Eutanasia para los niños sufrientes: el primer “sí” de Bélgica

Por: Aleteia Team

La Comisión “Justicia y asuntos sociales” del Senado belga ha dado la aprobación el 27 de noviembre al proyecto de ley que consiente la eutanasia para los niños gravemente enfermos y que sufren, prescindiendo de la edad. El texto pasa ahora al examen de la plenaria del Parlamento. Según los sondeos el 75% de los belgas se manifiesta favorable a la eutanasia para menores.
 
En los días pasados los responsables religiosos del Bélgica, los jefes de las Iglesias cristianas, el gran rabino de Bruselas, el presidente del ejecutivo de los musulmanes de Bélgica han emitido, en un comunicado conjunto, su opinión contraria, afirmada en un nuevo mensaje después de la noticia de la aprobación por parte de la comisión competente: “También nosotros estamos contra el sufrimiento, sea físico sea moral, en especial de los niños, ya que cada sufrimiento es chocante. Pero proponer que los menores puedan decidir sobre su propia eutanasia es un forma de distorsionar su facultad de juicio y, por tanto, su libertad”.
 
La eutanasia en Bélgica se convirtió legal ya desde 2002: adultos enfermos tienen la posibilidad de pedir a los médicos una inyección letal para poner fin a las enfermedades graves y sufrimientos, o también dejar indicaciones sobre la propia voluntad, por ejemplo, en casos de demencia de Alzheimer, con validez máxima de cinco años (Avvenire 26 noviembre). Con la ampliación del procedimiento, como explicó el socialista Philippe Mahoux, los médicos podrán poner “fin a la vida de un niño, cuando se encuentre en una situación médica sin salida, en un estado de sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable y que presente una petición de eutanasia” (Tempi.it 26 noviembre).
 
La aprobación por parte de la asamblea del texto pasado en la comisión hará de Bélgica el primer país del mundo en abolir la previsión de un límite de edad para la llamada “dulce muerte”. El texto aprobado autoriza –con el consenso obligatorio de los padres y la asistencia de un psicólogo requerido para certificar la conciencia del niño, la eutanasia- sin citar ningún límite de edad. En la vecina Holanda, donde está en vigor un procedimiento parecido, la práctica es posible solo desde los 12 años de edad en adelante y desde el 2002 se han registrado solo 5 casos (Agencia Agi 27 noviembre).
“Quisiera recordar, dijo en una entrevista del pasado octubre a la Agencia Sir (vuelta a proponer el 27 de noviembre) mons. André-Joseph Léonard, arzbispo de Malines-Bruxelles, que la ley belga no permite a los menores firmar contratos económicos, contraer matrimonio, firmar documentos que comprometan su futuro y, sin embargo, si la legislación se aprueba podrán decidir morir, incluso sin el consentimiento de los padres. Y finalmente, está la voluntad de ampliar la eutanasia a las personas con demencia que no pueden valerse solas como los enfermos de Alzheimer. Son propuestas que minan los vínculos sociales, así como la solidaridad entre las personas. Es una puerta que amenaza con agrandarse cada vez más”.
 
Decidida la toma de posición contra el procedimiento de la Asociación Ciencia y vida: “La ‘pendiente resbaladiza’ que en estos años ha llevado a una parte de la opinión pública a aceptar pasivamente los modelos culturales ligados a la priorización de la autodeterminación de la vida –destaca el organismo en una nota difundida en la tarde del 27 noviembre-, alcance su máxima expresión en la negación la dignidad de la vida a los niños enfermos. Se ha afirmado recientemente que la eutanasia para los ancianos enfermos es una vergüenza de nuestro tiempo’. ¿Qué palabra se puede usar para definir la eutanasia de los niños?”.
 
Difícil, según la asociación, que un menor pueda tener “una plena facultad de discernimiento” para tomar una decisión que está relacionada con el poner fin a la propia vida, sobre todo “cuando se está más débil por el sufrimiento de la enfermedad”. “Deberían potenciarse –concluye la nota- las terapias paliativas y analgésicas, así como la esperanza de que toda la sociedad civil debe proporcionar un apoyo real al pequeño paciente y a su familia”.