Biblia

BUSCANDO LA INSPIRACION

BUSCANDO LA INSPIRACION

Salmo 34:5

34:5 Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.

Si no hay luz estamos avergonzados. El Espíritu provoca unos síntomas que se reflejan en nuestra carne. Si sabemos aprovechar las corrientes del fluir de Dios, seremos llevados a planos de Gloria donde el Espíritu nos enseñará misterios ocultos.

La inspiración de los que son sensibles, trae el cielo a la tierra. Esta inspiración sirve para que se muestre el don de Dios que llevamos dentro escondido.

La Reina Ester fue una gran intercesora, llegada la ocasión,  demostró que el Dios de Israel era fuerte y poderoso.

Cada día que pasa nos pone a prueba el Señor, para que le ofrezcamos a Él lo mejor.

Debemos confesarle continuamente que su Bendición es para nosotros. Los sensibles al Espíritu son sensibles y valientes a la vez. ¿Quién tiene coraje para arrebatar lo espiritual?

Estos valientes necesitan inspiración para, primeramente dominarse a si mismos.

Dios desciende para mejorar lo espiritual en nosotros. Llegar al final de los días llenos de enojos, con quejas en nuestra boca, nos puede enterrar antes de tiempo.

Es imposible que Dios se esté moviendo y sus enamorados permanezcan impasibles.
En Samaria Dios va ha volver locos y locas a los enamorados que le están creyendo.

Salmo 123:1

123:1 A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos.

Juan 17:1

17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;

17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.

Jesús, para buscar la inspiración alzaba los ojos al cielo. Si nosotros queremos ver la manifestación del Hijo de Dios, para este tiempo, debemos alzar nuestros ojos. “Los de limpio corazón verán a Dios” esto se cumple porque son sensibles.

La suerte ya está echada para los hijos de Dios. Esto es poner al Señor siempre lo primero en nuestro hogar y nuestra vida.

La Iglesia tiene que decir hoy “Padre, la hora a llegado, glorifica a tu Hijo en mi”.

Hechos 1:10

1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,

¿Dónde tienen que estar puestos nuestros ojos?
Siempre en el Cielo, pues de arriba viene nuestro suministro y socorro como decía David.
Los ángeles de Dios están siempre pendientes de lo que arrebatamos de los cielos.

1 Juan 3:2

3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Job era tan sensible que aun en la prueba más dura que llevó en su cuerpo, pudo reconocer a Dios y esperar en esperanza contra esperanza.

Un cristiano que busca la inspiración de continuo, nunca dejará de lado el asistir a la congregación, pues su fuente es Cristo y Cristo cabeza de su Iglesia.

Para los enamorados es sencillo saber de quien reciben todas las cosas pero también saben que es difícil conquistar el corazón del Señor.

Los ojos del Señor están sobre aquellos que buscan por encima de todo la voluntad del Padre.
A los inspirados por Dios continuamente se les buscará para obtener de su personalidad, dulzura divina.

Poder estar hoy en día en la casa de Dios, es un privilegio que no podemos pagar. Pero nuestra gratitud debe ser continua.