Biblia

Devocionales Cristianos para Mujeres – Seguidores del príncipe de paz

Devocionales Cristianos para Mujeres – Seguidores del príncipe de paz

Devocionales Cristianos para Mujeres – Seguidores del príncipe de paz

“Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla, y toda la ropa teñida en sangre serán arrojadas al fuego, serán consumidas por las llamas. Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros,  y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte,  Padre eterno, Príncipe de paz” Isaías 9:5-6

Hoy estuve dando una última mirada antes de cerrar mi cuaderno de meditaciones del 2009, me puse a repasar los devocionales que escribí durante todo mi año pasado y cuando casi llegaba al final noté que el 25 de diciembre, puse este título: “Quiero ser seguidora del príncipe de paz”. Había meditado en el capítulo 11 de Isaías, y me había quedado maravillada de las características y la personalidad del futuro Salvador, me sentí inspirada a querer imitar en todo a mi Rey y por eso puse este título,  porque yo imperfecta como soy, estoy consciente que si quiero merecerme el título de cristiana tengo que parecerme a mi Cristo.

Pero, ¿Cómo es el príncipe de paz? Sus características son maravillosas:

El Espíritu del Señor reposa sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor. Él se deleita en el temor del Señor; no juzga según las apariencias, ni decide por lo que oye decir, sino que juzga con justicia a los desvalidos,  y da un fallo justo  en favor de los pobres de la tierra. La justicia es el cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cintura.

Les contaba que hoy me puse a releer mis devocionales pasados, la verdad es que estaba triste, a veces llegan a mis oídos comentarios de cristianos de otras iglesias, de mi propia congregación, afirmaciones sobre pastores y  líderes; juicios, críticas, celos, chismes, pleitos, resentimientos, ataques, ingratitudes, más exageraciones y más apreciaciones llenas de envidia y maldad, y por eso buscando en mi cuaderno encontré que hace poco, justamente los cristianos celebramos al príncipe de paz, sin embargo, algunos, que no se han desarmado de su vieja naturaleza siguen con las botas de guerra queriendo provocar hostilidades cuando entre los hijos de Dios debiera haber paz.

“Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla, y toda la ropa teñida en sangre serán arrojadas al fuego, serán consumidas por las llamas. Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros,  y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte,  Padre eterno, Príncipe de paz

Los cristianos no peleamos nuestras batallas espirituales con las artimañas del maligno, los cristianos no debemos teñirnos con sangre de otros cristianos, no debemos lanzarlos al fuego del hades, porque el príncipe de paz, el salvador de los cristianos es uno que no juzga según las apariencias, no decide por lo que oye decir, él juzga con justicia, y el cinto que adorna su cintura dice justicia y fidelidad.

Queridos cristianos, no peleemos con otros cristianos, no critiquemos a sus pastores, no juzguemos a sus ministros, dejemos de mirar sus formas, no perdamos tiempo haciendo guerra, ellos no son nuestros adversarios, recuerden somos el pueblo de Dios, somos seguidores del príncipe de paz.

“Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,  porque serán saciados.  Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión. Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.”

Este año trabajemos por la unidad de los cristianos, que nos conozcan por ser seguidores del príncipe de paz, si lo hacemos así, seremos llamados hijos de Dios.

Dios les bendiga queridos hermanos cristianos, hagamos la paz en Cristo Jesús.

Martha Vílchez de Bardales