¿Cómo controlo la crítica y la arrogancia?

por Stuart Briscoe

Texto bíblico: Santiago 4.11–17

Introducción:

Santiago insiste en que los problemas que los cristianos experimentan a menudo son causados por las actitudes equivocadas. Su solución es «humíllense delante del Señor…» El criticar y la arrogancia no son evidencias de humildad y deben controlarse.

I. Controlando el espíritu crítico. v. 11–12

A. ¿A qué nos referimos con un espíritu crítico?

1. Lo que no es.

a. Una actividad judicial. Hechos 4.19–20

b. Un análisis cuidadoso. Juan 7.24

c. Cuidado espiritual. 1 Juan 4.1; Gálatas 6.1

d. Evaluación personal. 1 Corintios 4.3, 11.31–32

2. Lo que es.

a. «Katalaleite»: Hablar en contra, detrás de la persona.

b. Ejemplo de Miriam y Aarón. Números 12.1–16

B. ¿Qué hay de malo con el espíritu critico?

1. Destruye relaciones: «hermano», «prójimo».

2. Hace caso omiso de la Ley: «juzga a la ley».

3. Desafía a Dios: «Uno solo es el dador de la ley…» Santiago 2.13

4. Nos engaña a nosotros mismos: «¿Quién eres…?» Lea Mateo 7.1–5

C. ¿Qué hacemos al respecto?

1. Reconocerlo.

2. Repudiarlo.

3. Arrepentirse.

4. «Humillaos».

II. Curando la actitud arrogante. v. 13–17

A. ¿A qué nos referimos con una actitud arrogante?

1. «Tengo todo el tiempo del mundo»: «Hoy y mañana»

2. «Puedo ir a donde yo desee»: «a tal ciudad»

3. «Haré lo que quiera»: «traficaremos»

4. «Haré una ganancia»: «y ganaremos»

B. ¿Por qué es tan malo tener una actitud arrogante?

1. Niega las limitaciones. v. 13

a. de conocimiento: «no sabéis»

b. de control: «lo que será mañana»

c. de habilidad: «Alardear y jactarse»

2. Elude los problemas. v. 14

a. de significado.

b. de flaqueza.

c. de transitoriedad

d. de importancia.

C. ¿Qué hacemos al respecto? v. 15–16

1. Debemos reconocer que:

a. Todos los planes son hechos a la luz de la Providencia.

b. Toda arrogancia se acerca peligrosamente a la blasfemia.

2. Debemos actuar:

a. porque saber y no hacer es pecado.

b. porque saber y no hacer es estúpido.

Usado con permiso,

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Traducido y adaptado por DesarrolloCristiano.com

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