Lectura: Hechos 16:25,26 "Pero a la medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos lo oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas la puertas, y las cadenas de todos se soltaron"
La Palabra de Dios le da mucha importancia al servicio en la obra del Señor, a la buena predicación del evangelio, y capacita muy bien a los ministros en las verdades de Cristo, pero más, insta al pueblo y a la iglesia a alabar a adorar a Dios.
La alabanza juega un papel importante en las Escrituras: 1. Hizo parte fundamental de las fiestas judías; era una manera de recordar las glorias pasadas y la grandeza de nuestro Dios. 2. Formó parte del culto judío. 3. Todo Israel prendió el himnario bíblico que poseían, y así, diariamente alababan a Dios.
La relevancia que le da la Biblia a la alabanza es muy considerable:
1. Cuando Israel sale de Egipto, cruzan el mar rojo cantando (Ex. 15:20,21, 1)
2. David se preocupa por formar nacionalmente un grupo musical, donde están los levitas al frente (1Cro 23:1-5). Recuerde que David era un músico lleno del poder de Dios (1Sam. 16: 18,23), y era reconocido públicamente como el “dulce cantor de Israel” (2Sam. 23:1) que cantaba siendo inspirado por Dios (2Sam 23:2); y ahora en sus últimos días de reinado, hace instrumentos y delega a los hijos de Asaf, de Hermán, y de Jedutún, para que profeticen con arpas, salterios y címbalos (1Cro. 25:1,5); David les instruyó en el canto (1Cro. 25:7). David comprendió que para Dios era la mejor alabanza. Este orden que manejó David, la creación de instrumentos, etc., nos hablan de un grupo musical ordenado. Qué triste es ver muchos músicos desordenados al cantar o tocar algún instrumento; el músico debe estudiar música para tocar algún instrumento, debe estar consciente que los coros se deben entonar muy bien.
Existen dos palabras hebreas y una griega que describen el concepto bíblico de alabanza: 1. Halal= “hacer ruido”; 2. Zamar= “cantar o hacer música”; ambas son en hebreo. 3. Eujaristain= “dar gracias”; esta última es en griego.
Cuando usted alaba a Dios, levanta su voz, lo hace con sentido y reconoce el poder de Dios. La alabanza es una expresión de admiración y aprecio; en el ámbito divino, es un reconocimiento del carácter y el poder de Dios (Sal. 150).
Hay varias formas de alabar a Dios. Veamos tres de ellas:
1. Alzando las manos (Sal. 63:4).
2. Aclamando con la boca (Sal. 63:3; 66:1-4).
3. Cantando con júbilo (Sal. 98:4-6).
Jesús expresó que el Padre busca adoradores, que lo hagan en Espíritu y en Verdad (Jn. 4:23,24). Como cristianos debemos aprender a alabar a Dios en todo tiempo, cuando hay bendición y en la dura prueba. Veámoslo en Pablo y Silvano (Silas).
Pablo un hombre llamado a la obra misionera (Hch. 13:2), se dispone a realizar su segundo viaje misional y lo hace con Silas (Hch. 15:40). En su travesía evangelística por Derbe y Listra, se le une un joven de buen testimonio, a quien la Biblia llama Timoteo (Hch. 16:1-5); ahora los tres y el narrador (Lucas) están predicando. Luego llegaron a Troas donde a Pablo se le aparece, en una visión de noche, un varón macedonio “rogándole” que llegara a Macedonia y los ayudara (Hch. 16:8-10). Inmediatamente obedecieron a la voz de Dios y llegaron a Filipos, “que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia” (Hch. 16:12). Allí ocurrieron grandes sucesos: (1) una mujer llamada Lidia se convierte al Señor (v. 13-15); (2) una mujer joven que estaba poseída por un espíritu maligno de adivinación fue libre (v. 16-18); (3) sus amos desagradados por lo ocurrido, llevaron a Pablo y a Silas al foro, ante las autoridades, y los acusaron de aquellos que “alborotan nuestra ciudad” (v. 21), y que “enseñan costumbres que no…es lícita recibir”, ya que ellos eran seguidores de las costumbre romanas (v. 21).
A causa de esto, aquellos malvados hombres, tomaron a los santos hombres de Dios, a Pablo y a Silas, y les rasgaron las ropas (los desnudaron), y los azotaron con vara. Quitarles las ropas era señal de vergüenza y de prestigio público. Los oficiales romanos tenían a sus servicios oficiales de policías (ver. 35,38) que en latín eran lictors (es decir, los que llevaban las varas). Estos oficiales llevaban los símbolos romanos de la ley y el orden: un atado de varas con hachas.
Después que estos ácidos alguaciles los hubieron golpeado hasta cansarse, los echaron en la cárcel (ver. 23,24). Pero a pesar del maltrato, del dolor físico causado por los muchos azotes, Pablo y Silas “cantaban himnos a Dios” (ver. 25).
Algo pasó allí, aquella escena conmovió el trono de Dios, aquella alabanza, quizá con no muy buena entonación, removió la silla de Dios; y la gloria de Dios llegó allí. Entonces, hubo un terremoto. Es que en la alabanza hay poder, suceden cosas grandes, hay llenura, hay fuego, bautismos en el Espíritu Santo y fuego. ¡Que la prueba no calle tu alabanza: en la prueba alaba, en el dolor alaba, en el lloro alaba, en el sufrimiento alaba, y verás la gloria de Dios sobre tu vida!
Esta es una situación muy importante, en muchos hogares cristianos, sus hijos han crecido en un ambiente diferente, con una educación acerca de la Biblia, a pesar de ello, estos jóvenes nunca han tenido una verdadera conversión, son cristianos porque nacieron en ese hogar, pero no por una convicción propia.
Como no han experimentado las cosas del mundo, (y me refiero al mundo como todo lo que te aleja de Dios y te hace perder la comunión con él), se preguntan: ¿cómo se sentirá, me gustará o me desagradará? Como no tienen una Fe firme, los atrae poco a poco, y se dejan seducir por él, cuando menos lo esperan, ya están atrapados y engañados por el enemigo. "…Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed…" (Isaías 5:13).
El diablo los engaña diciéndoles, es mejor disfrutar la vida al máximo, no debes desperdiciar tu tiempo.
Conclusión:
Las predicas cristianas nos enseñan que tenemos que buscar establecer o fortalecer una autentica experiencia personal con Jesús. Ya que sin esto nunca obtendremos un cambio genuino en nuestra vida, y el vacío que existe en nosotros no será llenado con el poder del Espíritu Santo.
No podemos permitir ser vencidos por el mal, y esto es algo que solo logramos cuando caminamos en integridad y justicia, porque cuando andamos mal, las fuerzas se van, la confianza disminuye, la fortaleza del Señor sentimos no merecerla, entonces llega la frustración porque todo sale mal.
Las predicas cristianas nos enseñan que tenemos que hacer un compromiso genuino con Dios. El precio de seguir a Jesús implica un costo sacrificio muy alto, porque tenemos que dejar el pecado, y perseverar en la santidad, integridad, y honestidad. Recordemos que el compromiso va mas allá de dar una cara en la congregación, porque podemos aparentar una cosa cuando estamos sirviendo, pero nos conducimos de una manera diferente cuando ninguno de los líderes de la Iglesia nos ve. Esta falta de fidelidad hacia Dios, te lleva a una doble vida, ser mustio en ciertos lugares, y ser totalmente otro en tu hogar. En otras palabras esta falta de fidelidad te conducen a la hipocresía.
Tenemos que edificar nuestra fe en Jesucristo, quien es la base sólida y perfecta, y no en el hombre o en instituciones quienes tarde o temprano fallaran.
Los hijos nacidos en un hogar cristiano, se sienten atraídos, por algo que nunca han vivido, como resultado les falta una autentica convicción a Cristo. Esto sucede porque no han experimentado las cosas del mundo. No tengas temor, háblale a tus hijos, dale testimonio de donde y como el Señor te libero. Recordemos: "…Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…" (Oseas 4:6).
Fuente: www.centraldesermones.com