por Esteban Mathewson
¿Cómo puede Dios convertir las circunstancias difíciles de su iglesia en oportunidades para surgir? Nehemías en el capítulo uno, versículo cuatro, nos demuestra cómo.
«Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos» Nehemías 1.4
Los verdaderos líderes poseen la habilidad para ver oportunidades en medio de las circunstancias. Ven una figura clara de lo que el futuro puede y debería ser. Esto se llama «visión». Pero, ¿cómo es que los líderes visionarios reciben su visión? ¿Cómo nace la visión?
La visión comienza cuando un creyente es movido por alguna necesidad. Nehemías era un judío en una posición prominente en el gobierno de Persia. En el año 445 a.C. recibió un informe directo acerca del remanente judío que había regresado de la cautividad a la Tierra Prometida. Sus preguntas sacaron a la luz algunas noticias inquietantes. El remanente judío enfrentaba una situación vergonzosa e insegura: los muros de Jerusalén estaban derribados. Nehemías lloró. La necesidad conmovió su alma.
Encuentre un líder visionario, y encontrará a alguien que ve las necesidades que lo hacen llorar o golpear la mesa: gente perdida, ignorancia de las Escrituras, familias con problemas financieros, u otro tipo de necesidad.
Nehemías estaba tan conmovido por esta necesidad que comenzó a orar. La oración de Nehemías en 1.511 lo muestra comenzando con la confesión del pecado de Israel. Él reconoció la necesidad de tratar el pasado antes de poder avanzar. Nehemías también reflexionó seriamente sobre las promesas de Dios, las cuales guiaban su visión. Hacia el final de la oración de Nehemías, él le pidió a Dios que le concediera éxito.
Un detalle al final de la oración de Nehemías arroja luz sobre esta solicitud. Nehemías era el copero del rey: una posición clave dentro del gabinete de gobierno persa. Entonces, lo que Nehemías pidió fue que Dios convirtiera las circunstancias en que se encontraba en una oportunidad.
La visión nace cuando estamos tan conmovidos por una necesidad que le pedimos a Dios que convierta las circunstancias en que nos encontramos en una oportunidad. Dios responde dándonos, tal y como le dio a Nehemías, un panorama a seguir: una visión de cómo Él nos puede usar para cubrir esa necesidad.
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