INTRODUCCIÓN
La historia de Rut es un faro en la noche oscura del período de los jueces. Mientras el tema de Jueces es la fidelidad de Jehová y la infidelidad de su pueblo, el de Rut es la fidelidad divina manifestada a través de la fidelidad de dos de sus seguidores. Booz y Rut expresaron lealtad a Jehová siendo leales a Noemí, y por medio de ellos, Dios proveyó para ella.
TEMA DE RUT:
LA FIDELIDAD DE JEHOVÁ
MANIFESTADA A TRAVÉS DE
LA FIDELIDAD DE ALGUNOS DE LOS SUYOS
La estructura del libro es del tipo ABBA:
A. | La amargura de Noemí (1:1–22)
B. Rut y Booz se conocen (2:1–23) B. Rut y Booz se casan (3:1–4:13) |
A. | Noemí se alegra (4:14–22) |
La Biblia no dice quién escribió Rut, ni cuando lo hizo. Con seguridad, no fue antes del reinado de David (ver 4:17–22). Como la costumbre en 4:7 ya no existía en Israel en los tiempos del author, aparentemente él vivió algún tiempo después de que ocurrieran los eventos.
LA AMARGURA DE NOEMÍ 1:1–22
Traslado de Belén a Moab 1:1–5
Elimelec, Noemí, y sus dos hijos vivían en Belén (1:1b–2a). En esos días se desató el hambre en su tierra, tal vez por una sequía, plaga o invasión. Como sucedió durante la época de los jueces (1:1a), probablemente fue un juicio de Dios contra Israel por su infidelidad.
A fin de proveer mejor para su esposa e hijos, Elimelec emigró con ellos al país de Moab, que se encontraba al otro lado del Mar Muerto (1:2b). Sin embargo, allí los problemas se agravaron. Murió Elimelec (1:3), y luego sus dos hijos también, dejando a tres viudas (1:4–5).
En un mundo con pocos empleos atractivos para las mujeres, la situación económica de las viudas era crítica, pero especialmente la de Noemí. Sus nueras Rut y Orfa todavía tenían fuerza para trabajar en el campo, y podían regresar a casa de sus padres con la esperanza de volverse a casar, pero estas posibilidades no existían para la suegra. Permanecieron viviendo con ella para que no quedara totalmente desamparada en tierra ajena.
LAS CALAMIDADES QUE SUFRIÓ NOEMÍ
Hambre (1:1)
Abandono de su tierra (1:1)
Viudez (1:3)
Muerte de sus dos hijos (1:5)
Desamparo (1:5)
Traslado de Moab a Belén 1:6–22
Un día, Noemí escuchó que Jehová había dado de nuevo buenas cosechas en Belén (1:6b). Como su futuro no se veía nada halagüeño en Moab, decidió regresar a su terruño.
Sus nueras emprendieron el viaje con ella (1:6a, *), pero en el camino, Noemí decidió que no era justo pedirles que continuaran. Le habían sido fieles, aun después de la muerte de Mahlón y Quelión (1:8b). La palabra hebrea que se traduce como “misericordia” es hesed. Esta es una palabra muy relevante en el libro, y significa más exactamente “fidelidad, lealtad”. Reconociendo que sus nueras habían cumplido con creces todas sus obligaciones para con ella, Noemí las despidió para que regresaran a sus casas (1:8) y buscaran la felicidad y seguridad en un nuevo matrimonio (1:9). Cuando protestaron diciendo que estaban dispuestas a dejar Moab por ella (1:10), les replicó que seguir con ella no les traería ningun beneficio. ¿Qué podían esperar? (1:11a) No tenía más hijos con quienes pudieran casarse (1:11b–13a). Jehová le había amargado la vida (1:13b), y quedarse con ella significaría correr su misma suerte.
Aunque con mucho dolor, Ofra aceptó el consejo de su suegra (1:14a). Rut, sin embargo, no estaba dispuesta a dejarla (1:14b). Le prometió lealtad hasta que llegara la hora de su muerte (1:15–17). Una fidelidad que durara hasta la sepultura de Noemí podría explicarse como una devoción familiar extraordinaria, pero ¿por qué quedarse en Israel hasta su propios deceso? La respuesta se encuentra al final del v. 16. Rut había decidido dejar a los dioses moabitas (ver 1:15) y confiar plenamente en el Dios de Israel.
En el mundo antiguo, la mayoría de la gente viajaba poco. Nacía, crecía, vivía y moría en el mismo lugar, en el mismo círculo de familiares y amigos. Sabían muy poco acerca del mundo más allá de su propia ciudad. Abandonar la tierra natal para radicarse en otra requería de mucho más valor que en la actualidad. La decisión de seguir a Jehová fue la que fortaleció a Rut para dejar su país, familia, cultura y amigos y acompañar a Noemí a lo desconocido e inseguro. Cuando menos, sabía que iba al pueblo del Dios verdadero.
Noemí regresó a Belén derrotada. Había partido buscando una vida mejor, pero ahora todos sus sueños estaban destruidos. A la pregunta sorprendida de las mujeres de Belén (1:19), ella respondió diciendo que no la llamaran Noemí “placentera”, sino Mara “amarga” (1:20a). Ella atribuía todos sus sufrimientos a Dios (1:20b–21). Sumida en su amargura, se quejaba de que él la había dejado con las manos vacías (1:21a). ¡No se percataba de que a su lado tenía una nuera que le sería de más valor que siete hijos! (ver 4:15)
NOEMÍ = PLACENTERA
↓
MARA = AMARGADA
1:13, 20
¡PENSEMOS! |
¿Tenía derecho Noemí a sentirse amargada? ¿Debía expresar su amargura? ¿Debía atribuir a Dios lo que le había pasado? ¿Fueron sus sufrimientos un castigo? ¿Qué aprende usted de todo esto acerca de cómo debe reaccionar frente a las experiencias amargas? ¿Por qué Rut siguió siendo leal a su amargada suegra? ¿Conoce usted a alguna persona amargada a quien debe ser leal? ¿Cómo le puede mostrar su amor? |
RUT Y BOOZ SE CONOCEN 2:1–23
Gracia de Booz 2:1–17
En Belén, Rut no se quedó con los brazos cruzados. Recientemente había comenzado la cosecha de la cebada (1:22) y ella pidió permiso a su suegra para ir a espigar donde le dieran oportunidad (2:2). La ley de Moisés permitía a los pobres, extranjeros y viudas (Rut calificaba en las tres categorías) rebuscar en los campos después que habían pasado los segadores (Levítico 19:9–10; 23:22; Deuteronomio 24:19). Era un trabajo muy arduo para recoger sólo un poco de grano.
Por “casualidad”, el campo a donde Rut fue a trabajar pertenecía a un pariente rico de su difunto suegro (2:1, 3). En el transcurso de la mañana, llegó Booz al campo y, viendo a la moabita, preguntó al capataz a qué familia o marido pertenecía (2:4–5). Después de contestarle (2:6), el capataz informó a su patrón que ella había pedido un permiso especial. Quería rebuscar entre las gavillas (2:7a), o sea, entre las espigas que los segadores ya habían juntado y atado.
¡PENSEMOS! |
La oración del v. 3 que se traduce como “y aconteció que aquella parte del campo era de Booz” literalmente debe ser: “y tuvo la suerte de que aquel campo fuera de Booz” (ver la Versión Popular). ¿Por qué el pasaje habla de suerte en vez de decir “Dios la dirigió al campo de Booz”? |
Booz había oído acerca de Rut. Sabía que era nuera de su pariente política, Noemí; que había sido leal a su suegra, aun después de la muerte de Mahlón (2:11a); que había dejado su familia y tierra para cuidar a la anciana (2:11b) y que se había convertido a Jehová (2:12b).
Impresionado por la fidelidad de Rut, no solamente pidió a Jehová que la recompensara (2:12), sino que quiso participar en la respuesta a esa oración. Invitó a la moabita a permanecer en sus campos y(2:8–9a). Dio órdenes a sus trabajadores para que no la molestaran (2:9a, 15b, 16b). Aunque normalmente era tarea de las mujeres sacar agua para los varones (Génesis 24:11, 13; 1 Samuel 9:11), Booz la autorizó a beber del agua sacada por sus empleados (2:9b). Al mediodía, la invitó a comer de los alimentos para sus obreros, y le dio tanto grano tostado (que es el significado de la palabra traducida como “potaje”) que ella no pudo comerlo todo (2:14). No solamente le concedió el permiso solicitado para rebuscar entre las gavillas (2:15), sino que también mandó a los segadores a que dejaran caer para ella espigas de los manojos que iban juntando (2:16).
BONDADES DE BOOZ PARA CON RUT
2:8–9, 14–16
- Invitación a rebuscar
- Protección
Agua
Comida
Permiso para espigar entre las gavillas
Espigas de los manojos dejadas en su camino
A todo esto, Rut respondió con humildad y gratitud (2:10, 13). También trabajó con diligencia, pues para la noche había juntado un efa (unos 15 kgs.) de cebada (2:17), cantidad extraordinaria para el rebusco, aun tomando en cuenta la ayuda de Booz.
Fidelidad de Booz 2:18–23
Cuando Noemí vio cuánto grano había traído su nuera y lo que le había sobrado del almuerzo (2:18), razonó que el dueño del campo había mostrado favor especial a Rut (2:19a). Al oir su nombre (2:19b), entendió que les había auxiliado por fidelidad (2:20. La palabra que se ha traducido como “benevolencia” es hesed “fidelidad, lealtad; ver la explicación de 1:8b).
La moabita no sabía todavía de la relación que existía entre Booz y Noemí, pero ésta le explicó en seguida que Booz era un pariente redentor (en hebreo, goel) de ellas (2:20b). Los israelitas tenían la responsabilidad de ayudar en lo posible a sus parientes cercanos. Si alguien tenía que vender un terreno por haber empobrecido, un pariente que tuviera recursos económicos debía redimir ese terreno (Levítico 25:25). El que tuviera que venderse como esclavo, debía ser redimido por su goel (Levítico 25:47–49). A la víctima de una injusticia, su goel lo debía defender en los tribunales (ver Proverbios 23:10–11, donde la palabra que se ha traducido como “defensor” es goel).
Después del nombre “Jehová” en el v. 20, el hebreo dice literalmente: “pues no ha abandonado su lealtad (hesed) a los vivos ni a los muertos”. Noemí concluyó que Booz la había ayudado a ella y a Rut, las sobrevivientes, para cumplir con sus responsabilidades hacia Elimelec, Mahlón y Quelión, sus parientes muertos (2:20b).
Esperanzada por la acción de Booz, Noemí aconsejó a su nuera aceptar la invitación de espigar sólo en los campos de él (2:21–22). En efecto, Rut siguió allí a través del resto de la cosecha de la cebada y toda la cosecha del trigo, desde la última quincena de abril hasta la primera de junio (2:23). Durante ese tiempo, seguramente acumuló suficiente grano para que se alimentaran las dos viudas por algún tiempo.
¡PENSEMOS! |
¿Qué lecciones prácticas aprende usted del ejemplo de Rut en el capítulo 2? ¿Qué aprende del ejemplo de Booz? |
¿Era necesario que Booz dejara a Rut que siguiera trabajando durante las dos cosechas? |
¿Por qué no proveyó para las dos viudas sin que Rut tuviera que esforzarse tanto? ¿Qué lección aprende usted de esto? |
¿Con quiénes tiene usted la responsabilidad de ser goel? ¿Cómo los debe ayudar? |
Williams, G. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Dios permanece fiel (Jueces y Rut) (105). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.