El día de Pentecostés y la venida del Espíritu Santo: el nacimiento de la Iglesia, Parte II
por Ministerios Alfa y Omega, Inc.
Sermón basado en Hechos 2:1-13
Texto bíblico: Hechos 2.113
Puntos a desarrollar:
Punto 1 (2.1) La providencia de Dios y la fiesta de Pentecostés: Se tiene que entender la fiesta de Pentecostés para poder ver la providencia de Dios en acción. El Pentecostés se celebraba cincuenta días después de la Pascua. También se le conocía como «el Día de la Primicias» (Nm 28.26), o «las Fiestas de las Semanas» (Ex 34.22), o la «Fiesta de la Cosecha». El Pentecostés era un día glorioso de celebración, un día cuando la gente adoraba y agradecía a Dios. Los judíos daban gracias a Dios por tres razones específicas:
1. La cosecha de los campos. El nombre de esta celebración significa «primicias» y se llevaba a cabo alrededor del primero de junio cuando los primeros frutos de la cosecha estaban listos. En realidad, iniciaba la temporada de cosechas.
2. El Éxodo, la liberación del pueblo de Israel del yugo egipcio (Dt 16.12). Los israelitas le agradecían a Dios por haberlos liberado de la esclavitud. (Dt 16:12).
3. Las leyes dadas en el monte Sinaí (Ex 1920). Este fue el día en que Israel fue constituido como nación. Los israelitas debían vivir como el pueblo elegido por Dios, y agradecerle por su presencia, Ley, regulaciones y principios que estableció para gobernar sus vidas y nación. Los judíos calcularon que la Ley fue dada cincuenta días después del éxodo.
Ahora, fíjese en la providencia de Dios, en como estos tres eventos se cumplieron con la llegada del Espíritu Santo.
1. Cuando «el Pentecostés había llegado» los primeros frutos nacían, la iglesia y la primera cosecha de almas. Un nuevo principio, es decir, la llenura del Espíritu Santo, que empezó cincuenta días después de la muerte y resurrección de Jesús. Hechos 2.4
2. La venida del Espíritu Santo tenía un propósito muy particular. El Espíritu Santo venía para vivir y trabajar dentro del corazón humano, para liberarlo de la esclavitud de este mundo, del pecado, muerte e infierno. El Espíritu Santo vino para liberar al igual como lo hizo Dios con los israelitas cuando estaban en Egipto. 2 Corintios 3.17; Juan 16.811
3. La venida del Espíritu Santo representa:
- El nacimiento de la iglesia, la nueva gente de Dios. Las personas que realmente vinieron a Dios fueron selladas y conocidas por la presencia del Espíritu Santo, por su presencia en sus corazones y vidas. 2 Corintios 1.2122; Ef 1.1314
- La institución de la nueva Ley de Dios. Ahora el hombre es guiado por el Espíritu Santo que lo fortalece para vivir correctamente y servir a Cristo. Juan 14.26, 16.13; Romanos 8.14; 1 Corintios 2.14
Usado con permiso
COPYRIGHT © 1991 by Alpha-Omega Ministries, Inc.