Biblia

DISCIPULANDO EL MINISTERIO

DISCIPULANDO EL MINISTERIO

El hambre determina donde estarás cuando Él nos llame. Todo lo que el Señor quiere hacer con nosotros es un discipulado para que nuestra colaboración sea espiritual.
 
El Cielo es lo grande que nosotros vemos a Jesús. Cada cual merece según su ego una medida, pero en realidad, es Dios con su Gracia que a cada uno le da una medida distinta.
 
Somos espíritu y cuerpo. Adán primero era un ser “espíritu viviente”. Eva no conocía la Palabra y su lugar estaba en la parte más baja del paraíso. Adán amaba a Eva y se dejó gobernar por el desliz de su mujer.
 
Por una vez que un niño se bebe una botella de cerveza, eso no lo convierte en alcohólico. Si esta situación se repite puede que desencadene ese problema. Eva no tropezó sólo una vez con el árbol de la ciencia del bien y del mal, seguro que una y otra vez fue inducida por Satanás. Muchos cristianos incurren en faltas y pecados que si rápidamente se arrepienten y se limpian, todo queda escondido y olvidado en el Perdón de Dios. “El Perdón” Divino no cubre las caídas en pecados de muerte. Igual que a Eva no le dio tiempo a rectificar y arrepentirse.
 
Llegar a creer a los llamados espirituales pero que no tienen humildad, seguro que caeremos en condenación de legalismos.
La palabra “espiritual” refiriéndose a la carrera que hemos decidido hacer en Dios quiere decir que primero nos hemos sentado a valorar lo que Dios quiere de mí.
 
Llegar al final dependerá de si en el camino sabemos hacer puentes para salvar dificultades.
Lo espiritual que soy, lo decide el nivel de espíritu que tengo. Primero para aprender debo coger conciencia de lo costoso del camino.
El “apartado” de Dios es aquel que vive en el mundo pero no participa de los bocados de Satanás.
 
Si no tengo desafíos en Dios, es como si no existiera. Los mártires de las iglesias primitivas eran desafiados y experimentaban la muerte.
Las riquezas que Dios le ha dado al Pastor, es porque lo que más considera él de Dios, es la Gracia “la Gracia es capacitadora”.
El espiritual no se enamora de la belleza de la vida si no que mira a aquellos que reflejan a Jesús en la parte del Esplendor Divino.
Una persona que en la congregación ha recibido un abrazo del Pastor y ha recibido un giro en su mente que le ha puesto de cara a Dios directamente, esto es un milagro en directo. El arrepentimiento auténtico es aquel que una vez en pie decide seguir a Dios fielmente.
 
Uno arrepentido al momento vale más que noventa y nueve justos que no sienten nada.
En el auténtico arrepentimiento no hay religiosidad alguna.
Cuando el cariño falta desde la niñez, a la larga se vuelve un corazón pródigo en la congregación y solo un milagro puede ponerte de vuelta de nuevo en su camino.
 
La religiosidad es aborrecible para Dios, porque busca ídolos continuamente.
Humildad, arrepentimiento y espiritualidad.
 
La humildad nos hace dulces, así Él se deleita en medio de las reuniones.
Las generaciones pasan pero no todos aprovechan esa oportunidad que del cielo baja.
El enemigo nos tumba hasta siete veces, pero si esas siete veces nos levantamos, aun podemos decir que no nos ha destruido y en su última pelea le ganaremos.