Biblia

Él es quien cuenta, no tú

Él es quien cuenta, no tú

Él es quien cuenta, no tú

“…ESE TRABAJO SE HABÍA HECHO CON LA AYUDA DE NUESTRO DIOS” (Nehemías 6:16 NVI)

Tras marcar un gol para su equipo de fútbol, el orgulloso delantero se puso a bailar y a golpearse el pecho como diciendo: ‘Miradme, soy el mejor’. Pero muy pronto el otro equipo se apoderó del balón y en un abrir y cerrar de ojos el oponente marcó un gol en la portería contraria. Sin embargo, esta vez el goleador pronunció un rápido: ‘Gracias Señor’ y se volvió inmediatamente para celebrarlo con sus compañeros.

Hablemos de otro jugador bíblico, Nehemías, el copero del rey. Cuando oyó que los muros de Jerusalén estaban derribados, dejó a un lado sus propias dificultades y se dedicó a solventar los problemas de la nación. Este hombre estaba tan angustiado por el estado lamentable de la ciudad donde estaban enterrados sus antepasados que la Biblia nos dice: “…Me senté y lloré, hice duelo por algunos días, ayuné y oré delante del Dios de los cielos” (Nehemías 1:4). Se acordó de sus raíces y le recordó a Dios el pacto con Su pueblo, orando más o menos así: ‘Yo sé quién eres y también quiénes somos nosotros. Tu pueblo te ha rechazado, pero ahora nos hemos arrepentido y pedimos que des éxito a nuestra empresa’.

Dios honró la oración de Nehemías, y los muros de Jerusalén fueron reconstruidos en cincuenta y dos días, haciendo que las naciones enemigas que los rodeaban “…se sintieran humilladas, pues reconocieron que ese trabajo se había hecho con la ayuda de nuestro Dios” (Nehemías 6:16 NVI). Cuando Dios busca a un líder, Él sabe en qué clase de hombre o mujer puede confiar. Sabe que un líder que es capaz de trabajar en equipo puede convertir la debilidad en fortaleza, los obstáculos en oportunidades y el desastre en victoria. A lo mejor tú no te ves a ti mismo como un líder, pero los demás te observan continuamente. La pregunta que debes hacerte es: ¿Saben tus seguidores a quién sigues tú? ¿Y saben que quien cuenta es Él, no tú?