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Galaxias

Galaxias

El vasto universo nos supera. ¿Infinito? Desde nuestra limitada y científica comprensión humana sí.

¿Cómo se originó todo este complejo de millones y billones de estrellas y galaxias?, ¿una galaxia fue dando paso a la otra, y así sucesivamente?, o ¿aparecieron todas de golpe tras una gran explosión llamada “big bang” que algunos científicos tratan de reproducir con el llamado colisionador de hadrones?, o ¿quizás será que aparecieron unas cuantas que luego han dado paso a las siguientes?

Yo me quedo con el relato bíblico: “En el principio creo Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

Algunos dirán que esta no es una posición científica, sino una posición de fe, y, por tanto, no probada. Pero, los que cuestionan el creacionismo bíblico, ¿se han parado a pensar que la teoría del big bang es sólo eso una teoría que tampoco ha sido probada? En realidad, se necesita la misma fe tanto para creer una cosa como la otra. Es una cuestión de elección, y yo ya lo he hecho: Dios.

Me pregunto, ¿qué pasaría si de repente son capaces de vislumbrar el modus operandi de la llamada “partícula de Dios”, y finalmente, el colisionador de hadrones es capaz de desvelar el origen del universo?

Para mi no cambiaría nada. Tan sólo se estaría mostrando como la energía es capaz de transformarse. Luego tendrían que demostrar como esa energía transformable es capaz de generar cosas con sentido y aún más, explicar de dónde proviene la materia primigenia que dio origen a la gran explosión que supuestamente originó las estrellas y galaxias que alcanzamos a conocer hoy. De nuevo terminamos en los mismo, fe. Y es que se necesita fe, mucha fe, para creer todo esto.

No pretendo convencer a nadie que crea lo contrario de lo que yo y muchos más creemos. Simplemente trato de mostrar que el creacionismo bíblico es una opción inteligente y coherente al origen de todo el macro cosmos que nos envuelve y que nos supera por su infinitud.

Afortunadamente, no estamos dejados de la mano de Dios, al capricho de meteoritos o fuerzas que puedan terminar con la vida animal y humana, como algunos dicen. Si los dinosaurios, según la ciencia atea, fueron extinguidos hace millones de años por las fuerzas desordenadas de la naturaleza y el cosmos, ¿qué nos hace pensar que no pueda volver a suceder? De nuevo la llamada ciencia atea converge con la ciencia bíblica que me habla de una catástrofe natural llamada diluvio que significó, por así decirlo, un reset para el planeta tierra.

Eso es algo que volverá a suceder, pero no por la intervención caprichosa e impersonal de las fuerzas de la naturaleza, sino por la intervención del Dios que nos creó con un propósito y nos redimió para vivir eternamente con Él.

Como dice el autor de la buena canción que puedes escuchar, Dios es la gracia salvadora de las galaxias y, por supuesto, del ser humano (ver p. e.: Tito 2:11-14).

Cristo es la Estrella que da sentido y origen a todas las demás (ver p. e.: Números 24:17; Apocalipsis 22:16; 2ª Pedro 1:19; Juan 8:12; Colosenses 1:16). Por tanto, la mejor y más sabia elección, visto lo visto, ¿no será seguir a esta estrella tan especial, tal y como se nos revela en las Escrituras?

 

 

 

Autor: Jónatan Dolcet