Fiel con Fiel se Une Rut 3:1–4:22

RUT Y BOOZ SE CASAN 3:1–4:13

Una proposición atrevida 3:1–11

En el capítulo 1, Noemí estaba sumida en la amargura (ver 1:13, 20–21). En el 2, beneficiada por la fidelidad de Rut y Booz, comenzó a mostrar gratitud y esperanza (ver 2:19–20). Ahora en el capítulo 3, surtida de alimentos por la ardua labor de su nuera (2:23), piensa en sus propias responsabilidades hacia ella. Como los padres de la moabita no estaban en Belén para buscarle marido, la suegra se dio a esta tarea (3:1).

Propuso a Rut un plan. Aquella noche, Booz iba a estar trillando en la era, separando la cebada cosechada de la cáscara y la paja (3:2; sobre este trabajo, ver la explicación de Jueces 6:11 en el capítulo 4). Sería una ocasión de mucho regocijo para los varones, trabajar juntos y ver el fruto de sus meses de labor. Noemí aconsejó a su nuera bañarse, perfumarse, y lucir su mejor vestido (3:3a). Luego debía descender de la ciudad a la era (3:3a), obviamente no para trabajar, sino para cazar a un varón. Ese hombre sería Booz, pero ella no debía dejar que la viera (3:3b). Con seguridad, después de una cena abundante con sus amigos, él se acostaría al aire libre, cerca del montón de cebada. Cuando él estuviera profundamente dormido, Rut debía acercarse sigilosamente, descubrir sus pies, acostarse junto a ellos, y esperar las instrucciones del varón (3:4).

Era un plan arriesgado para una mujer respetable. ¿Cómo reaccionaría Booz? ¿Se aprovecharía de la joven bajo el manto de la oscuridad? ¿La rechazaría, para luego avergonzarla públicamente? Sin embargo, Noemí y Rut ya conocían a Booz, y confiaban en su integridad. Probablemente también sospechaban que él se sentía atraída a la moabita. Fuere como fuere, ella aceptó el consejo de su suegra (3:5).

Siguió el plan hasta que Booz, con los pies fríos, se despertó (3:6–8a). ¡Cuál sería su sorpresa al divisar a una mujer acostada a sus pies! (3:8b) Como no lograba identificarla en la oscuridad, preguntó quién era (3:9a). Entonces Rut se olvidó de las instrucciones de Noemí. En vez de esperar lo que le dijera el varón, ella, después de decir su nombre, ¡se adelantó para proponerle matrimonio! (3:9) La expresión “extiende el borde de tu capa sobre tu sierva” es un modismo que significaba “cásate conmigo” (ver Ezequiel 16:7–8).

Como razón por su propuesta osada, Rut dijo: “eres goel” (3:9b; ver la explicación de 2:20 en el capítulo 11). Según la ley de Moisés, si un varón muriera dejando a su viuda sin hijos, el hermano de él debía casarse con ella para tener un hijo en nombre del difunto (Deuteronomio 25:5–6), así el nombre de éste no se extinguiría (4:10; Deuteronomio 25:6b; ver la explicación de Jueces 11:34 en el capítulo 6) y habría un hijo para heredar sus terrenos (ver 4:5, 10). Ahora bien, el esposo de Rut había sido Mahlón (ver 4:10). No sólo él, sino también su hermano, Quelión, había muerto (ver 1:2–5). Aparentemente en tales casos, el pariente más cercano (el goel) asumía la responsabilidad de casarse con la viuda.

Para alivio nuestro (y de Rut), Booz felicitó a la joven, porque su postrer fidelidad era mejor que la primera (3:10a). La palabra hebrea que se traduce como “bondad” es hesed “fidelidad, lealtad” (ver la explicación de 1:8b y 2:20 en el capítulo 11). La primera fidelidad de Rut fue la que manifestó hacia Noemí (2:11). La segunda fue su decisión de no buscar casarse con un joven galán (3:10b), sino con un pariente, aunque bastante mayor que ella, para poder tener un hijo en nombre de Mahlón. Ella no pensaba sólo en sí misma (aunque sospechamos que se había enamorado de Booz), sino también en su marido difunto, y en la madre de él, Noemí.

Primera hesed de Rut

Dejar todo para cuidar a su suegra (2:11)

Segunda hesed de Rut

Buscar tener un hijo a nombre de su esposo fallecido (3:10)

Booz aceptó la propuesta (3:11a). Lo hizo no solamente para cumplir con su responsabilidad como goel, sino también porque él, como otros en Belén, reconocía que Rut sería una buena presea (3:11b). La expresión “mujer virtuosa” se describe en Proverbios 31:10–31.

LA MUJER VIRTUOSA

El corazón de su marido está en ella confiado,

Y no carecerá de ganancias.

Proverbios 31:11

Allí vemos que se trata de una dama no solamente recta, sino también trabajadora y hábil, quien trae honra a su marido.

¡PENSEMOS!
¿Cómo se ganó Rut fama de mujer trabajadora y hábil? ¿Qué evidencia hay en 3:1–10 de que ella sería una buena esposa para Booz? ¿Ella hizo bien o mal en no seguir la instrucción de Noemí de esperar lo que Booz le dijera? ¿Por qué será que no siguió ese consejo? ¿Qué aprende usted para su vida del ejemplo de Rut en 3:1–11?

Una complicación 3:12–18

Sin embargo, Booz no tenía derecho a casarse con Rut. Había otro goel más cercano (3:12). Para respetar la ley, Booz estuvo dispuesto a correr el riesgo de perder a Rut dando al otro la primera oportunidad (3:13a). De cualquier forma, el futuro de Rut y Noemí estaba asegurado. Fuera el otro o fuera Booz, un goel se casaría con Rut (3:13b).

Sea por el peligro de regresar a la ciudad a esa hora, o porque la puerta de la ciudad ya estaba cerrada (ver la explicación de Jueces 19:14–15 en el capítulo 10), Booz dijo a la joven que se quedara con él hasta la mañana (3:13). Luego para proteger la reputación de ambos, la evió a su casa temprano en la madrugada, antes que hubiera claridad suficiente para distinguir a la gente (3:14).

Envió con ella seis medidas de cebada (3:15). La medida había de ser la seah, un tercio de un efa. Seis seahs eran unos 30 kgs., todo lo que Rut podía cargar (ver la explicación de 2:17 en el capítulo 11). Cuando ella llegó a la casa (3:16a), contó a su suegra todo lo que había sucedido (3:16b), y luego le informó que Booz había mandado la cebada para ella (3:17). Noemí, entonces, entendió que por la cebada su pariente rico quería decir que proveería de alguna manera u otra para las dos viudad. Ella estaba segura que ese mismo día él resolvería el asunto (3:18).

¡PENSEMOS!
A la luz de 3:12, ¿por qué Booz no había tomado más iniciativa antes para ayudar a las dos viudas? ¿Qué cualidades positivas de Booz se ven en 3:12–18? ¿En qué maneras puede usted imitar este buen ejemplo?

La complicación resuelta 4:1–11a

En efecto, esa mañana Booz subió de la era a la puerta de Belén, donde los asuntos legales se trataban en presencia de los ancianos (4:1a; comp. Proverbios 31:23). Cuando vio pasar al otro goel, le llamó (4:1b), y luego a 10 ancianos también (4:2). Nos sorprende que Booz no comenzara hablando de Rut, sino de un terreno que Noemí, debido a su pobreza, tenía que vender (4:3). Aclaró al otro pariente que sólo ellos dos podrían ser goel de Noemí comprando el terreno (4:4). No sabemos hoy todas las implicaciones económicas de este caso. La compra sería un gasto fuerte para el redentor, pero tal vez cuando muriera Noemí él recibiría el terreno. Sea como fuera, el pariente aceptó hacer la compra (4:4b).

Luego, Booz le sorprendió con una complicación. El goel que comprara la tierra también debería casarse con Rut (4:5). Esto era demasiado para el pariente (4:6). Implicaría mantener a otra esposa, y al fin el terreno quedaría en manos del hijo que nacería la herencia de los hijos del pariente, y tal vez el hijo de Rut recibiría una porción de esa herencia. El pariente era como Orfa; estaba dispuesto a cumplir con su deber, aun generosamente, pero reconocía que dar una ayuda extraordinaria a la larga le perjudicaría demasiado (comp. 1:8–14). Entonces cedió a Booz la responsabilidad de ser goel de Noemí y Rut (4:6b).

Acto seguido éste formalizó un contrato para (1) comprar de Noemí todos los terrenos que habían pertenecido a Elimelec y, por herencia, a sus dos hijos, y (2) casarse con Rut (4:7–11a). (Las semejanzas entre la costumbre de la entrega del zapato en 4:7 y la ley de Deuteronomio 25:8–10 son superficiales. En realidad, eran dos costumbres diferentes con fines distintos.)

¡PENSEMOS!
¿Qué cualidades positivas de Booz se ven en 4:1–11? ¿En qué maneras puede usted imitar este ejemplo?

Bendiciones, boda y bebé, 4:11b–13

Los testigos bendijeron a los novios. Primero pidieron a Dios dar a Rut no solamente un hijo que continuara el nombre de Mahlón, sino una descendencia tan grande como la de Raquel y Lea, las madres de Israel (4:11). Luego expresaron su deseo que a consecuencia del matrimonio Booz cobrara fama en Belén (4:11; “Efrata” era otro nombre de Belén, ver Génesis 35:19; 48:7).

Su tercera bendición fue que la descendencia de Booz fuera tan numerosa y renombrada como la de Fares (4:12). Este fue hijo de Judá y Tamar, otra viuda no israelita (ver Génesis 38). Parece que su clan había llegado a ser más importante que los de sus hermanos Sela y Zara (ver Génesis 46:12; Números 26:20–21). A este clan pertencecía Booz (4:18–21), y probablemente muchos de los otros ciudadanos de Belén.

La pareja se casó, y aunque Rut no había tenido hijos en su primer matrimonio, Jehová le dio uno con Booz (4:13).

NOEMÍ SE ALEGRA 4:14–22

Las mujeres de Belén felicitaron a Noemí por el nacimiento de su nieto (4:14). Él le sería otro goel (ésta es la palabra hebrea traducida “pariente”). La cuidaría en su vejez (4:15a). Las mujeres estaban seguras de esto, porque el varoncito era hijo de Rut, quien ya había demostrado su amor inmenso para con su suegra (4:15b).

Desde su tierna infancia, el niño tuvo una relación especial con Noemí (4:16). De hecho, las vecinas lo llamaron “hijo de Noemí” (4:17), y legalmente era su nieto, hijo de Mahlón. Dios había llenado el vacío que Noemí tan amargamente sentía (ver 1:11–13, 21).

Justo cuando la historia parece haber terminado, el autor revela otra sorporesa. Obed fue no solamente el hijo que tanta falta hacía a Noemí y Rut, sino también parte de la línea que daría a luz al famoso rey David (4:17–22).

Las bendiciones de los testigos (4:11–12) y la predicción de las mujeres (4:14b), tal vez expresiones convencionales en aquel tiempo, realmente se cumplieron. La descendencia de Rut y Booz se hizo grande, y a través de ella los dos llegaron a ser famosos.

Hoy sabemos también que el niño nacido en Belén en Rut 4:3 llegó a ser un eslabón en la cadena que trajo al mundo a otro bebé en la misma ciudad (ver Mateo 1:5, 16). Ante él aun el renombrado David dobla la rodilla (ver Marcos 12:35–37). ¡Cuánto más nosotros!

¡PENSEMOS!
¿Cómo mostró Jehová su fidelidad en el libro de Rut? ¿Qué medios usó? ¿Lo hizo a través de milagros espectaculares, o eventos de la vida cotidiana? ¿Cómo muestra su fidelidad hoy día?
Dios proveyó para Noemí lo que parecía imposible, un hijo. Al hacerlo le dio una bendición aun más grande que la que anhelaba. Le dio un hijo que fue un medio para traer a Israel al rey David, y al mundo a Jesueristo. ¿Alguna vez Dios ha suplido pars usted lo que parecía imposible? ¿Alguna vez le ha provisto mucho más que lo que usted deseaba? ¿Cuál debe ser su respuesta a él por estos favores?

Williams, G. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Dios permanece fiel (Jueces y Rut) (113). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.