El otro ha muerto
por Anónimo
Ahora «El Otro» se ha ido. ¿Qué haremos nosotros? Ya no podemos depender más de «El Otro» para hacer nuestros trabajos. ¿Quién hará los trabajos que siempre quisimos dejar a «El Otro»? «El Otro» dejó un excelente ejemplo, pero ¿Quién lo seguirá? ¿Lo harás tú?
Fue motivo de tremenda tristeza en nuestra iglesia esta semana, cuando nos informaron de la repentina muerte de uno de los más activos miembros: «El Otro».
El vacío que ha creado la muerte de «El Otro» difícilmente podrá ser llenado. «El Otro» ha estado con nosotros durante años y en todo este tiempo ha trabajado mucho más que la cuota de un miembro normal. Cada vez que se hablaba de liderazgo, se buscaba a «El Otro» tanto para la inspiración como para obtener también resultados. Y cuando había un trabajo para hacer, una clase para enseñar, o una reunión a la cual asistir, siempre se decía: ¡Qué lo haga otro! Todos tenían conocimiento, además, que «El Otro» era uno de los más generosos en la iglesia. Cada vez que había una necesidad económica, todos asumían que «El Otro» pondría todo lo que fuera necesario para solucionar el problema.
Todos esperaban de «El Otro» más de lo que correspondía.
Ahora «El Otro» se ha ido. ¿Qué haremos nosotros? Ya no podemos depender más de «El Otro» para hacer nuestros trabajos. ¿Quién hará los trabajos que siempre quisimos dejar a «El Otro»? «El Otro» dejó un excelente ejemplo, pero ¿Quién lo seguirá? ¿Lo harás tú?
© Desarrollo Cristiano. Los Temas de Apuntes Pastorales, volumen IV, número 3.