Predicas Cristianas | Mensajes Cristianos
Lucas 4:17-21
“Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, hallo el lugar donde estaba escrito: 18El Espíritu del Señor esta sobre mi, por cuanto me ha ungido para dar las buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; Y a poner en libertad a los oprimidos, 19A predicar el año agradable del Señor. 20Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó, y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en el. 21Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”
Para que nosotros podamos entender en este inicio de campaña el texto que acabamos de leer, necesitamos entender una cuantas verdades:
1) Primero necesitamos entender cómo funciona una sinagoga judía. La sinagoga judía no era un lugar de sacrificio, sino era un lugar en donde se reunían los judíos a leer y a enseñar;
a) El Pentateuco, los cinco primeros libros del antiguo testamento escritos por Moisés
b) Los libros de los profetas
2) Solo había un templo y este se encontraba en Jerusalén la capital, pero en cada ciudad se encontraba una sinagoga, y en Nazaret no era la excepción, la diferencia entre un templo y una sinagoga ,es que en el templo esta un sacerdote para ministrar el templo, en cambio en la sinagoga entre todos compartían, y así aprendían los unos de los otros, y bajo esta norma fue que se le dio a Cristo el rollo del profeta Isaías para que lo leyera, note como dice la Biblia: se le dio el rollo del profeta Isaías para que lo leyera. No fue que Jesucristo se autodenomino el Mesías sino que ya había sido profetizado de El hacia algunos 600 años atrás.
Era también parte de la costumbre que cuando la persona terminara de leer el rollo se sentara y diera una explicación a todos los que estaban reunidos sobre lo leído, y Jesús comenzó a compartir con ellos sobre lo que él había leído, pero todo lo que él pudo decir fue: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de ustedes.
Este mensaje era muy claro y también muy bien dirigido a los siguientes tipos de personas.
los pobres
los quebrantados de corazón
los cautivos
los ciegos
los primados
En este primer día de campaña estaremos tocando breve los cinco tópicos, pero nuestro mensaje estará enfocado en uno de ellos que es el quebrantado de corazón. que significa la palabra “quebrantado de corazón”,literalmente significa: ser doblados por las calamidades
3) Nosotros miramos que Hay dos cosas muy importantes que debemos de tomar en cuenta en el verso 18: “por cuanto me ha ungido” “Me ha enviado”
Por cuanto me ha ungido: el Señor fue ungido para poder llevar acabo la obra de sanidad interna, el tiene la unción, la Biblia dice: que la unción pudre todo yugo, no hay enfermedad en el corazón que el no pueda sanar.
Me ha enviado: Como Dios esta en todo lugar el conoce a los quebrantados de corazón, por lo que decimos que es la razón que el envió a Jesucristo para sanar a los quebrantados de corazón.
4) Hay cuatro cosas que debemos de hacer para poder ser sanados del corazón quebrantado:
a. Debemos de mostrarle a Dios nuestro dolor, ser honestos con Dios no es pecado tener dolor pero ese dolor se convertirá en amargura en una herida que nunca sana, sino se lo entregamos a Dios.
b. Debemos de dejar libres a aquellos que nos han causado dolor, debemos de aprender a perdonarlos y soltarlos.
c. Debemos de reemplazar las viejas heridas con la verdad de Dios, hay veces nosotros estamos infestados con malos pensamientos del pasado. La Biblia dice en:
Romanos 12:2- No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta.
d. Reenfócate en el futuro, olvidando las cosas del pasado, y esperando por las cosas que están por venir, la Biblia dice: Filipenses 3:13
La palabra griega para “llorando” significa aquí “el suspiro en voz alta y penetrante salido de un corazón quebrantado”. El ver a los creyentes volverse a las cosas terrenales, rechazando el reproche de la cruz, quebrantaba el corazón del apóstol Pablo a tal punto que se estremecía con la tristeza de Dios. No era una desesperación silenciosa ni un suspiro de resignación por el descarriado, sino un grito alto, penetrante y conmovedor de un hombre al entrar en la tristeza de Dios por sus hijos descarriados.
Samuel fue un joven llamado al “Ministerio de la tristeza”. No la suya, ni la de la humanidad, sino la tristeza profunda de Dios. Dios estaba muy afligido por la caída de su pueblo, y no había quien se condoliera. Dios estaba a punto de quitar su gloria de su casa de Silo, y los que ministraban en su altar no lo sabían. ¡Que triste es ser tan sordo, ciego y mudo precisamente a la hora del juicio!
Israel estaba corrompido; el sacerdocio era adultero y el ministerio organizado y establecido estaba completamente ciego. Eli representaba el sistema religioso en decadencia con todos los intereses egoístas, ablandado por la vida fácil con solo una muestra de aborrecimiento del pecado. Eli se había vuelto gordo y perezoso con respecto a lo profundo de Dios, dedicado solo a la liturgia o teoría.
Sus hijos Ofni y Finees representaban el ministerio presente de la tradición. Esos dos sacerdotes jóvenes nunca tuvieron un encuentro personal con Dios. No sabían lo que era “oír del cielo”. Ni tampoco el deseo ardiente de encontrar a Dios y conocer la gloria y la presencia del Señor; no sabían nada de la tristeza de Dios. Esta clase de personas no ayunan, ni oran. Buscan las mejores posiciones ministeriales, con los mayores beneficios y las mejores oportunidades de promoción. Nunca se les ha quebrantado el corazón por la humanidad perdida; saben poco del sufrimiento; ¡No tienen la frescura de Dios!
Así que, como los hijos de Eli, se vuelven sensuales, mundanos y egocéntricos. Los hijos de Eli se corrompieron tanto que Dios los llamó “Los hijos de belial” (Satanás) Se dijo de ellos que “No tenían conocimiento de Jehová… engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel” (1 Samuel 2:12,29)
Por eso una multitud de jóvenes evangélicos que se vuelven fríos y sensuales, adictos a la música del mundo, bebedores de cerveza, practicantes de relaciones sexuales ilícitas, aburridos e inquietos.
Si los lideres de jóvenes no conocen al Señor, ¿Cómo pueden ganar a la juventud para Cristo? Ahora nos enfrentamos ala tragedia de toda una generación descarriada porque tienen pocos pastores que le hablen la verdad, y les indiquen la manera de escapar de las trampas satánicas de esta época. Se ha tolerado mucho de lo que satisface los deseos carnales de la juventud.
Eli había perdido todo su discernimiento espiritual. Ana, una mujer piadosa, lloraba amargamente en la casa de Dios en Silo. Le rogaba al Señor que le diera un hijo e intercedía desde lo mas profundo de su corazón. Ella es un tipo del remanente santo intercesor que anhela y clama por un mensaje fresco de Dios para sus vidas. “Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Eli la tuvo por ebria” (1 Samuel 1:13)
¡Cuán ciego puede ser un pastor del Señor! Ella conversaba con Dios en el Espíritu, bajo la unción divina y pronta a convertirse en el canal de renovación en Israel, y el hombre de Dios no pudo discernir la verdad. No comprendió en absoluto el significado de lo que estaba pasando en el altar. ¿Qué le había pasado a ese sacerdote del Dios altísimo, que debiera estar de pie en el umbral de un acto divino nuevo y profundo que afectaría el futuro de Israel, y esta tan separado de Dios que lo confunde con algo carnal?
Conclusion:
¿Dónde están los pastores como Samuel que han oído la voz de Dios, los ha despertado el Espíritu Santo y han recibido la revelación del juicio inminente sobre la casa descarriada de Dios? ¿Por qué no están todos los predicadores del evangelio entristecidos por la condición pecaminosa de la iglesia? ¿Por qué no están todos los pastores y evangelistas clamando como vigías en el muro?
Se dijo de Samuel: “Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada (a Eli)” (1 Samuel 3:1) Les pregunto a los pastores:
¿Manifiestan ustedes toda la verdad a su congregación, o retienen y ocultan parte de la verdad por temor a ofender?
El mensaje de las personas como Samuel no es agradable “Samuel temía descubrir la visión a Eli” (1 Samuel 3:15) Samuel oyó a Dios pronunciar la sentencia del fin de una estructura religiosa descarriada. La visión era sobrecogedora. El juicio estaba a punto de caer en la casa de Dios. El adulterio saldría a luz. El liderazgo transigente ya no gustaría mas de las bendiciones de la presencia de Dios.
Los pastores que predicamos la palabra de Dios tal y como es sabemos que no es fácil, porque la palabra de Dios es dura. “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es tu palabra; ¿Quién la puede oír? (Juan 6:60)
Pero el que es verdaderamente nacido del Espíritu puede oír la palabra de Dios; Para él la palabra es mas dulce que la miel que destila del panal (Salmo 19:10)
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14)