Devocionales Cristianos – “LO QUE HAGO…LO ENTENDERAS DESPUES”

DEVOCIONAL DIARIO – “LO QUE HAGO…LO ENTENDERAS DESPUES”

Grandes y estupendos son los progresos de la ciencia. Pero aun se ignora más de lo que se sabe. En los últimos veinticinco años hemos penetrado en el espacio millones de años luz. Pero aun no sabemos a qué se debe, justamente, un dolor de cabeza. Hemos progresado fenomenalmente en el transplante de órganos. Pero aun no hallamos la cura para el resfrío común.

Conocemos perfectamente bien el funcionamiento de todos los miembros y órganos de nuestro cuerpo. Pero todavía ignoramos quién es el hombre. No basta decir, junto con Buda “Que el hombre es un saco con nueve agujeros”, o con los mecanicistas modernos que “somos una máquina de funcionamiento casi perfecto.”

El doctor Alexis Carrel dice que “Estamos formados por una procesión de fantasmas, en medio de los cuales avanza una realidad desconocida.” Hemos descubierto todas las leyes de la física, la mecánica y la química, y podemos fabricar aparatos ingeniosísimos y juguetes electrónicos pasmosos. Pero aun nadie sabe que hay en el centro del planeta.

Muchas de las leyes que gobiernan el universo, la naturaleza y el alma del hombre, probablemente no se sepan jamás. Por lo menos no se sabrán de este lado de la eternidad. La mente del hombre, con todo y ser asombrosa, es incapaz de retener todo el conocimiento que es necesario.

Algo de esto le dijo Jesús a Pedro, en el evangelio de Juan, capítulo 13, verso 7: “Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después” La pobre mente de Pedro no penetraba en el significado de la sencilla ceremonia de lavarles los pies a los discípulos.

Jesús se había quitado el manto, y se había ceñido una toalla. Luego, tomando una palangana y echando agua, había comenzado a lavar los pies de los discípulos.

Algo extraño en un rabí, y más en esa ocasión especial de la cena de pascua. Pedro solo vió el acto exterior. Un simple lavar de pies a la manera que hacían los servidores a sus señores.

Pero Jesús estaba enseñando una verdad espiritual profunda. Al lavarles los pies a sus discípulos Jesús quería decirles: “Ustedes ya están limpios del pecado, por la fe en mi sangre que pronto se derramará. Pero todavía deben lavarse, esto es corregirse amablemente, unos a otros, para que sean perfectamente limpios, tanto en el corazón, por mi sangre, como en la conducta y comportamiento, por mi ejemplo.”

Porque mi amable amigo, así es la doble limpieza que Cristo quiere hacer de nosotros. Tenemos tantas cosas que aprender, saber las más importantes, las que harán transcender eternamente a nuestra vida. Las que tienen que ver con nuestra salvación y nuestro caminar cotidiano. Y esas, las verdades más importantes, el único que las enseña, se llama JESÚS. Deja que El sea tu maestro y síguele con todo tu corazón.

(Mensaje predicado originalmente en el programa radial “Un Momento con Alberto Mottesi” que se transmite diariamente por más de 1,200 emisoras.)

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