab declara su fe a los dos espías, pero además Rahab hace un trato con ellos “…que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así haréis vosotros con la casa de mi padre…” (v. 12) Rahab esta pactando con los espías, argumentado que así como ella actúo con bondad, les pide que cuando la ciudad sea conquistada, ellos actúen con bondad hacía ella, y su familia. La palabra que se traduce misericordia o bondad es en arameo “chesed” que significa “lealtad”, “fidelidad” o “amor pactado”, los espías estuvieron de acuerdo. El día que los espías tuvieron que salir de Jericó y regresar a Sitim en donde los esperaba Josué y el pueblo, los espías cerraron el acuerdo con Rahab, al decirle que ella debe colocar en la misma ventana por donde ellos salieron un cordón escarlata (rojo) como señal de que todos y todo lo que esté en ese lugar no sean tocados por los conquistadores israelitas (v. 16-18) pero si alguien sale de la casa protegida por el cordón escarlata, los espías no se hacen responsables por la vida de aquellos (v. 19) La mujer estuvo de acuerdo, los espías se marcharon y Rahab inmediatamente coloco en la ventana el cordón escarlata, solo quedaba esperar. Una vez que hemos decidido confiar en Dios y su voluntad, debemos dar un paso hacia adelante y es pactar con Dios, Dios es un Dios de pactos, un Dios de acuerdos y compromisos. El cordón rojo era la señal de que Dios tendría misericordia y que daría una bendición especial a esas personas.

Actualmente esto no ha cambiado, y aunque no necesitamos cordones rojos en las ventanas o sangre en los marcos de las puertas si necesitamos de una señal en el corazón que no identifique como merecedores de su bondad. Jesús, el Cristo cumple ahora con esa función, su presencia en nuestros corazones es el nuevo cordón escarlata que simbólicamente nos identifica como beneficiarios de su bondad por siempre. Y así como Rahab fue y coloco el cordón, nosotros debemos pedirle a Jesús que coloque en nosotros su sacrificio en la cruz y nos dé salvación y vida eterna. Ese es el plan de Dios para nosotros, Él quiere estar con nosotros y que nosotros estemos en estrecha comunión con Él, hoy y por la eternidad. Pero para poder disfrutar de esa bondad, debemos pedirle a Jesús que venga a tomar posesión de nosotros y sellarnos con su sangre para que cuando venga el final de los tiempos podamos ir a vivir con Dios en el cielo por siempre. La historia nos dice que el pueblo de Israel entró a Jericó y en una dos por tres la invadió, destruyéndolo todo; respetando solamente una vivienda, aquella que en su ventana ondeaba un cordón color escarlata y que señalaba que los que allí vivían debían ser tratados con bondad. Así fue, una vez terminada la conquista, Josué mando traer a Rahab y su familia y les invitó a vivir entre ellos, el pueblo de Dios, cumpliendo así el anhelo del corazón de Rahab, ser parte de las promesas y las bendiciones de Dios, y todo por haber pactado con Dios a través de los espías.

Desafío

Rahab decidió aceptar el plan de Dios para su vida. A Dios no les importó su historia, injustamente se le sigue identificando como la ramera, pero ya no debiera ser así, pues a nadie le gusta que siempre se haga alusión a nuestra antigua forma de vida. Rahab hallo propósito a su vida cuando acepto el plan que Dios tenía para ella. Viviendo ya entre los israelitas Rahab se enamoró de un príncipe de la tribu de Judá, llamado Salmón, hay quienes piensan que éste fue uno de los dos espías y desde allí había nacido el amor entre ellos; cierto o no, la verdad es que Rahab vino a ser la mujer de Salmón y ambos engendraron a Bozz quien ya adulto se casa con Rut la moabita y a su vez paren a Isaí quien sería padre del Rey David en Israel; pero más aún Rahab vendría a ser parte de la línea genealógica de Jesús (Lc. 3:23-38; Mt. 1: 1-17) Como podemos darnos cuenta Dios tiene un plan para cada uno de nosotros; ¿Quieres integrarte al plan de Dios para el mundo? No importa tu historia, solamente decídete a creer en Él y a pactar con Él, y Dios hará todo lo demás, los cambios, los ajustes, lo que se necesita, tú solamente ten disposición en el poderoso Jesús y Él hará

Hebrón, notable por su verdor, viñedos, olivares y abundancia de agua.

Posteriormente Abraham, Jacob, Isaac y muchos familiares de los patriarcas, fueron sepultados allí (cueva de Macpela).

Cuando Moisés envió a los espías a reconocer la tierra, Hebrón estaba habitada por una raza de gigantes.

Hebrón fue asignada a Caleb y llegó a constituirse una ciudad levítica.

En Hebrón David fue ungido rey de Israel.

Podemos discernir claramente que estos tres altares fueron levantados en lugares clave que luego serían muy significativos en la historia de Israel. Dios no hace absolutamente nada porque sí, ni deja nada librado al azar.

Pero los años transcurrían, Abraham y Sara envejecían y la promesa de un hijo de ambos, parecía cada vez más imposible. Abraham permitió que las dudas y la ansiedad de Sara lo convencieran de hacer un intento propio para concretar la promesa de Dios, llegándose a Agar, la esclava egipcia de Sara, que concibió a Ismael.

Es importante entender que hay promesas de Dios a mediano plazo y a largo plazo.

Los tiempos de espera tienen una importancia clave y razones fundamentales, no son pérdidas de tiempo, sino todo lo contrario; aunque a nosotros nos parezca que nada está sucediendo.

Muchas veces por no saber esperar los tiempos y pasar por los procesos de Dios, intentamos agilizar sus planes, por nuestra cuenta consiguiendo solamente complicarlo todo y demorarlo o postergarlo aún por más tiempo. Hay muchos ejemplos de esto en la Biblia. Hay muchos ejemplos de demoras en las promesas, producto de la terquedad y desobediencia humanas, pero creo que el ejemplo más dramático, como veremos en esta predica, es el del pueblo de Israel y su entrada a Canaán.

Seguimos recorriendo la historia, siguiendo el rastro de las promesas.

Dios, a su tiempo cumplió su 1ª promesa , pues Sara concibió de Abraham a Isaac, que nació cuando el patriarca tenía 99 años.

Abraham, este amigo de Dios murió a los 175 años y fue enterrado con Sara en la cueva de Macpela, en Hebrón.

Isaac , Ismael, Jacob y Esaú también vivieron en Canaán largo tiempo, e incluso Issac fallecido a los 180 años, fue enterrado por sus dos hijos en la cueva de Abraham, por lo que podemos decir que una porción de Canaán ya era de la futura nación de Israel por herencia.

La promesa y pacto que Dios hizo con Abraham, sería recordado a Jacob, Isaac, a José , Moisés y Josué. (Además José también creyó en la promesa y dejo claro que cuando Israel fuera a la tierra prometida llevaran sus huesos a Canaán).

La historia volvió a repetirse: hubo hambre en Canaán y Jacob, sus hijos y sus familias, unas 70 personas tuvieron que ir a vivir a Egipto a la zona llamada entonces Gosén, donde uno de sus hijos, José era el segundo del Faraón y allí se quedaron 400 años. Al principio viviendo muy bien hasta que un faraón que no conoció a José, empezó a tenerles miedo pues eran muchos y los esclavizó.

¿Pero que pasó con la tierra prometida durante todos esos siglos?

¿Por qué tenía que demorar la promesa 400 años?

Hubieron 3 razones principales:

1) La primera razón fue que Dios estaba preparando la Tierra para que fuera fructífera para Israel. Y así cuando entraran en el territorio dónde Dios había determinado que tenían que vivir tuvieran árboles en rendimiento, cultivos, frutos y ciudades, pues no quería al principio a su pueblo ocupado en construir grandes ciudades, trabajando la tierra, etc, etc, sino que los quería ocupados de su edificación espiritual para ser una nación santa que llevara el conocimiento del único Dios verdadero, a toda la tierra.

En el siguiente versículo comprobamos la respuestas.

Deuteronomio6: 10-12 // 6:10 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham,(D) Isaac(E) y Jacob(F) que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, Deu 6:11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, Deu 6:12 cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

2) La segunda razón fue que de Israel debía de tener tiempo para multiplicarse como pueblo, aún en la esclavitud.

Jacob entro a Egipto con 70 personas, y Moisés salió con alrededor de 1 millón y medio de personas, de las cuales 600.000 eran hombres.

Dios había formado un Pueblo y les había asignado una tierra para que se convirtieran en Nación, para lo cual habrían de librar varias batallas, aunque la victoria estaba ya garantizada.

3) La tercera razón de los 400 años en Egipto, es: era necesario que transcurriese ese tiempo, porque aún la maldad de los amorreos, no había llegado a su colmo.

Dios tuvo paciencia y le dio a los habitantes de esas tierras entre otros los amorreos (descendientes de las incestuosas relaciones de LOT con sus HIJAS), más de 400 años para que se arrepintieran de sus pecados. Al cabo de este lapso, determinó que Israel, fuera su instrumento de juicio, por medio del cual ejecutaría su justo castigo contra los pueblos de Canaán.

Dios había dicho a Abraham que recién en la 4ª generación, su descendencia multiplicada, volvería a Canaán, esta vez para conquistarla definitivamente. Volvamos a Génesis 15: 13-16// Gen 15:13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Gen 15:14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. Gen 15:15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Gen 15:16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.

Como estamos viendo y recordando, la tierra prometida en los tiempos de Moisés ya la habían conocido y habitado los patriarcas de Israel en incluso habían sido enterrados allí.

Dios utilizó a Moisés para liberar a su pueblo y llevarlo por fin a la Tierra prometida.

Pero comprobemos la actitud del Pueblo de Israel ante la promesa de Dios.

-Veamos la ilustración 5ª. Éxodo de Israel

El Camino hasta Canaán lo dirige estratégicamente Jehová pues una nube los dirige por el día a la vez que los resguarda del sol, y una columna de fuego los alumbra por la noche, a la vez que los confortaba y protegía contra el calor. Dios les provee de maná, codornices y de agua. No van por el camino más corto ya que tribus peligrosas acampaban y pondrían en peligro a Israel además les faltaban unas leyes para poder vivir en armonía unos con otros.

Como Israel solo tenía tradiciones orales, y las leyes que conocían eran las egipcias después de 4 siglos de vivir allí Dios les estaba preparando la Ley y tras 700 km desde Egipto y después de atravesar milagrosamente el mar rojo. Llegaron tardando 3 meses al Monte Sinaí y allí quedaron un año y dos meses y recibieron la ley que completaría el Pacto realizado con Abraham hasta convertirse en la constitución de la nueva nación. Además les dio Leyes Morales, Leyes Civiles y Leyes Ceremoniales -Veamos las ilustraciones 6 y 7, donde vemos la península del Sinaí y las montañas de la zona.

Dios les dio instrucciones para la construcción del Arca, del Tabernáculo, instituyó a Aarón, hermano de Moisés, como el primer Sumo Sacerdote y sus hijos para que le sucedieran en ese ministerio. Hizo censo de los habitantes, nombrando a la tribu de Leví la encargada del servicio sacerdotal.

A pesar de la guía, la provisión y la protección sobrenatural que recibían continuamente en el trayecto, este pueblo no cesaba de quejarse y murmurar, añorando constantemente su vida pasada en Egipto.

Sus ojos no estaban puestos en el cumplimiento de la promesa que estaba a solo unos días de marcha, sino que su mirada y su corazón habían quedado atrapados por el mismo sistema que los oprimió y los esclavizó.

Era más fuerte la nostalgia por los pepinos, las cebollas y los ajos de Egipto, que la esperanza de convertirse en una nación con tierra propia, que los esperaba con toda clase de bienes: ciudades, cisternas, frutos de la tierra, etc..

En el año segundo, en el mes segundo, a los 20 días del mes la nube que envió Dios desde Egipto y que los guiaba, se alzó del tabernáculo en el Sinaí y los hijos de Israel partieron hacia la Tierra prometida, y la nube después de algunas paradas se detuvo a los doce días en Cades Barnea que era tierra de Parán cerca del desierto de Zin.

Ilustración 8 (Camino de Cades Barnea)

Aquí tenemos que los hebreos están cerca de entrar a Canaán ( a solo 3 días de su territorio y a 120 km de Hebrón), han salido de Egipto y ya todo está preparado para que ellos entren a Canaán. Ya Dios había determinado que era el tiempo de conquistar la tierra. Estaban cerquísima de concretar la promesa. Es importante entender que Dios tiene propósitos trascendentes, y Sus planes son perfectos para nuestras vidas. Pero nosotros mismos , con nuestras actitudes, desobediencia, incredulidad, nos encargamos de frustrar o demorar el cumplimiento de sus promesas. Dios ha permitido que el ser humano, en su libre albedrío, en su libertad, por desobediencia o o porque aman más las cosas del mundo, pueda desechar sus bendiciones.

TEXTO PRINCIPAL que nos presenta el Intento frustrado de entrar en Canaán

Leemos en Nm 13:1-3 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 2Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos. 3Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel. 4

Continuamos leyendo un poco más abajo, pues en el 17 dice.

17Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte, 18y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso; 19cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas; 20y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas.

En otras palabras Dios les está diciendo: Vayan y exploren esa tierra que Yo les doy. Tienen que evaluar la situación y conocer a lo que se van a enfrentar y qué es exactamente lo que van a poseer. Es decir, un reconocimiento total.

¿Para qué era necesario eso? Si ya Dios había dicho que iban a entrar a poseerla.

Bueno, evidentemente Dios quiere que nosotros seamos gente pensante, capaces de analizar la realidad de cada situación sin sacar nuestros ojos de la promesa.

Ser conscientes y conocedores de los obstáculos que nos tocará enfrentar en nuestro caminar, sabedores de que solo en una dependencia total de Cristo, recibiremos de Él la estrategia, la sabiduría para salir victoriosos de cada lucha.

Y en Núm.13:25 dice:

25Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días. 26Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra. 27Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. 28Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. 29Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.

Hasta aquí todo bien, pues esa era su misión: informar objetivamente sobre la realidad que habían observado y hasta habían traído frutos y un racimo de uvas entre dos hombres.

El problema vino cuando 10 de los 12 espías, dieron su opinión subjetiva sobre la situación, sacando totalmente sus ojos de la promesa, centrándose en sus limitaciones humanas y no en el poder de Dios Seguimos leyendo más abajo en el versículo 31

Números 13:31. Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. 32Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 33También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

En pocas palabras estaban maldiciendo la tierra, ya que maldecir significa decir o hablar mal de algo o alguien. Sintieron miedo y desecharon la promesa de Dios.

¿Cuántos saben que habrá oposición y lucha para alcanzar las promesas en nuestras vidas? Claro que la habrá.

Nosotros mismos vamos, a veces en nuestra carne a oponernos a las bendiciones que Dios ha determinado para nosotros. Gente que nosotros amamos va a oponerse a que nosotros entremos en las bendiciones de Dios. Es tierra buena, que fluye leche y miel. Pero una tierra también de batallas. Se requiere oración, se requiere renuncia, consagración, etc., etc.

En números capítulo 14: 4 y subsiguientes leemos 4Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. 5Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. 6Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. 9Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. 10Entonces toda la multitud habló de apedrearlos.

Mirad hasta qué punto estaban empecinados y cegados, pues preferían volverse a Egipto que poner la cuota de esfuerzo que les faltaba para tomar posesión de lo que Dios ya había determinado y garantizado para ellos.

Y me pregunto, ¿qué pensarían que iban a hacer los egipcios? ¿Recibirlos con los brazos abiertos? Hacer fiesta en honor a su retorno? Con las 10 plagas sufridas apenas 14 meses atrás, con el pensamiento de que por culpa de los judíos habían muerto todos los primogénitos egipcios y sus ejércitos dramáticamente mermados en el Mar Rojo, seguro que en Egipto lo último que querrían era ver a un israelita. O sea que ni si quiera se detenían a analizar los pros y los contras de las dos opciones: conquistar Canaán y volverse a Egipto.

Aquí vemos dos actitudes bien diferentes que podemos extrapolarlas a los cristianos actuales.

Primero: La actitud de Josué y Caleb, que representan al cristiano que le cree a Dios y que tiene una mentalidad conforme a la Palabra, con un optimismo no ingenuo, sino basado en el conocimiento de Dios y de las escrituras. Tienen la mentalidad semejante a Pablo cuando dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".

¿En la Vida cristiana hay complicaciones? Claro. Usted cree que el diablo se va a quedar allí tranquilo ¡No!.

Pero aunque gane alguna batalla, nosotros ganaremos la guerra en Cristo Jesús.

Segundo; La actitud de los otros diez espías, representa al cristiano que tiene una 'mentalidad humanista, no regenerada, por lo tanto pesimista por no tener fe.

Es el tipo de persona que cuando va a entrar a su tierra prometida, y contempla lo que Dios le ha prometido, dice "Huy yuyu", sí pero yo no estoy seguro, no sé si seré capaz, esto es demasiado para mí, ( su visión gira alrededor de sí mismo, y no de la persona de Cristo). Es la persona que cuando entra al Evangelio y a los 3 meses pierde el trabajo tira la toalla porque "cuando yo estaba afuera me iba mucho mejor".

Más Josué de la tribu de Efraín, y Caleb de la tribu de Juda, solo 2 de los doce hombres que Dios envió a través de Moisés a reconocer la tierra , tenían una actitud diferente, basada en la fe.

Le creyeron a Dios y dijeron 'Nosotros vamos a entrar en esa tierra porque Dios nos la ha dado' Observemos que su optimismo, no se basa en lo que ellos pueden hacer, ni en sus capacidades, sino que dicen: "Porque Dios nos la ha dado".

¿Ustedes ven la diferencia mis hermanos? La mentalidad de Josué y Caleb refleja una actitud clara y firme. 'Más podremos nosotros que ellos'.

Y miren, aquí hay un principio muy real en las manifestaciones de los 10 hombres: "Y éramos nosotros a nuestro parecer como langostas y así les parecíamos a ellos"(vr. 13:33) Nosotros transmitimos a los demás la imagen que tenemos de nosotros mismos. Si nos vemos y nos sentimos como insectos, seguramente los demás percibirán nuestra actitud de inferioridad.

Veamos ahora cual fue la consecuencia de todo este comportamiento y esta actitud de la mayoría del pueblo y lo que le dice Dios a Moisés aquí en Cades Barnea:

Deuteronomio 1:34-40 34Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo: 35No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, 36excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová. 37Ahora dice Moisés de si mismo. También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá. 38Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel. 39Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. 40Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo.

¿Que 2 cosas descalificaron a toda la 1ª generación que salió de Egipto, para no alcanzar la promesa de entrar en Canaán?

1º. La murmuración, la queja constante, la inconformidad y el nunca estar satisfechos con lo que Dios les proveía en cada etapa del trayecto y ya habían fallado al Señor por lo menos 8 veces desde que vieron la imposibilidad humana de pasar el Mar Rojo y pretendían volverse.

2º. Que despreciaron y rechazaron su bendición Esto fue lo peor para Dios, la tierra que El había escogido para ellos, ellos la estaban rechazando. Un territorio cuya preparación y acondicionamiento tomó más de 400 años. Que le costó a Abraham el andar toda una vida errante, a lo largo y ancho de ella, levantando altares y proclamando el nombre de Jehová en cada lugar.

Proceso duro y largo, que implicó años de sufrimiento y esclavitud en Egipto, mientras otros pueblos construían murallas y ciudades, plantaban viñas, cavaban cisternas, para que Israel, el pueblo escogido por Dios tuviera todo servido cuando entrara a conquistarla.

De esos doce hombres, solamente dos entraron 40 años después a esa tierra que Dios tenía reservada. Los otros 10 murieron de plaga porque lo ofendieron con su desobediencia y su actitud incrédula.

Veamos la Ilustración 9 (40 años en el desierto)

¿Sabe qué? De todo el pueblo que salió de Egipto mayor de 20 años, ninguno de ellos entró a la tierra prometida. Dios hizo que se quedaran 40 años en el desierto. Dando vueltas siguiendo la nube y la columna de fuego, una y otra vez, en una superficie de aproximadamente 120 km a la redonda, como vemos en la ilustración.

Imaginaos 40 años dando vueltas como de Castellón a Teruel yendo y viniendo entre esos dos puntos todo el tiempo.

Con esto, no debemos pensar que no habría ninguno de estos castigados y muertos que se haya salvado, ya que si se arrepintieron en verdad y de corazón de su actitud en este período y pidieron perdón al Señor, sí lo serían algunos. Pero el juicio justo ya estaba decretado y se les había advertido varias veces.

¿Alguna vez se preguntó por qué 40 años y no 35 o 50 fue el tiempo que deambularon por el desierto? Pues aquí tenemos la respuesta: Volvamos al libro de Núm 14:32-35

Num 14:32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.

Num 14:33 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.

Num 14:34 Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.

Num 14:35 Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.

Y no entraron en Canaán hasta que murió el último de la 1ª generación que salió de Egipto excepto Josué, Caleb y los menores de 20 años.

Ni siquiera Moisés quien por otras razones solo se le permitió ver de lejos la tierra prometida.

Tengamos cuidado, hermanos. Cuando Dios promete algo y lo declara, créele a Dios. Porque es peligroso tener la bendición de Dios al alcance de tu mano y descuidarlas o despreciarla.

Y tuvo que ser Josué como el líder de Israel, que por su fe y obediencia a Dios, recogería el testigo de Moisés y trasladaría a Israel al otro lado del Jordán donde celebraron la Pascua y posteriormente después de orar tomaron posesión de la Tierra prometida y repartieron la repartieron entre las 12 tribus.

Tal y como vemos en la Ilustración 10 (reparto de Canaán)

Josué tuvo una actitud de fe y confianza y 40 años después de la misión encomendada por Moisés, siguió creyendo en el Señor.

Dios le dijo a Josué, entre otras cosas en los preparativos para la conquista Josué 1: 1-7 Yo estaré contigo.

Yo os he entregado todo lugar que pisare la planta de tus pies. Solamente esfuérzate y sé valiente.

No temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas'.

Josué cumplió al fin los requisitos de un buen candidato.

1. Fue Fiel y supo estar donde Dios lo quería y a su debido tiempo.

2. Supo esperar en el Señor y recibió el llamado de Dios.

3. Supo hacer suya la promesa de Dios, la aceptó y cumplió su parte.

4. Dio siempre gracias a Dios y lo glorifico ante el pueblo

5. Aprendió a ser dependiente de Jehová. Sin Él y con solo nuestras fuerzas jamás llegaríamos a alcanzar sus promesas.

Esta 2º generación, después de censar al pueblo y circuncidar a los hombres y tras un pequeño periodo de tiempo , conquistó la tierra siempre dependiendo y dando gracias a Dios, construyeron altar en Gilgal, obedecieron la estrategia divina y las murallas de la 1ª ciudad, Jericó, cayeron de una manera totalmente sobrenatural. Luego de tres campañas de conquista, (centro, norte y sur), poseyeron al fin las tierras de Canaán.

CONCLUSIÓN

Como vimos, Israel tuvo que hacer su parte, poner la cuota de esfuerzo que Dios les requería: estudiar las condiciones, prepararse para cada batalla y dar un paso de fe.

Muchas veces tenemos la idea errónea que por ser cristianos, y porque Dios es fiel a sus promesas, nosotros solo tenemos que sentarnos a esperar que todo nos llueva de arriba. Pero a Dios le gusta hacernos partícipes del proceso que desemboca en el cumplimiento de la promesa.

Dios reparte promesas para cada área de nuestra vida. El perdón de los pecados es la mayor promesa ya cumplida del nuevo pacto, pero en ella están incluídas varias promesas más.

Simplemente estudiando la Palabra vemos las condiciones para hacer efectivas las promesas de Dios en materia de sabiduría, de sanidad, de fe, de autoridad frente al enemigo, para la familia, para la oración efectiva, y cualquiera que las escucha, las cree y las hace suyas, las experimenta como una realidad en su vida.

Las predicas cristianas nos enseñan que debemos esforzarnos para cumplir la parte que nos toca, caminando en fe, y sirviendo a Dios.

Además de nosotros mismos, de nuestra naturaleza carnal, tenemos un enemigo que nos pondrá todos los obstáculos que le sea posible, su meta será truncar el plan de Dios en la vida de cada creyente.

El jamás podrá arrebatarnos la salvación, pero atacará y debemos estar firmes y preparados para enfrentarlo.

La vida cristiana no es un paseo por el parque, pero Hermanos, si Dios está contigo, ¿Quién contra ti?

Si Dios te ha dicho 'esto es tuyo', ¿Quién te lo puede arrebatar? Nadie te lo puede quitar.

Nosotros también somos parte de aquella promesa a Abraham. Como vemos finalmente en la carta de Pablo a los Gálatas. No hace falta que lo busquen yo se los leo.

Galatas 3:29,donde Pablo declaró que, "si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa".

Y sabemos que las promesas de Dios, si andamos en el Señor se cumplen.

Y ahora hermano tenemos que preguntarnos ¿Qué actitud estamos teniendo?

Vas acaso a renunciar al llamado poniendo excusas, como que no eres digno, que te ves inferior o eres demasiado joven o viejo para seguir el camino que Dios te ha trazado? Si el Señor te ha llamado para que le sigas y le sirvas, El ya se ha encargado de todo, no le sirven ninguna de tus méritos humanos, puesto que El se glorificará precisamente en tus debilidades, carencias y limitaciones.

A Abram lo llamó siendo un anciano e idólatra, a Moisés a los 80 años y con un homicidio en su haber, a David siendo un jovencito, pastor de ovejas, a Pablo siendo un fariseo, perseguidor y asesino de cristianos.

El llamado es la parte inicial de la promesa.

Que maravilloso es saber que nuestra vida cristiana camina en base a las promesas de Dios.

Y que la garantía de sus promesas está en su presencia permanente en nuestras vidas.

La pregunta que les hago es: ¿Cuál es tu excusa frente al propósito del llamado de Dios?

Ahora eres cristiano y tal vez tu vida transcurre sin mayores sobresaltos, pero ¿cómo le responderás al Señor cuando te llame a servirle de alguna manera que tu jamás pensaste ni te planteaste para tu vida? Cuando descubras que tal vez El tiene planes que no concuerdan en nada con los tuyos?

El aceptar el llamado y las promesas, acarrea bendición, no solo para nosotros, sino a todos los que, de alguna manera, están involucrados con la decisión que tomemos, de la misma forma que el no creerlas ni aceptarlas, afectará también a los demás.

Dios nos ha dado preciosas y grandes promesas para que por ellas seamos partícipes de la naturaleza divina.

Si no vives por las promesas de Dios, no estás viviendo la vida completa que el Señor tiene para ti. Solamente estás "sobreviviendo".

Dios quiere cumplir sus propósitos y su voluntad en tu vida, pero si actúas pasivamente jamás disfrutaras de todos los beneficios y bendiciones que la Palabra declara, por supuesto eres salvo, pues el precio de tu alma, ya fue pagado completamente por nuestro Señor en la cruz del calvario; pero en el mismo paquete del regalo de la salvación, venían incluidas muchas bendiciones más, que tal vez no estás aplicando a tu vida.

Esto es lo que debemos grabarnos en nuestra mente.

Necesitamos tener la actitud de Josué y Caleb.

Vivamos con la mente puesta en Cristo Jesús.

Meditemos en las promesas que hemos recibido de Él.

Creamos que se van a cumplir y no dudemos de ellas.

Proclamemos las promesas que nos ha dado.

Y nunca nos rindamos.

No dejes que el enemigo te susurre 'fracasaste, no vas a conseguir la promesa de Dios". Eso es mentira . Porque la victoria ya fue conquistada y mientras tengas vida, siempre podrás retornar al camino del que, tal vez te desviaste El mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos, vive en ti. Dios quiere que renueves tu mente para que puedas ver esta realidad espiritual.

Yo te animo en el nombre de Jesús hoy, a salir de aquí, habiendo tomado la siguiente decisión:

Acepto el propósito de Dios para mi vida, transitaré por el camino que El me ha trazado, no importa lo que pase, no importa lo que mis ojos físicos vean, no importa el tiempo que lleve el proceso, yo prosigo a la meta porque creo que su obra en mí, aunque mientras viva deba ser perfeccionada día a día, en Cristo ya está consumada y completa.

Vive, cree y actúa en actitud de fe.

Señor creemos en ti.

Creemos en tus promesas tanto individuales como de Iglesia, ciudad, provincia o nación.

Y queremos dar ese paso de fe para que se abra el río que nos separa de la Canaán espiritual que es tu presencia, ese estado espiritual donde no hay carencia de nada, donde se encuentra toda la provisión necesaria para que nuestro espíritu se sacie de leche y miel cada día.

Renueva y recuerda la promesa a tus hijos que te son fieles y están pasando en este momento por dificultades y carencia en sus vidas.

Necesitamos de ti Señor de tu unción, abre nuestros ojos espirituales, para que veamos, auméntanos la fe, renueva nuestra mente conforme a la tuya, derrama dones para esta iglesia, forma Señor Misioneros que vayan a otros lugares a propagar este Evangelio.

Te alabamos Señor, te damos gracias por tus promesas, las aceptamos y reconocemos que solo Tú eres digno de recibir la gloria. AMEN.

Fuente: www.centraldesermones.com