1 Pedro 3:9-12
Introducción:
En estos tiempos en que hemos aceptado y nuestro Señor Jesucristo como único y suficiente Salvador, nuestra vida ha cambiado, hemos visto grandes bendiciones, y nuestro camino debe ser de continuo a la transformación; porque ya no somos los que éramos anteriormente, somos personas que hemos sido transformadas, renovadas, que Dios en ese anhelo de que volvamos los ojos a Él, nos permitió tomar decisiones que nos llevaron al camino de perdición y bueno aquí quiero hacer una aclaración y no es que Dios haya permitido nuestro mal proceder; es que el simplemente nos respeta cuando tomamos decisiones equivocadas, pues nos dio libre albedrío. Y como todos sabemos dice la palabra de Dios que hay dos caminos (Mateo 7:13-14), así que es uno es el que decide. Y bueno pues este año hemos decidido seguir por el camino estrecho.
Pero sé, así como usted que esto no ha sido fácil y mas para los que tienen poco tiempo de haber decidido tomar el camino estrecho; nos cuesta trabajo SI, pero aquí en esta congregación en especial nadie les dijo que era fácil, aquí si les decimos la verdad para que no se sientan sorprendidos y bueno básicamente se debe a que con anterioridad los argumentos o decisiones se tomaban en estado inconsciente y ahora que hemos aterrizado en la realidad todo esto se torna difícil, porque ahora si nos da miedo tomar una decisión, porque ya estamos viendo lo difícil que es tomarlo a la ligera.
Y que cuando actuamos con ligereza, pues ya sabemos todas las consecuencias que acarreamos. Y ahora pues tenemos que actuar de manera diferente y esto es lo que cuesta trabajo. Hay muchas personas que aun que han decidido seguir a Jesucristo, no les gusta aceptar la transformación. Y bueno el apóstol Pedro nos dice cual es o será su consecuencia V. 12b.
Este pasaje lo vamos a dividir en tres puntos importantes para este año nuevo que ya viene y son los siguientes: nuestra herencia, nuestro comportamiento y nuestra promesa.
I. Nuestra herencia
Así es amado hermano nuestra herencia ha sido que al ser aceptados como Hijos de Dios recibimos una hermosa herencia y V. 9. ¿Cual es esa hermosa herencia? Se llama bendición amados hermanos (as).
Y sabe que nadie más la puede recibir más que nosotros porque ahora de nuestras bocas ya no salen maldiciones ya no pagamos, mal por mal, ahora refrenamos nuestra lengua del mal y nuestra lengua ya no habla engaño ya no habla mentiras.
Y bueno es triste ver como el mundo está atrapado en todas estas maldiciones y es por esto que no hay paz en sus vidas auque las personas digan que la tienen; pero en realidad todo esto esta oculto. Como una vez usted y yo estábamos y nos mostrábamos como buenas personas; pero nuestras vidas estaban destrozadas. Hoy nuestra herencia se llama bendición. Y aquí podemos observar como nuestro señor nos lleva en un crecimiento constante; primero nos rescato y nos llamo hijos; segundo nos dio salvación y tercero ahora nos da bendición.
II. Nuestro comportamiento
Vs. 11. Así es apartarse del mal y hacer el bien; ¿cuantos quisiéramos a veces regresar un paso atrás aunque sea tantito?; cuando observamos que al vecino que no es cristiano y le va bien y tiene todo, y tiene dinero, y sabemos que es adultero y la va bien. Y decimos cómo es posible que Dios permita que sucedan estas cosas.
No, Dios no permite que sucedan estas cosas él le dio libre albedrío como te lo dio a ti y a mí y antes de conocerlo también hacíamos estos terribles actos; solo que el ser humano tiene una problemática, no le gusta sufrir y cuando ha pasado un tiempo y empieza a tener cambios y buenos a su vida; y empieza a sufrir alguna serie de penalidades que están dentro del proceso de la transformación divina; luego entonces empieza a buscar una solución a su conveniencia y no a la conveniencia de Dios y aunque estén espiritualmente en desorden les va bien; viene la recriminación hacia Dios.
Y es cuando pasa por nuestra mente el deseo de hacer lo mismo para obtener lo mismo. Pero, dice este pasaje vs. 11 así es apartarse del mal y hacer el bien, si perseveramos en la justicia de Dios llegara el momento que veremos que es mejor apartarse del mal y hacer el bien y lo vamos a ver en nuestra propia familia.
III. Nuestra promesa
¿Cual es la promesa?
Amados hermanos quien puede tener la certeza de lo que estamos leyendo; si no que nosotros mismos, somos los que estamos recibiendo esta promesa de parte de Nuestro Señor Jesucristo que al permanecer, al recibir bendición, al aceptar esa hermosa transformación divina que nos lleva a la victoria, al decidir apartarnos del mal, al ya no ser vengativos, envidiosos, traidores en tres palabras apartarnos del mal: dice que los ojos de nuestro Señor están sobre los justos y quienes son los justos hermanos; quienes somos los justos y sabe que simplemente porque fuimos justificados por su preciosa sangre, limpiados, transformados, regenerados.
Que nos cuesta trabajo si, si, si hermano claro nadie dijo que seria fácil ni para Jesucristo fue fácil soportar tanta crueldad sobre su cuerpo, tan cruel flagelación.
Amado pero sabes lo hizo por nosotros. Y gracias a ello ahora el tiene sus hermosos ojos sobre nosotros y mejor aun sus oídos atento a nuestras oraciones.
Así que no desmayes el nos va a contestar en esas suplicas de desesperación que sabe que necesitamos y nos esta escuchando. Qué hermoso hermano y nos está observando. Pero tenemos un compromiso y es crecer y madurar para poder recibir. Y ¿sabes porque amado, amada?; ahí en ese pasaje tenemos una advertencia en ese pasaje que dice; que el rostro del señor esta contra de los que hacen maldad.
Así que esforcémonos crezcamos maduremos para que los ojos de nuestro señor estén sobre nosotros y podamos ver contestadas nuestras oraciones.
Así que te invito a que vayamos a otro nivel de crecimiento para el año que viene aun a pesar de la crisis, claro seamos objetivos; pero en la fortaleza del Señor esta situación será una ligera carga como sus hijos que somos.
Conclusión:
Este año que está por concluir quizá no llevaste a buen término muchas de los objetivos que trazaste para tu vida.
Pero bueno agradezcamos a Dios por este año 2008 y lo que nos dio, pero ahora vayamos para adelante con nuevas fuerzas, renovadas en el Señor y que en este año podamos ensanchar nuestras tiendas.
Si tienes un trabajo que seas el mejor; no te amoldes a la pereza, no te amoldes al conformismo recuerda que los ojos del señor están sobre tu vida.
Aunque las situaciones nos parezcan terribles vayamos y demos ese paso que Dios necesita de nosotros para nuestra mayor bendición.
“Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: pasemos al otro lado.” Marcos 4.35