¿Cómo es tu relación con Dios? Parte 2
¿Cómo es tu relación con Diosí – Segunda parte
“…NO BUSCO MI VOLUNTAD, SINO LA VOLUNTAD DEL PADRE, QUE ME ENVIÓ” (Juan 5:30)
Hay tres aspectos que describen la relación de Jesucristo con su Padre: intimidad, dependencia y obediencia. Hoy consideraremos la dependencia de Dios. “…El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve que el Padre hace; porque todo lo que el Padre hace, eso mismo lo hace el Hijo” (Juan 5:19). Jesús sabía que no podía hacer nada sin su Padre, por lo tanto ni siquiera lo intentó. Nosotros, en cambio, cantamos: “Sin Él no puedo hacer nada”, pero luego actuamos como si todo dependiera de nosotros. Si triunfamos, a menudo nos volvemos tan engreídos que nadie nos puede aguantar. Y si fallamos, suele ser porque nos abrumamos por el peso de una tarea que Dios nunca nos encomendó.
¿No te has preguntado por qué Jesús nunca tuvo problemas de inseguridad, ni de temor al fracaso, como nosotros tenemosí
La clave está en que a Él nunca pensó que no podría hacer algo que el Padre le había encomendado. Cuando tienes la seguridad de que sabes lo que Dios quiere de ti, puedes enfrentar cualquier obstáculo y oposición con confianza. Dios nunca te pedirá que emprendas nada para lo que no necesites su sabiduría y su fortaleza. De hecho, toda intervención de Dios en tu vida tiene como propósito incrementar, no disminuir, tu dependencia de Él. Tal vez digas: ‘Pero tengo talento, ¡puedo hacer muchas cosas!’ Sí, pero nada que tenga importancia a los ojos de Dios. Por lo tanto, antes de empezar el día, arrodíllate y ora: “Señor, cuento contigo, y ése es mi único plan, no tengo ningún otro.’