Cuidado con el suicidio

Predicaciones Cristianas | Sermones Cristianos

Salmos 42:1-6

Introducción

Cuentan una leyenda en la que el Diablo vendió todas sus herramientas menos el desánimo porque penetra en la mayoría del corazón y la mente de todos los seres humanos y abre el camino a todos los males y aun al suicidio. El desánimo quiere siempre lo va a llevar a un callejón sin salida donde Satanás quiere verte arrinconado para susurrarte que no vales nada y que estás demás en este mundo.

Da pena saber que el enemigo del género humano aprovecha el estado de turbación que producen algunos contrastes en la vida para clavar el aguijón del desánimo, de la ansiedad y del temor en el corazón y el desprecio por la vida. Abrimos puertas en la soledad de nuestras almas cuando estamos turbados y alejados de Dios o desconocemos sus caminos y allí aprovecha Satanás para presentarnos la muerte como una solución.

El es padre de mentira y quisiera que mucha gente se suicide y de hecho lo logra. No importa cuánto dinero ganes ni de qué raza eres, siempre el engañador querrá presentarte esta posibilidad como una ventaja. Los que se desaniman son muy volubles en su carácter y fracasan mucho en sus promesas. No esta dispuestos a pagar el precio del éxito. Les agradan las cosas emocionales y del momento; pero no les gustan las metas a largo plazo que exigen disciplina dedicación y paciencia, esto les hace desistir fácilmente.

Santiago 1:8 dice “el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” El desánimo es una barrera sicológica que taladra los pensamientos y de allí los sentimientos, finalmente llega y agujerea la voluntad y la desinfla. La persona desanimada se aprisiona en su propio calabozo por la falta de autoestima, y del deseo de querer superarse y de lograr realizarse en todo su potencial. Los desanimados van por la vida como arrastrándose con pies de plomo. Pareciera que les cuesta afrontar las vicisitudes de la vida, se comportan como si la existencia fuera una miserable carga y no un honroso privilegio. Son gente que como Job confiesa cosas para las cuales nunca debió abrir su boca. El dijo “Perezca el día que yo nací”.

Veamos algunos personajes bíblicos que atravesaron estos momentos:

Raquel en Génesis 30:1

Elías en 1 de Reyes 19:4

Moisés en Números 11:15

Josué en Josué 7:7 Job en Job 10:1

David en Salmos 42:5y 43:5

Jeremías en Jeremías 15:10;20:14

Los dos discípulos en Lucas 24:17

El carcelero en Hechos 16:27

Nos sentimos animados cuando ganamos valor y desanimados cuando algo hay que nos quita valor; veamos algunas razones:

La dureza de la jornada de la vida (Numeros 21:4.) La gente se encontraba cansada en su viaje a la tierra prometida y se dieron cuenta que la vida en el desierto es dura. Ahora hay cansancio en el país pero por no hacer nada. Quítele el trabajo al hombre y le esta quitando su dignidad, el ha sido hecho para proveer y cuando no lo hace se siente mal e indigno. Sin embargo hay hombres que abandonan a sus hijos

La basura que viene del pasado (Nehemías 4:10.) Allí se cansaron los edificadores y estaban desanimados por los escombros del pasado. El espejo retrovisor es necesario pero no todo el tiempo. Isa 43:18: No os acordéis de las cosas pasadas ni traigas a memoria las cosas antiguas. Perdónate

Las palabras del enemigo (Nehemías 4:11.) Los enemigos soltaron un río de palabras para desanimarlos No te quedes con la información del mundo, llénate de la palabra de Dios. Poner los ojos en el mundo y no en Jesús (Salmo 73)El salmista testifica que casi se resbalan sus pies por no confiar en Dios y envidiar el progreso de los malos

La intención del enemigo es robar tu alma preciosa y animarte a que te quites la vida. El desánimo, desaliento, la angustia son escalones para descender al suicidio. El suicidio no viene de Dios. El es el Dios que nos dio y nos da la vida Juan 10:10.. El es el único de debe quitarla. El Suicidio es consejo satánico no es el plan de Dios. Los suicidas se hacen dioses cuando toman una atribución que no les corresponde y van a eterna condenación por haberse rebelado contra Dios desechando el don más precioso de la vida. Igual son los asesinos se tornan en dioses determinando hasta cuándo vivirá una persona, quitándoles la vida solo por conseguir un fin: hacerse dioses aunque no lo sepan.

Satanás también quiso ser como Dios y fue arrojado del cielo.  El suicidio es engaño de Satanás. Satanás te hace sentir un vacío en tu ser interior que es la consecuencia de hacer tu propia voluntad y no la de Dios. Tu hasta aquí has tomado decisiones que no son las mejores en tu vida, de eso siempre Satanás se ha querido aprovechar para meter en tu mente la idea de la muerte a través del suicidio. Satanás te sume en la soledad y te asegura una venda para que no veas los caminos y no escuches los consejos de Dios. Te sientes vacío y por mucho que te esfuerzas no logras cubrir ese vacío en tu alma y en tu espíritu. Quizás hayas llegado a conquistar algo y después te embarga el desánimo el vacío o talvez ni siquiera te animas a conquistar algo y te sientes incapaz. O piensas si tuviera un trabajo, un hijo, una nueva oportunidad, un título un esposo, dinero, estudios, una casa pero yo te digo que eso no es la solución

Talvez eres una persona agotada por sus esfuerzos personales buscando el camino de la satisfacción pero en vano. Quizás lloras sobre tu almohada en la soledad de tu alma disgustado por los errores e irritado por los fracasos y no sabes a quién acudir. Talvez ya has perdido la fe en Dios y en su poder para aliviar tu situación, pero te hablo de un Dios misericordioso que entregó a su hijo para derramar su sangre para darte vida y no para quietártela. El se puede manifestar a tu vida si se lo pides, tengo infinidad de testimonios que el escucha el clamor de la desesperación. Yo lo desafié y me gano y me ha puesto a trabajar para el

El pastor Sergio Montañés cuando iba por la avenida Brasil (Lima Peru) rumbo al paraíso de los suicidas paso por la puesta de la IACYM y el Señor se le rebeló y le hablo, ahora esta pastoreando en España. Los japoneses se suicidan teniendo trabajo y tecnología por que eso no llena el corazón y son mas de 9 personas por día las que se suicidan. Un reverendo de la iglesia “El Dios todopoderoso” llamó a su casa y por error marcó otro número; volvió a llamar y le contesto su esposa y hablo con ella. Al siguiente día recibió una llamada preguntándole porque había llamado al número de ese señor que le llamaba y el pastor le dijo que no lo conocía ni lo había llamado. No me explico pero le contaré lo que me paso anoche: había decidido suicidarme y en el último minuto le dije a Dios si existes y el suicidio no viene de ti dame una señal y que suene el teléfono. …y el teléfono sonó. Me acerqué allí y vi en el identificador de llamadas que el que llamaba era “El Dios todopoderoso” y tuve miedo de contestar. Hoy recién me animé a llamar para averiguar. Estoy vivo y sorprendido de que hay un Dios real que no desoye el clamor.

Un pastor que tenía 50 personas en su congregación predicó acerca de iglecrecimiento y considero que no tenía autoridad para predicar sobre eso. Yo tuve dos experiencias seguidas pero Dios tenía un plan precios para mi vida.

Conclusión

Como vas a salir del vacío del cual quiere aprovecharse Satanás para inducirte al suicidio. ¿Has acariciado alguna vez la idea del suicidio? Arrepiéntete ahora y cierra tus oídos a escuchar el susurro de Satanás. El te dirá que ya no hay solución para tu problema y hará que lo veas enorme y es lo mismo que hizo con 10 de los 12 espías de la tierra prometida. No te dejes engañar y dile Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Isaías 30:15 ”Porque así ha dicho Jehová el Señor, el santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.” Confía en Él y Él hará. No des cabida a la serpiente antigua que engaña a todo el mundo y es Satanás. Hoy recibirás alegría para tu vida por que el espíritu Santo te revelara lo que vas a llegar a ser en Cristo Jesús.

Ministerio: Iglesia Bíblica Emmanuel

III. Doctrina

Según el diccionario de la Real Academia Española, una de las definiciones de la palabra doctrina es: “…Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentadas por una persona o grupo…”  Una de las preocupaciones más grande que tiene un pastor acerca de la Iglesia, sin duda alguna tiene que ser la cuestión doctrinal, ya que tarde o temprano tendrá que dar cuenta de lo que ha hecho.  Esto es algo que encontramos bien reflejado en Hebreos 13:17 cuando leemos: “…Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso…”  Pero no obstante esto, existen numerosas doctrinas, en otras palabras, opiniones religiosas y filosóficas, que solo sirven para separar al hombre de Dios.  Así que la pregunta que surge ahora es: ¿cómo puede el cristiano diferenciar entre la sana doctrina, y la falsedad?    En realidad la respuesta a esta pregunta es bien es fácil.  Digo que es fácil porque para encontrar la verdad solo existe un instrumento que se mantiene constante, y éste instrumento es la Palabra de Dios.  El hombre cambia de opiniones, modifica doctrinas, y adopta filosofías, para su propia conveniencia.  Y es exactamente por eso que en 1 Juan 4:1 encontramos que se nos dice: “…Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo…”  Dile a la persona que tienes a tu lado: cuidado. La Palabra de Dios es constante en todo momento.

Fíjense como lo dijo el Señor en Mateo 24:35 cuando leemos: “…El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán…”  La Palabra de Dios es constante y viva, no existe situación o pregunta que no pueda responder.  Fíjense como esto queda muy bien reflejado en Hebreos 4:12 cuando leemos: “…Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón…”  Así que si queremos saber que la doctrina que hemos adoptado, o la que apoyamos en una iglesia o congregación es verdadera, lo único que tenemos que hacer es compararla a lo que nos enseña la Palabra.  Dile a la persona que tienes a tu lado: no aceptes nada que no sea bíblico.   IV.  Predicación  Una gran realidad es que en el mundo existen muchos que profesando predicar la verdad manipulan, y engañan a muchos con el propósito de satisfacer su avaricia.  Muchos se han apartado de las verdaderas enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.  Y es por eso que debemos y tenemos que estar muy atentos a lo que escuchamos y/o leemos.  La gran realidad es que todos aquí podemos ser fácilmente engañados por predicadores que realmente no sirven a Cristo, y esto es algo que encontramos bien declarado en 2 Corintios 11:14-15 donde se nos advierte: “…Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras…”  Dile a la persona que tienes a tu lado: no aceptes todo lo que escuchas.

Cuando el Señor estaba enseñando acerca de las señales antes del fin, encontramos que Él nos dice: “…Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos…” (Mateo 24:24).  Y deseo que quede bien claro que con mi próxima declaración yo no estoy diciendo que el fin será pronto, o que pretendo saber cuándo será. Pero si les digo que este mundo está lleno de falsos Cristos (palabra griega: “pseudochristos”, [pronunciada: sudá-crestós], definición: “uno que falsamente reivindica el nombre y la posición del Mesías”[9]).  Usemos la iglesia mormona de ejemplo.  Fíjense bien en lo que dijo Joseph Smith (fundador del culto mormón) acerca de él mismo: “…Tengo más de qué jactarme que ningún hombre ha podido. Yo soy el único hombre que ha sido capaz de mantener unida una iglesia desde los días de Adán. Una gran mayoría de la totalidad ha estado a mi lado.

Ni Pablo, Juan, Pedro ni Jesús nunca lo hicieron. Me jacto de que ningún hombre hizo un trabajo como yo. Los seguidores de Jesús corrieron de él, pero los Santos de los Últimos Días nunca han corrido de mí todavía.[10]”  Y como si todo esto no fuera lo suficiente Brigham Young, el segundo profeta del culto mormón declaro: “…ningún hombre o mujer en esta dispensación entrara en el Reino celestial de Dios sin el consentimiento de Joseph Smith…”[11].  Este hombre también dijo que para ser salvos hay que confesar a Joseph Smith como un profeta de Dios[12].  No continuare citando ejemplos de cultos que pretenden tomar la posición del Mesías, porque de hacer esto no tendríamos tiempo para terminar hoy.  Pero solo basta decir que escogí la iglesia mormona como ejemplo porque es una iglesia que según las estadísticas continúa creciendo, a pesar de que lo que enseñan y practican es anti bíblico.

La predicación es uno de los cuatro pilares que tenemos que edificar sobre la fundación de nuestra fe, porque a través de la predicación el Señor nos habla.  A través del la predicación recibimos convicción de error y pecado.  A través de la predicación somos fortalecidos y vigorados.  Y es exactamente por estas razones que en Hebreos 10:25 encontramos que se nos dice: “…no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca…”

Para concluir.  Los cinco pilares del cristianismo son: el nacimiento virginal de Jesús; la deidad de Jesús; la expiación por la sangre de Jesús; la resurrección corporal de Jesús, y la segunda venida de Jesús.  Estos son los cinco principios básicos de nuestra fe, en otras palabras, la fundación sobre la que tenemos que edificar.  ¿Qué tenemos que edificar sobre la fundación de nuestra fe?

Tenemos que erigir las columnas que sostienen el peso del diario vivir.  Tenemos que erigir las cuatro columnas que soportan el peso que el mundo produce en nuestra vida.   Tenemos que erigir la columna de oración.  ¿Por qué?  Porque la oración produce paz; la oración produce liberación; la oración produce Milagros. Tenemos que erigir la columna de la Palabra de Dios.  En otras palabras, no solamente conocer la Palabra de Dios, sino tenemos que vivirla.  ¿Por qué?  Porque cuando uno no practica lo que aprende, entonces todo ese conocimiento pasara a ser parte de nuestra memoria, pero nunca parte de nuestra vida.   Tenemos que erigir la columna de doctrina.  En otras palabras, tenemos que saber diferenciar entre la sana doctrina, y la falsedad.  Y esto es algo que solo podremos hacer a través de la Palabra de Dios. Tenemos que erigir la columna de predicación.

En otras palabras, tenemos que estar atentos a lo que escuchamos, y no aceptar nada sin confirmar.  Recordemos que existen muchos falsos profetas y falsos Cristos que con palabras suaves y bonitas, y que con promesas falsas han engañado y continúan engañando a muchos.  Así que escucha, prueba, y si tienes que hacerlo, ¡huye! Estas son las cuatro columnas que nos ayudaran a sostener las presiones del diario vivir, pero recordemos que para poder distribuir el peso completo en una construcción, normalmente se necesitan cuatro columnas.  En otras palabras, no podemos concentrarnos en solamente una y desatender las otras, porque esto solo nos conducirá al fracaso espiritual.  Sería igual que tener una mesa de cuatro patas y quitarle una, y no digamos que le quitemos dos. En todo caso la mesa no podría sostener el peso de lo que le pongamos encima, sino que se caería.  Así que ahora queda solo una pregunta: ¿estás dispuesto a edificar?

[1] Five Pillars of Orthodox Judaism or Open Charedism by Rabbi Asher Lopatin

[2] Encyclopedia Britannica

[3] Isaías 7:14; Mateo 1:18-25; Lucas 1:26-38.

[4] Juan 1:1-14; 10:30-33, Colosenses 1:15-17, 2:9, 9:5 Romanos, 1 Timoteo 3:16; Tito 2:13.

[5] Juan 3:16; Mateo 26:28; Hechos 20:28; 1 Pedro 1:18-19; 1 Juan 1:7.

[6] Juan 20:1-20; Mateo 28:1-20; Marcos 16:1-20; Lucas 24:1-53; 2 Timoteo 2:8.

[7] Juan 14:1-3; Mateo 24:29-51; Marcos 13:24-37; Lucas 21:25-36; 17:25-36; 12:41-48; Hechos 1:11; Apocalipsis 1:1-8.

[8] Hechos 12:1-16

[9] Blue Letter Bible Lexicon

[10] History of the Church, Vol. 6, pp. 408-409, 1884

[11] Journal of Discourses, vol. 7, p. 289

[12] Journal of Discourses, vol. 9, p. 312