El Llamado de Dios

El Llamado de Dios

“… ANTES QUE NACIERAS, TE SANTIFIQUÉ…” (Jeremías 1:5b)

Hay un patrón constante en las Escrituras acerca de lo que ocurre en una vida que Dios quiere usar y mejorar:

(1) Siempre hay un llamado

El Señor les pide a personas normales y corrientes que se involucren en hechos de confianza insólitos, como “salir de la barca y andar sobre las aguas” (lee Mateo 14:29).

(2) Siempre hay temor

Dios tiene un hábito de pedir a personas que hagan cosas que les asusta, como a Moisés, que dijo al Señor: “No soy un orador lo bastante bueno, usa otro en mi lugar” (lee Éxodo 4:12,13).

(3) Siempre hay una confirmación

Escucha: “…como estuve con Moisés, estaré contigo…” (Josué 1:5b). Esto es lo que Dios le dijo a Josué, el nuevo líder que acababa de tomar el mando.

(4) Siempre hay una decisión

A veces, como hizo Gedeón (lee Hebreos 11:32-34), decimos “sí” al llamado del Señor. Y a veces, como el joven rico que habló con Jesús, decimos “no” (lee Mateo 19:22), pero en cada momento debemos tomar una decisión.

(5) Siempre hay una vida cambiada

Los que dicen “sí” al llamado de Dios no son perfectos, ni mucho menos. Pero al decir “sí”, aprenden de sus fracasos, incluso crecen y se hacen parte de sus actuaciones para redimir un mundo perdido. Los que dicen “no” al Señor cambian también; se hacen un poco más duros, un poco más resistentes a su llamado, y es un poco más probable que digan “no” la próxima vez.

¿Te está llamando Diosí Tal vez tiene que ver con tu trabajo, tus relaciones, tu dinero, o tu miedo más recóndito. El llamado del Señor irá a la esencia de quién eres y de lo que haces. ¡Si Le dices “sí”, nunca lo lamentarás!