ACERCARSE AL TRONO DE GRACIA
hacer una guerra que nosotros no podemos pelear.
Cuando Dios insiste más de una vez en decirnos lo mismo, es porque con certeza nos tenemos que poner sobre nuestros pies y actuar ya. Dios ama a los que se esfuerzan, esto es algo muy remarcado a lo largo de las escrituras.
Ester 2:17
2:17 Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.
Ester llegó a ser más amada que las demás. Las demás eran las religiones, las organizaciones terrenales, las catedrales de conocimiento, etc.
Ester halló la benevolencia del Rey, quiere decir que lo enamoró hasta tal punto que éste puso la corona real sobre la cabeza de ella.
Ester no se tomó la confianza con su Rey, sino que lo reverenció en todo momento. Por el contrario la Reina Vasti equivalía a una cualquiera, que amaba el mundo y sus fiestas.
Ester supo mudar su corazón y transformarlo para hallar el agrado de su señor.
El enamorar al Señor no viene fácil, no es cosa vana el prepararnos por dentro y por fuera.
A los enamorados se les ve en su rostro la vida de Jesús, sus rostros son diferentes de los demás. La educación les brilla en el rostro.
La palabra enamorado en Cristo, nace en las escrituras con el Rey David. Los enamorados no dejan de mirarse entre si nunca.
Que secreto hay en la juventud en Cristo, su secreto es que tienen un vigor especial. El
Maestro nunca se avergonzaba de sus enamorados.
La muchacha Ester supo acercarse al trono de Gracia del Rey de Babilonia y así consiguió ser reina, gracias al adiestramiento de su pariente Mardoqueo.
Muchos dicen llevo cinco o diez años en la Iglesia, y creen que eso les basta, y aún no son nada en la Iglesia. Esto es falso pues desde que nacemos del calvario ya somos para Dios lo que él quiere que seamos. A Cristo le pasaron treinta años hasta que comenzó su ministerio.
Salmo 60:5
60:5 Para que se libren tus amados, Salva con tu diestra, y óyeme.
Podemos hacer muchas cosas en el reino pero si no vivimos como enamorados de Dios, no conquistaremos no atraeremos a los demás.
“En el trono de la Gracia, solo caben los enamorados”