Dios no tiene principio, él no se guía de sentimientos. Pedro le dijo “no te acontezca tal cosa” y Jesús le dice “apártate de mí satanás”. No se fiaba de los sentimientos de Pedro. En la Santa cena Pedro no se atrevió a preguntarle al Maestro quien era el que le iba a traicionar, estaba su corazón con una herida aún no cerrada. Por eso le pidió a Juan, “pregúntale tú”. Cuando el Señor habla no lo hace bajo repetición de enseñanzas, una fuente que brota, da agua diferente por segundos.
El tiempo corto, cortísimo, de la gracia está siendo para mucho pueblo de Dios muy intenso y concentrado.
A Dios lo que le importa de nosotros, venga mañana o venga pasado, es que le obedezcamos. En el milenio, Cristo será la luz de este Planeta. Las enseñanzas del hijo serán compartidas por los Santos en esos mil años. En los mil años últimos Jesús va a demostrarle al mundo entero que se puede vivir en paz y armonía.
En el milenio no habrá marca alguna de la Bestia. Todo será creación de Dios.
Tuvieron al principio al Hijo de Dios treinta y tres años y solo le llamaron “El hijo del carpintero” que visión o revelación tenían. Los hijos verdaderos sólo reconocer un Padre en los cielos.
Cuando nos creemos que somos algo, entonces ya no sabemos nada. “El que quiere ser sabio, hágase ignorante”. Debemos buscar el buen ambiente de Dios, Él mora ahí. Los que han caído de la gracia, gimen por la manifestación del hijo de Dios. Hay muchos creyentes que tienen problemas de creencias y por eso siempre están vagando entre dos pensamientos.
Hemos hecho común la Palabra “Cristo viene pronto”, “Él está por llegar”, “la venida del Hijo es ya” etc. por eso la realidad es que en el Cielo Él ya ha venido.
Las personas que son irreprensibles no pueden llevar ni una pequeña mancha en su vida. Son así para Dios.
“Sean siempre tus vestidos blancos”, estos han llegado a un punto que cualquier cosa que les sucede se esfuerzan por la santificación.
Los que no son irreprensibles se beben el pecado como agua y no les importa. Los irreprensibles cumplen con todo, incluso en la sociedad.
No podemos vivir desordenadamente y luego creer que seremos recibidos en su Presencia, como cualquier cosa. La sabiduría de los pequeños de Dios avergüenza a aquellos que son del Maligno. Los Santos han de ser purificados por la Sangre de Cristo y después lavados por la Palabra.
¡La labor de los pastores es tan difícil! Porque deben restaurar lo que el Diablo a destruido. Los pastores que no reprenden a las ovejas, con Palabra del cielo, serán en la gran tribulación incluso comidos por esas misas ovejas que no recibieron la Palabra. Hoy es el tiempo en el que no podemos vivir sin Santidad, su Iglesia está en estrecho.
Los que viven con una vida irreprensible son los que hacen un cerco alrededor y rechazan la maldad. Dios está concediendo a su Iglesia un tiempo corto de Gracia.
Juan 12:1-3
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
Cuando Dios hace un milagro de vida o muerte en nuestra vida, debemos hacer una fiesta para celebrarlo delante de la familia y de los hijos de Dios.
Los que no son convencidos por el Espíritu empeoran su relación con Dios y perjudican la relación de la Iglesia con el Cielo. Él es quien sostiene nuestra vida y también está con los que sostienen la vida de los santos.
En el cielo nada sale mal, todo lo inmundo e impuro solo está aquí y en los infiernos.
Desde que salimos del cuerpo hasta que entramos a la salvación más pequeña, nuestro espíritu pasará un tiempo de adaptación que incluso será dolorosa. Serán salvos estos, así como por fuego. Esta operación no será la misma para aquellos que pasaran al primer reino y superiores.
El profeta y el pastor tocan los milagros mediante la Palabra para transformar las almas que van siendo redimidas. En el cielo tienen todo apuntado, sobre todo aquello que se nos ha dado y no le hemos correspondido. Para los que van al infierno pasaran dos veces bajo tierra, primero en la tumba y después bajo los escombros de las profundidades infernales.
Si andamos por vista solo deseamos llenar nuestros ojos de la carne, peo para aquellos que andan y viven por el espíritu solo se sacian de la Palabra viva.
Somos cuerpo de Cristo, tenemos una célula de su cuerpo y esta se reconstruye en nosotros cuando lo creemos.
Esforcémonos en no pecar. No hagamos vanas repeticiones de lo que sabemos y practicamos, seamos íntegros a la hora de servir al Maestro. María, hermana de Marta era puro servicio, era fragancia selecta que no existe terrenalmente. Ella había creado ese perfume en su corazón y reservado para su Amado Jesús. María organizó esa fiesta para celebrar el milagro de su hermano Lázaro. El servicio de María fue en espíritu y verdad. Ella tomó del fruto de su congregación y lo derramó al servicio de su Profeta. Le dio reconocimiento de profeta al ungirlo con perfume.
Cuando Dios ve el corazón no echa cuentas de la apariencia física. Nosotros nos fijamos en el exterior de nuestro dinero, posición social, salud o enfermedad, pero Él solo atiende a los que se humillan ante su Poderoso Nombre.
Debemos pelear por ser los mejores de la Iglesia, porque de esta manera buscaremos de todo corazón que nuestras ropas estén irreprensibles.
Dentro de mi corazón hay nardo puro pero solo delante del Altar Divino es donde he de verter mi perfume. Lo que se pelea aquí en carne y con las armas espirituales, serán las guerras que ganaré arriba en los cielos. Delante de su Majestad nada puede hacerse en desorden. Dios es fuerza y poder y por Él se sostiene todo lo creado.
Todo por Él y para Él.