Dos maneras de afrontar la vida
por Desarrollo Cristiano
Sermón basado en Filipenses 3.17-21
Introducción
Nos encontramos en una época de imitación, se imita especialmente a las personas ricas y famosas. En ninguna manera es considerada la conducta ética de tales personas, únicamente atrae la forma en cómo han obtenido fama y riqueza.
Muchas personas cristianas, también, son imitadoras de a aquellas que en el ámbito cristiano son famosas y espirituales. Como cristianos, ¿a quién debemos imitar? ¿Qué nos recomienda Pablo?
¿En qué sentido quería Pablo que lo imitarán los creyentes? ¿Qué tipo oposición enfrenta en su lucha para vivir como un cristiano? ¿En qué forma puede renovar su compromiso de avanzar hacia la meta de ser como Cristo?
1. La advertencia a caminar con dignidad. (3.17)
A. Al seguir el ejemplo de Pablo.
1. Pablo animó con frecuencia a otros que siguieran su ejemplo. (Véase . Fil 4.9; 1 Co 4.16; 11.1)
2. Algunos hermanos siguieron su ejemplo. (1 Ts. 1.6-9)
3. ¿De qué manera la gente podría imitar a Pablo?
a. En el mismo grado que él intentó imitar a Cristo. (Véase 1 Co 11.1)
b. En su dedicación a Cristo Jesús. (Véase Fil 3.7-16)
B. Modelos a imitar.
1. Los de Tesalónica imitaban a Pablo. (1 Ts 1.6-9) Es la misma invitación, imiten lo que es digno.
2. Se tiene que estar pendiente de la manera en que viven otros para imitar lo bueno. (Véase Sal 37.37)
3. Consideremos la conducta. (Véase He 13.7)
C. Es bueno imitar los buenos ejemplos, pero es mejor ser buen ejemplo.
1. Como imitar a aquellas personas que enseñan y predican la Palabra. (Véase 1 Ti 4.12; Tit 2.7-8)
2. Como imitar al liderazgo. (He. 13.7; 1 Pd. 5.1-3)
II. Cómo caminar teniendo cuidado de los enemigos de la cruz. (3.18-19)
A. Ya se les conoce: Eso ya se lo había dicho a ustedes varias veces
1. Para Pablo vale la pena repetir. (Véase Gá. 1.8, 9; 5.21; Fil 3.1)
2. Ocasionalmente les ha hablado negativamente. (Véase Fil 3.2)
B. Se les debe compadecer: pero ahora vuelvo a repetirlo con lágrimas en los ojos
1. Aun cuando se hable o se predique negativamente, no debe faltar compasión. (Véase 2 Co 2.4 )
2. Pablo está fijando el ejemplo a seguir.
a. Se deben amar nuestros enemigos
b. También a quienes son enemigos de la cruz de Cristo.
C. ¿Quiénes son enemigos de la cruz?
1. Sabemos que son muchas personas
a. Andan por diferentes caminos. (Véase Mt 7.13-14)
b. Es un grupo
2. Sabemos cual es su destino final
a. y su fin es la perdición. (Véase 2 Ts. 1.7-9)
b. Se tiene que considerar el resultado de su conducta.
3. Sabemos cuál es su dios. De esto dependen.
a. Es el placer: Su dios son sus propios apetitos
b. Sólo están pendientes de los apetitos de la carne.
4. Sabemos en donde está su orgullo.
Sienten orgullo de lo que debería darles vergüenza. Se enorgullecen de las cosas que son realmente vergonzosas
5. Sabemos de qué están pendientes: su mente está fija en el placer terrenal.
a. Su mente está puesta en todo aquello que produzca placer.
b. Por el contrario el cristiano debe pensar en lo correcto. (Véase Fil 4.8; Col 3.1-2)
III. Por qué imitar a Pablo y a otros cristianos: Por la herencia espiritual. (3.20-21)
A. La gloria futura: nosotros somos ciudadanos del cielo
1. Nuestra verdadera lealtad está allá arriba, no en esta tierra.
2. Es allí donde está reservada nuestra «herencia» (Véase1 Pd 1.3-4)
3. Tenemos grandes responsabilidades. (Véase 1 Pd. 2.9-12)
B. Por la esperanza: estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo, que cambiará nuestro cuerpo.
1. En este momento, el Señor está en el cielo pero volverá otra vez. (Hch1.9-11)
2. Cuando el vuelva, en gloria, nos transformará en ciudadanos del cielo.
a. Cuando cambie nuestro cuerpo miserable.
b. En un cuerpo que sea como su propio «cuerpo glorioso».
3. Lo hará con el mismo poder con el que domina todas las cosas. (Véase Mt 28.18; 1 Pd. 3.22)
Conclusión
1. ¿Caminamos con el Señor por las misma razones que tiene Pablo?
2. ¿Cómo vivimos nuestra vida cristiana? ¿Cómo ciudadanos del cielo? O, ¿Cómo enemigos de la cruz?
3. La respuesta depende de nuestros intereses:
a. Si son terrenales, somos enemigos de la cruz. La satisfacción de nuestras necesidades se han convertido en nuestro dios, y avergonzamos al Señor.
b. Si son celestiales: somos ciudadanos del cielo; que aguardamos con impaciencia la venida del Señor y nuestra transformación.