Devocional – José: tentado y acusado, pero firme en su fe

Devocional – José: tentado y acusado, pero firme en su fe

Confiar en Dios, y vencer la tentación, requerirá de una firme enfoque en EL. La vida de José nos provee una buena ilustración.

Manteniendo nuestros ojos en EL, nos ayudara en hacer fuerte nuestra FE en el momento de tentación y dolor. Los hermanos de Jose lo odiaban tanto que lo vendieron a una caravana cuando se dirigían a Egipto. Al llegar, se convirtió en un esclavo de Potifar, el capitán del guardián del Faraón. Jose tomo la traición con un corazón sencillo. En lugar de convertirse en rencilloso o renuente a cooperar, eligió ejercer cada tarea que le asignaran con excelencia. Como resultado fue promovido como el cuidador de la casa de Potifar. Todo el tiempo Jose enfoco su carácter en Dios quien lo prosperó.

Mantener nuestro enfoque en la FE, nos permite también alejarnos de la tentación y elegir a Dios en esos momentos en los que el pecado y nuestra carne nos llaman.

La esposa de Potifar intentó seducir a Jose, pero él la rechazó firmemente. Cuando Jose renunció a pecar, ella falsamente lo acusó de haberla atacado y sus mentiras fueron creídas por su esposo. Potifar, ignorando el buen testimonio de José y su buen trabajo, lo envió a prisión.

¿Hemos estado alguna vez en el lugar de José? Probablemente preguntamos a nuestro Padre ¿porque sucedió esto? O sufrimos pensando en cuan injusto fue este trato de los demás hacia nosotros, o porqué las tentaciones acechan con tanta fuerza. Sin embargo, José no quitó su vista de Dios, y siguió creyendo que Él lo seguía sosteniendo.

La adversidad revela nuestra sustancia de FE. En tiempos difíciles descubrimos cuanto realmente creemos en Dios. Si dudamos de Dios y sus promesas, y si esta duda hace raíz en nuestro pensamiento, tales dudas nos pueden guiar a caer en en pecado.

Porque José decidió consistentemente CREER, ¡reconoció que la constante presencia de Dios le daría la victoria, estando bajo ataque de acusaciones y fuerte tentación sexual!

¡Que Dios te bendiga!