El sistema de recompensas de Dios. Primera parte

El sistema de recompensas de Dios. Primera parte

“…ÉL RECIBIRÁ RECOMPENSA” (1 Corintios 3:14)

Medita en las siguientes porciones bíblicas: 

1) “… La obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará.  Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, él recibirá recompensa…” (1 Corintios 3:13-15). 

2) “…No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones…” (Marcos 10:29-30). 

3)“Cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos; y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos” (Lucas 14:13-14). Los versículos anteriores exponen claramente que Dios lleva un registro de tus obras y que te recompensa por ellas.

Algunos premios llegarán en esta vida, y otros en la venidera. Si no entiendes eso, te preguntarás a menudo cosas como: ‘Si estoy sirviendo al Señor fielmente, ¿por qué tengo estas luchasí ¿Es que Dios no lo ve o no le importa?’ Claro que Dios lo ve, y también le importa. Pero nunca prometió que el trabajo que haces para Él ahora redundará siempre en bendiciones inmediatas. Muchas de las recompensas del Señor son tan extraordinarias que tendremos que estar en la eternidad para apreciarlas y disfrutarlas. Jesús dijo: “Y cualquiera que os dé un vaso de agua en mi nombre… no perderá su recompensa” (Marcos 9:41). Nada de lo que hagamos para Dios quedará anónimo o sin recompensa; hasta un simple vaso de agua fresca o una oración en la noche.