Biblia

El anhelo de Job

El anhelo de Job

Job anhelaba que sus palabras de pesar fueran esculpidas en granito para que la gente de todas las épocas pudiera enterarse de todas las cosas que estaba padeciendo. Pensaba que sus palabras serían olvidadas. No sabía que sus palabras le sobrevivirían. Pero, imagínese, ¡Dios decidió incluirlas en su Palabra eterna! ¡Junto con escrituras como Génesis 1, Salmo 23, Romanos 8, 1 Corintios y Apocalipsis 22, recordamos a Job 19:25-27 hasta el día de hoy!

Por mi parte, yo sé que mi redentor vive, y que al final se levantará sobre el polvo. Y después que hayan deshecho esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios. Lo verán mis ojos y no los de otro. Mi corazón se consume dentro de mí.
Gracias al Magnun Opus de Handel, en todas las navidades escucharnos ese mensaje una y otra vez. ¡Job no imaginaba ni remotamente en su terrible angustia que su Señor honraría su nombre preservando sus palabras para que el mundo las oyera y las cantara!

Tengo que hacer una pausa aquí para dirigirme a aquellos cuyo Dios está distante y callado. Y, quizás (al igual que Job) sus enemigos han comenzado a volverse contra ellos. ¡Hay un futuro más brillante que sus sueños más fantásticos! Como lo experimentará Job algún día, la justicia se impondrá, Dios quitará el mal, y el bien eclipsará al mal. Al final, Dios es quién ganará. Y lo mismo sucederá con nosotros. Job será reivindicado, recordado y respetado, y todos los Zofar, Bildad y Elifaz serán juzgados, silenciados y olvidados. “Temed por vosotros ante la espada. Porque la espada representa la ira contra las iniquidades, para que sepáis que hay un juicio” (Job 19:29).

En medio de su desgracia, Job no había perdido de vista quién estaba en lo correcto y quién no. Les recordó a los tres hombres que el juicio y el castigo vendría sobre ellos, no sobre él.

¡Mantenga su atención centrada en el futuro!

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2010 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.