Afloje, tranquilícese

Mientras más años tengo, más aprecio los beneficios de tomar tiempo. El trabajo en madera hecho lenta y meticulosamente por un artesano es hermoso y puede resistir la prueba de los elementos. El arte, sean composiciones musicales, bordado, escultura o pintura, requiere tiempo y atención al detalle. Incluso el cultivo de nuestro andar con Dios . . . requiere bastante tiempo para desarrollarse.

El salmista se dio cuenta de esto cuando escribió: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios» (Salmo 46:10). En el hebreo este versículo no sugiere quedarse parado y dejar que la mente divague; no es esa clase de quietud. Más bien, quiere decir «Afloje, tranquilícese.» . . .

Si todo eso es cierto en otros ámbitos y responsabilidades, por cierto es aplicable al hogar y a la familia. Los hijos no fueron hechos para «que se los haga crecer a tirones» (como mi madre solía decirlo), sino para que se les cuide con gentileza y atención a los detalles. Exigen tiempo . . . montones de tiempo.

El cultivo de nuestro andar con Dios requiere tiempo para desarrollarse.—Charles R. Swindoll

Tomado del libro Sabiduría Para el Camino (Nashville: Grupo Nelson, 2009). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.