Existe el saber de Dios y el saber de hombre que perece con el tiempo. En el saber de Dios hay abundancia de vida y de Dios. El Padre no ESCATIMO al Hijo. Su sabiduría es de eternidad y lo que Él concibió en el hombre fue parte de su naturaleza y se manifiesta en lo espiritual solamente.
Nadie puede conocer los secretos escondidos de Dios (solo aquellos muy elevados les comunica algo) pero los misterios si podemos alcanzarlos para conocerle. Él vendrá cuando nadie lo espere, eso quiere decir que ese secreto es incomunicable. La espera en ese día debe ser en Santidad, no se pondrán nerviosos todos aquellos que aman de corazón. Aunque sobrevengan mega-catástrofes no nos ha de sorprender. Él tiene la vida en sus manos.
Dios se sigue preguntando hoy ¿Dónde están los valientes? Los busca y los anhela como a los adoradores. Los valientes arrebatan los reinos que equivale a arrebatar los frutos del Espíritu su Santa voluntad, etc. Queremos poner en marcha las cosas espirituales y lo hacemos sin estudiar el manual de las escrituras. Arriesgar pero contando con Dios siempre en nuestra vida. El hombre sin Dios es el que tropieza dos veces y diez en la misma piedra. El valiente no es el que presume en la carne para impresionar a los hombres.
Si no me esfuerzo y soy valiente, no me podré despojar de mí mismo. Dios en su misericordia restaura áreas naturales pero lo espiritual necesita una constancia y obediencia de fe.
“Todo alma que peca, muere”. No obedecer, nos adelanta el castigo. El Espíritu es el maestro de los valientes. Los que son adiestrados por la mano de Jehová, se convierten en seres poderosos. La reina Ester fue un instrumento y una sierva valiente y poderosa. Ella se supo poner bajo el mando de un pastor ungido, que era Mardoqueo. Los valientes y el poder de Dios no es protagonismo ni nada que se le parezca. Ester tenía que conseguir la perfección.
Los malignos son tinieblas pero huyen delante de un discípulo valiente. Dios mismo le dijo a Josué medita día y noche en la Palabra. Esto es la sanidad que necesitamos. Cuando nos justificamos, no podemos escapar.
2 Timoteo 1:6
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
HAZTE AMIGO DE LA BIBLIA
Valiente con poder, amor y dominio propio. Los que atienden el consejo divino para que el fuego este avivado, siempre estarán receptivos a la voz. La voz dulce no es útil en los momentos de la disciplina. Cuando somos autosuficientes, no necesitamos la valentía divina. Él defiende a los que guardan silencio de humildad. Los valientes siembran su vida por otros. Ester sabía reconocer y someterse a sus cuidadores.
2 Timoteo 2:1-7
1 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.
Un hijo se mide por el respeto que muestra a su padre o educador. Un discípulo aplicado en valentía para oír, podrá alcanzar las sabidurías escondidas. La Palabra es tan sublime que no la puede enseñar cualquiera, ya que ella no necesita de nuestra ayuda, sino que en si misma puede obrar y conducirse a sí misma.
Si nos dejamos redimir por su voluntad, aunque aumente las señales de mal alrededor, no tendremos temor de nada. La pureza adquirida por esfuerzo de renuncia, hace que el cielo se ponga a nuestro alcance. El llamado con enamoramiento hace que sirvamos a Dios luchando legítimamente. Estos solo buscan el premio que del cielo recibimos. Él se entregó por amor y nosotros tenemos que ser valientes por amor a Él. La valentía es un grado superior que solo alcanzar los esforzados.