Gracia para los pecadores
Uno de mis grandes anhelos es estar algún día en donde no haya lugar para la vanagloria, para el egoísmo, para la promoción personal. ¿Sabe dónde será eso? En el cielo.
No habrá testimonios que suenan muy espirituales y que captan la atención hacia los logros supercolosales de alguna persona. ¡Nada de eso! Todos tendrán escrito sobre su vida la palabra “GRACIA”.
— ¿Cómo llegaste aquí?
¡Por gracia!
— ¿Qué lo hizo posible?
¡La gracia!
— ¿Cómo se llama?
Gracia
En el cielo habrá más personas con ese nombre que con ningún otro. ¡Por todos lados, Gracia, Gracia, Gracia!
Y cuando apeleamos sólo a la gracia, ¿para quién es el mérito?
Para Aquel que murió en la cruz.
Tomado del libro: El Despertar de la Gracia (Editorial Caribe) .Copyright © 1990 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.