Insuficentes buenas obras
por No Aplica
Texto de referencia Lucas 18:9-14; Romanos 3:9-31; Efesios 2:8-10;Tito 3:3-7
Cuando un pastor llamado Michael aún estaba en el seminario tomó un curso requerido sobre educación pastoral en clínicas. A cada seminarista se lo nombró capellán en un hospital u otra institución afín, y una noche por semana estaba de guardia para emergencias. Tarde, una noche sonó el teléfono, y llamaron a Michael del Centro Médico Hermanos Alexianos, en las afueras de Chicago.
Una muchacha de dieciséis años había estado conduciendo de noche con amigos y al dar marcha atrás chocó contra un poste de electricidad, el cual se rompió y cayó sobre el auto. Una amiga de doce años quedó gravemente herida dentro del auto; es más, cuando ingresó al hospital presentaba muerte cerebral. Michael caminó junto a los familiares de la chica de doce años mientras pasaban por el doloroso momento de comprender la verdad y permitir que le quitaran los aparatos que la mantenían con vida.
A la mañana siguiente Michael fue al cuarto del hospital de la conductora de dieciséis años. Físicamente se estaba recuperando bien, pero emocionalmente estaba consternada pues sabía que sus acciones habían matado a su amiga. «Voy a ser como una hija para sus padres le dijo a Michael- .Iré a su casa todos los días y cuidaré a los niños por ellos. Les lavaré los platos todas las noches. Iré todas las semanas a cortarles el césped».
Michael ayudó gradualmente a la joven a comprender la verdad de que no importaba que hiciera, nunca remplazaría a la hija perdida. No podría hacer lo suficiente para compensar sus acciones. Lo único que podía hacer era pedir perdón y esperar que los padres lo encontraran en sus corazones para perdonarla.
Los padres que perdieron a su hija perdonaron de manera increíble a esta muchacha. La liberaron de intentar pagar una deuda que nunca podría haber pagado a pesar de todo lo que hiciera.
En nuestra relación con Dios hemos pecado de modo tan grande, que ninguna de nuestras obras podría compensar eso. Sin embargo, hay una salida: Dios esta dispuesto a perdonarnos.
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.