Por: pastor Daniel Brito
Título: Hágase Tu Voluntad
Texto: Mateo 6:9-13
«Ustedes deben orar así: »”Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre,
10 venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 11 Danos hoy nuestro pan cotidiano. 12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. 13 Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno..» *
Introducción:
En esta noche seguimos estudiando la oración modelo conocida como el Padre Nuestro. La semana pasada estudiamos la importancia de dirigir nuestras peticiones solamente a Dios que es el único que puede contestar nuestras peticiones. Es importante notar que esta oración es un Modelo para nosotros orar, y cada uno de los puntos encontrados en esta oración nos muestra como debemos dirigir nuestras oraciones. Pongamos mucha atención a cada punto encontrado en esta maravillosa oración. Es así como comenzamos nuestra lección en esta noche.
Trataremos los siguientes temas:
(1) Hágase Tu Voluntad.
(2) El pan nuestro de cada día.
(3) Perdónanos nuestras deudas.
Lección:
1. Hágase Tu Voluntad. — Lo primero de la oración ha sido que debemos dirigirnos a Dios Padre primero, y segundo debemos glorificar Su nombre Santo, y desear la llegada del Reino de Dios. Ahora pedimos que la Voluntad de Dios, sea hecha en la tierra, como lo es en el Cielo. No hay nada más importante para un creyente, que hacer la Voluntad de Dios, y es por eso que este punto encontrado en esta oración modelo, y que es el último que es dirigido a glorificar y ha buscar la Voluntad de Dios, es de tanta importancia para nosotros.
a. Noten que antes de orar por nuestras propias peticiones, debemos glorificar a Dios, y pedir que Su Voluntad sea hecha en la tierra como lo es en el Cielo.
i. Es importante llevar ese orden porque el ser humano tiende a ir en oración a pedir por sí mismo, y a quejarse delante de Dios.
ii. Lo primero es la adoración a Dios y el buscar que Su Voluntad se haga en la tierra, antes de acordarnos que necesitamos tantas cosas. Primero es lo que le pertenece a Dios, lo demás es secundario.
b. El desear que la Voluntad de Dios se haga en la tierra, es un deseo que el Reino de Dios venga en Su Totalidad, pero también es un sometimiento a la Voluntad de Dios en nuestras vidas.
i. ¿Cómo saber la Voluntad de Dios? Como ya hemos dicho, la encontramos en Su Palabra.
c. Hay dos cosas que son esencial para conocer Su Voluntad:
i. La primera es que Dios desea nuestra salvación. Eso quiere decir que para aquellos que todavía no se han arrepentido de sus pecados y no le han entregado sus vidas a JESUCRISTO, todavía no están haciendo la voluntad de Dios. 2 Pedro 3:9 dice:
(1) “El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.”*
ii. La segunda es que Dios desea que le obedezcamos en TODA área de nuestra vida. Eso es en conducta, en nuestro hablar, en el compartir la Palabra de Dios, etc. Juan 14:15 dice:
(1) “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.”*
(2) Noten que para uno poder decir que uno ama a Dios, hay que obedecer Sus Mandamientos. Eso quiere decir que la conducta y los hechos testifican por sí mismo.
(3) “Donde Dios reina, es hecha su voluntad; pero hasta la venida perfecta de su reino en la gloria, hay para sus hijos un largo ejercicio de obediencia, por el cual deben hacer progresos continuos: obediencia activa para cumplir esta voluntad de Dios en los deberes más difíciles; obediencia pasiva para aceptar esta voluntad, aun cuando ella quebrante la nuestra y nos imponga los sacrificios más dolorosos.”¹
2. El pan nuestro de cada día. — Ahora nuestro SEÑOR nos enseña cómo debemos pedir por las cosas que necesitamos.
a. Debemos notar que en esta oración, al igual que en las otras Enseñanzas de JESUCRISTO, nos se nos dice que pidamos por riquezas, sino por las cosas necesarias. Proverbios 30:8-9 dice:
i. “Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día. 9 Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el Señor?” Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios.”*
b. Dios se interesa en que tengamos las cosas necesarias de la vida, y nos advierte que no debemos dejar que las circunstancias o la adversidad vaya a dominar nuestra vida con el temor y la desesperación. Es común para el ser humano preocuparse cuando escucha malas noticias sobre la economía, o cuando haya recibido una mala noticia. 1 Pedro 5:7 dice:
i. “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”
3. Perdónanos nuestras deudas. — Noten como nuestro SEÑOR ahora nos dirige al arrepentimiento diario, o sea, debemos reconocer que como seres humanos, cometemos errores y necesitamos el perdón de Dios. “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.”* “Lo malo es que casi todo el mundo tiene una idea equivocada del pecado. Están de acuerdo en que un ladrón, un borracho, un asesino, un adúltero, un blasfemo, son pecadores; pero ellos no son culpables de ninguno de estos pecados; viven una vida decente, normal corriente, respetable y nunca han estado en peligro de que los llevaran a juicio, o a la cárcel. Por tanto creen que eso del pecado no tiene nada que ver con ellos.”² Pero veamos lo que Romanos 3:23 dice: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”* Todos somos pecadores y necesitamos el perdón de Dios.
a. Nuestro SEÑOR JESÚS nos enseña que siendo que todos somos pecadores y necesitamos el perdón de Dios, también debemos ejercer la habilidad de perdonar a los demás. ¿Puede alguien recibir algo tan inmerecido como el perdón de Dios y no perdonar a otros? Ese es el punto que nuestro Salvador quiere que entendamos.
Conclusión:
Cuando pedimos que se haga la Voluntad de Dios, estamos sometiendo nuestra voluntad a la Voluntad de Dios. Eso nos lleva con toda facilidad a poder pedirle a Dios por nuestras necesidades, y sobre todo, a pedirle perdón a Dios, y a perdonar a otros.
Notas:
¹L. Bonnet, Comentario del Nuevo Estamento, p. 109, Casa Bautista de Publicaciones.
²William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, p. 64, editorial CLIE.
*Toda Referencia Bíblica es tomada de la Biblia Nueva Versión Internacional.
**Este sermón fue predicado en Mayo de 2008.