Biblia

El distintivo Divino de vivir en las Escrituras, Parte I

El distintivo Divino de vivir en las Escrituras, Parte I

por Ministerio Alfa y Omega, Inc.

Sermón basado en 2 Timoteo 3:14-17


Texto bíblico: 2 Timoteo 3.14–17

Introducción: Los cristianos siempre han recalcado la importancia de la Biblia o las Sagradas Escrituras. ¿Por qué? ¿Cuál es la importancia y el valor de la Palabra? Este pasaje explica y afirma, con toda seguridad, que el distintivo divino del creyente es que este viva en las Escrituras.



Bosquejo de la enseñanza:1. Un creyente debe vivir en la Palabra (v. 14).2. Las Sagradas Escrituras pueden hacer sabio para salvación (v. 15).3. La Escritura es inspirada por Dios (v. 16).4. La Palabra es útil para el hombre (v. 16).5. Las Escrituras perfeccionan al hombre y lo prepara para toda buena obra (v. 17).



Puntos a desarrollar en la enseñanza:


Punto 1. (3.14) Escrituras, estudios, maestros, y devoción: los creyentes están para vivir las Escrituras. Timoteo fue instruido en la Palabra de Dios durante toda su vida. Cuando era apenas un niño, su madre Eunice y su abuela Loida lo arraigaron en las Escrituras (2 Ti 1.5, 3.15) ya que ambas mujeres eran firmes creyentes del Señor. Pablo, por su parte, también motivó a Timoteo a basarse en la Palabra; sin embargo, cabe señalar un aspecto sumamente importante:

· No es suficiente haber aprendido las Escrituras.· No es suficiente creer que las enseñanzas de la Palabra son verdaderas.· No es suficiente saber que sus maestros proclaman la verdad.

Timoteo sabía todo esto. Había aprendido las Escrituras, las había reconocido como verdaderas, y había experimentado en su propia vida las declaraciones y promesas de la Palabra de Dios. Además, Timoteo conocía a sus maestros y sabía que sus vidas testificaban la verdad de las Escrituras. No obstante, esto no era suficiente. Fíjese en la palabra «persiste» (mene) cuyo significado es permanecer, morar, continuar, y mantenerse en las Escrituras. En otras palabras, estos versículos afirman que Timoteo tenía que vivir en las Escrituras. No solamente debía existir, moverse, y mantener todo su ser en ellas, sino que vivir también fuera de ellas para continuar caminando y viviendo en las verdades de la Palabra. Timoteo tenía que hacer lo que las Escrituras decían. Preste atención a cuatro puntos muy importantes de estos versículos. El creyente debe:

1) estudiar la Palabra.2) confiar en las Escrituras, aplicarlas a su vida y experimentar la verdad y la seguridad que ellas dan.3) conocer a sus maestros, asegurarse de que enseñan la verdad de las Escrituras.4) persistir en la Palabra de Dios: permanecer, morar, continuar y mantenerse en ella.



Punto 2. (3.15) Las Sagradas Escrituras pueden hacer sabio para salvación. El hombre necesita muchas cosas, pero sobre todo requiere sabiduría para saber cómo puede alcanzar salvación. La muerte y u otro mal imaginable embiste e inunda al mundo y hasta el hombre más fuerte puede ahogarse en: drogas, enfermedad, malos hábitos, orgullo, libertinaje, egoísmo, avaricia, guerras, murmuraciones, soledad, inmoralidades, sentimientos destrozados, lujuria, placeres, prejuicios, crímenes, accidentes, perdición, esclavitud, vanidad, poder, derroches, glotonería, celos, muerte, enojos, vagancia, discriminación, borracheras, asesinatos, chismes, vacío, etcétera.

La maldad que está ahogando al mundo no tiene fin. El hombre y el mundo necesitan sabiduría para encontrar salvación. ¿Podemos hallar esa sabiduría? La respuesta gloriosa de este pasaje es que ¡sí! Las Sagradas Escrituras pueden hacer sabio para salvación. La Palabra puede salvar al hombre y al mundo, pero ¿cómo? «Por la fe que es en Cristo Jesús.» La Palabra de Dios nos habla acerca de su grandioso plan de salvación y de cómo el hombre puede ser salvo por medio de la fe en el Señor Jesucristo. Ningún otro libro mas que las Sagradas Escrituras afirman que:

  • Dios ama al mundo, por esa razón, envió a su Hijo para dar a conocer la verdad.
  • Jesucristo se ha hecho cargo del problema de la justicia y perfección. Él vivió una vida sin mancha y garantizó la justicia perfecta e ideal para los hombres, por eso cuando una persona cree en Él, Dios toma esa fe y la cuenta como justicia.
  • Cristo Jesús ha resuelto el problema del pecado y de la muerte. Él llevó todos los pecados del hombre sobre sus hombros y pagó por ellos con su vida. Por esa razón, cuando una persona cree en Jesucristo, Dios toma su fe y la cuenta como la muerte de Cristo. Para Dios, esa persona ha muerto en Cristo, por lo tanto, el o ella nunca tendrá que morir.
  • Jesucristo se ha hecho cargo del problema de la vida eterna. Él se levantó de los muertos para vivir eternamente en la presencia de Dios Padre. Por eso cuando una persona cree en el Hijo, Dios toma la fe de esa persona y la cuenta como la resurrección de Jesucristo. Esa persona ha resucitado en Cristo y por eso recibe vida eterna.
  • La idea principal de todo esto es que las Sagradas Escrituras nos dicen cómo podemos obtener salvación por medio del Hijo de Dios, el Señor Jesucristo. Ningún otro libro revela a los hombres esto. La única sabiduría que puede salvar a este mundo es la sabiduría de Dios, y se encuentra en las Escrituras, la Biblia. Juan 15.3, 17.17, 20.31; Romanos 1.16, 15.4; 1 Corintios 10.11; 2 Pedro 1.19; 1 Juan 5.13; Salmos 119.9, 119.105, 119.130