A Dios debemos demostrarle, pasión, desespero, anhelo… Para que así Él pueda ver fe en nosotros. Si nos disciplina Él Padre, quiere que nos disciplinemos nosotros y entre nosotros.
En el cuerpo de Cristo tiene que haber sensibilidad. Pero la verdadera sensibilidad es la que no hiere la obra del Espíritu Santo en el cuerpo.
Hoy día nadie pelea por la vida de Dios, todos se preocupan de servirse y cubrirse a si mismos.
Dios quiere encontrar hijos que enferman de hambre por su Amor. Tanto Amor de Dios enferma a los santos. Esta no es una enfermedad para muerte.
Estos enfermos tienen un testimonio delante del Padre, que son tenidos en gran estima por Cristo.
Jacob fue muy persistente, hasta que llegó a pelear contra Dios. El buscaba la bendición, anhelaba la porción de su padre. Ninguna bendición sale gratis.
Ser a la semejanza de Cristo, no es ser como Él, en gloria, sino como Él en su obra.
Yo debería vivir y actuar a la manera de Dios. Dios dice hoy: “Todo se hará a mi manera”.
Esta manera de actuar que hay hoy, es totalmente contraria a la manera de Dios.
Dios se refleja, solo en aquellos que le aman de verdad. Un ejemplo de alguien que actuó a la manera de Dios, que cumple casi fielmente a Cristo fue David.
Trabajar y comportarnos a la manera de Dios no siempre agrada a los hombres. Muy pocos lo consiguen. La fe tiene siempre el “no” delante. Dios siempre será mal visto por todo lo que es de la carne.
El ego viene viciado y es esclavo del mundo, por ello, siempre será contrario a las maneras de la fe de Dios.
El odio se alimenta del vomito del perro.
El Amor de Dios se alimenta de la pasión de sus santos.
Cuando un padre terrenal es a la manera de Dios, enseñará a sus hijos también a la manera de Dios.
Isaías tuvo que aprender a predicar a la manera de Dios. Ningún discípulo hacia las cosas a su manera, y lo fueron aprendiendo en su caminar.
Un verdadero discípulo es amigo y un reflejo de aquel que lo enseña.
A la manera de Dios equivale renunciar por Él, incluso a cosas grandes.
Isaías 14:24
Jehová de los ejércitos juro diciendo: ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he
determinado;