HAMBRIENTOS DE CRISTO

La gente hambrienta busca el cielo.
La iglesia mundial debe entrar en un “sentimiento” espiritual de dolor, por los acontecimientos que han de acontecer al final de los tiempos.
Los egos más grandes los tienen los bebes en Cristo. Pues siempre desean ser el centro de atención.
Los accidentes espirituales, se van a multiplicar en esta época, y muchos enloquecerán a causa de la presión en sus mentes.
Los siervos más ungidos en la historia han sido tan estrechados en sus vidas, que les ha resultado tan difícil de sobreponerse.
Vivieron dentro de un sentimiento de responsabilidad.
 
A Dios no le convenceremos jamás, una vez que haya determinado hacer algo.
Nosotros no salvaremos a nadie, pero podemos y debemos guiarlos a Él.
Dependemos de grados y del grado de autoridad que tenemos en nuestro espíritu.
Todo el tiempo, que los bebes en Cristo y los niños, no viven bajo autoridad, nunca causarán respeto ni autoridad a los demás.
Engolosinarnos con el cielo, y no prestar atención a la palabra de enseñanza viva, no nos conduce a ninguna parte.
En Cristo, siempre estaremos con hambre de más.
 
A nivel mundial tendrá condiciones todo aquel que se quiera acercar. No será del que corre la carrera, si no de aquel que nos capacita.
Los frutos del Espíritu, son los que nos rodean y nos condicionan los niveles de las dimensiones espirituales.
La Fe es gloria, y para ir de gloria en gloria, debemos crecer en la Fe.
Los desobedientes y los ególatras no viven siquiera en la primera estancia del cielo (paraíso).
Imitar la Fe del pastor es creer todo lo que Dios hace a través de él.
 
El rostro de los que no se esfuerzan acaba decayendo entre las pruebas que les suceden.
En las dimensiones ocurren los efectos especiales que Él produce. La luz hermosea el alma.
Si solo escucho un mensaje tradicional, solo pisaré lo terrenal y no cruzaré a ninguna nueva dimensión.
Las moradas que Dios está preparando, no tienen nada que ver con lo que nuestro ojo terrenal ve a diario.
Los que en las escrituras buscan a Dios, son los que Dios colma de revelaciones y visiones.
Cristianos que todos los días viven afligidos por el hambre que les nace de Dios. Todo su caminar está condicionado por lo que reciben de Dios.
 
Mateo 13:44
 
Además, el reino de los cielos es semejantes a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre haya, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.