Un amigo que tú le puedes contar un secreto y eso muere dentro suyo, ese se puede decir que es un amigo espiritual.
Los que son de Dios, su corazón les reprende. Estos saben escuchar a Dios.
Un amigo escucha y hace la voluntad de Dios. Si alguien se levanta en enemistad con Dios, debería haber otro espiritual a su lado que lo hiciera retroceder. Este tipo de creyentes harían mucho bien en las Iglesias.
La Iglesia verdadera resplandecerá porque irá al favor de Dios. Los que se oponen y resisten a Dios cada vez se verán mas alejados de la luz.
Continuamente necesitamos como cristianos nuestra diálisis, pues el Espíritu es el único que nos puede vivificar.
El agua del Espíritu nos debe renovar por dentro y traernos la vida y la purificación que sólo Él nos puede dar.
Lo que no hemos visto ni hemos conocido, no lo podemos compartir. Seremos testigos de él, cuando le conozcamos mediante el Espíritu Santo.
Jesús el Hijo de Dios, nunca estuvo dentro de sus discípulos cuando andaba en la tierra. Pero cuando descendió el Espíritu Santo en Pentecostés, pasó a formar parte de nuestras entrañas.
El sabio es aquel que escoge a Jesús. Los listos y listas no entrarán en el cielo pero los mansos y sabios heredarán la vida eterna.
Jeremías 7:24
7:24 Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,
Cuando nuestro interior se seca, equivale a que estamos retrocediendo en Dios.
Juan 6:66
6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Ciertas palabras que Jesús traía, hacía apartarse a muchos de sus seguidores.
2 Timoteo 4:10
4:10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.
Necesitamos curarnos de humildad. Amando el mundo nos distanciamos de los amigos espirituales.
El Espíritu nos eleva y nos pone por encima de todas nuestras posibilidades naturales. Hay gente que se conforma con menos de Dios y otros pocos solo desean más y más, amando el esfuerzo.
El Espíritu religioso te dice “confórmate con menos”, “no necesitas tanto”.
No podemos pretender cosas grandes si estamos llenos de temores. Los amigos verdaderos ni roban, ni matan, ni trastornan a sus amigos. Podemos estar siendo “robados” por personas que creemos que nos hacen bien, pero encubiertamente nos absorben y nos retiran de hacer la perfecta voluntad de Dios.
Sin humildad no podemos hablarle al Señor. Dios se ha impuesto estar cerca de los que le invocan y le sirven.
No podemos hacer de Dios un amuleto, para que nos ayude a nuestro antojo.
Demas que era amigo de Pablo (uno de los mejores) le abandonó porque amó el mundo sin medida. Necesitamos que Dios guarde nuestra boca, para no caer en el error de la soberbia.
Cuando el enemigo ve que nos quedamos debajo de la mano de Dios, él se enfurece.
Hebreos 10:38
10:38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
La fe es para que el justo viva por ella.
Jesús es el que nos da su aprobado. No podemos convencer a Dios sin humildad. Nuestro amén tiene que ser una fuente que salte para que otros se alimenten. Vivamos por El y para El.