Biblia

El peligro de la «vitalidad» espiritual

El peligro de la «vitalidad» espiritual

por Bill Hybels

Manteniendo una perspectiva realista de la vida cristiana. 2 Timoteo 4:9-16

Lea


Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo… En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon (2 Ti. 4:9-16).



Comprenda


Recientemente alguien me preguntó: «¿Cómo pueden los líderes cristianos mantenerse con vitalidad, espiritualmente hablando?» Yo le contesté: «No me preocupo por eso».


La persona me miró sorprendida, incluso escandalizada. «Para mí existe un asunto aún más importante que mantenerse con vitalidad espiritual», le expliqué. «Lo importante es mantener la autenticidad espiritual».


Existe una diferencia entre ambos términos.


Generalmente, cuando escucho a las personas hablar acerca de mantenerse vitales espiritualmente, están hablando de mantenerse con energía, espiritualmente animados, sentirse fuertes, mantener el resplandor. Pero eso es sólo una parte de la vida espiritual. Esperar estar animado espiritualmente todo el tiempo es como esperar tener un romance con su cónyuge cada noche. Sencillamente, no es algo realista.


En la vida cristiana existe un ascenso y descenso. Algunas veces nos sentimos exaltados y gloriosos; otras, nos sentimos apesadumbrados o simplemente callados. Algunos días nos sentimos desesperados, otros, fuertes y gozosos. Los momentos de fortaleza y vitalidad vienen también, pero no son la constante.


El problema se produce cuando esperamos ser constantemente optimistas. En algunas iglesias, cada semana tiene que ocurrir una experiencia espiritual grandiosa y gloriosa, más alta y más fuerte aún que la última.


Pero entonces llega un día cuando, para ser sinceros, nos sentimos espiritualmente «escurridos». No hay ni una gota de vitalidad en nosotros. En ese momento tenemos una gran tentación: ¿seremos honestos en admitirlo, o lo encubriremos porque se supone que debemos mostrar «vitalidad espiritual»?


El ser honestos y sinceros en cuanto a nuestra condición espiritual real es a lo que me refiero cuando hablo de tener autenticidad espiritual. No es fácil. Pero si somos auténticos, creceremos, y también lo harán las personas que guiamos.



Para comentar

  • ¿Por qué las personas se sienten presionadas a estar espiritualmente «animadas» la mayor parte del tiempo?
  • ¿A quién debemos revelarle la condición de nuestra vida espiritual?
  • ¿Cuáles son algunos de los pasos para llegar a ser espiritualmente más honestos unos con otros?
  • ¿De qué manera puede la preocupación por mantenerse con «vitalidad espiritual» ser en realidad un indicador de que estamos concentrados en nosotros mismos?