Jesús Pregunta: ¿Quién crees que soy yo?

Textos Bíblicos – Juan 3:16; 10:30; 8:58

Introducción:

Jesucristo nos encara una cuestión trascendental a través de sus enseñanzas, convencerlos de lo que él es para nosotros o seguir ignorando su infinito valor para nuestras vidas ¿Quién es para nosotros Jesús? La respuesta de su cuerpo a Él determinará no sólo sus valores y estilo de vida, pero su destino eterno. En este bosquejo para predicar se remarca la trascendencia del señor Jesucristo como hijo de Dios, lleno de santidad, medio de salvación, nuestro Rey.

Desarrollo:

1. Jesús es el hijo del Dios viviente.

a. Jesús es Dios: Mientras Él estuvo en la tierra había mucha confusión sobre quién era él. Algunos pensaron que se trataba de un sabio o un gran profeta. Otros pensaron que era un loco. Otros no pudo decidir o no les importaba. Pero Jesús dijo, “yo y el Padre uno somos ” (Juan 10:30). Esto significa que Él es, nada más y nada menos que el Dios viviente.

i. Algunos piensan que Jesús no es más que un “gran maestro” de moral. Pero incluso sus propios enemigos vieron en Jesús a un ser supremo. Y por su ley hicieron todo lo posible para matarlo (Juan 5:18; 10:33 )

ii. Pero estos enemigos no podían demostrar su acusación en contra de él (Juan 8:46)

iii. Pero al final lograron su cometido con su muerte (corporal mas no espiritual) en la cruz (Juan 19:7).

2. Jesús es santidad máxima

a. Jesús es Santo: Dios es absolutamente y perfectamente santo (Isaías 6:3), por lo tanto su plan de salvación a través de su hijo amado es también perfecto y santo.

b. Como Dios, Jesús posee todos los elementos del carácter de Dios.

i. “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” Colosenses 2:9.

ii. Jesús era perfectamente santo en su propia creación (Hebreos 5:5).

c. Dios exige santidad de nosotros. Primera Pedro 1:16 dice: “Sed santos, porque yo soy santo”.

3. Jesús camino y meta de salvación

a. Jesús es nuestro salvador: Él es el único que puede perdonar y transformarnos. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12).

i. La falta de obediencia a Dios nos pone en peligro del castigo eterno (2 Tesalonicenses 1:9).

ii. Carecíamos del deseo de obediencia porque no tenemos aún éramos presas de pecados (Efesios 2:1).

iii. “…porque no hay hombre que no peque” (1 Reyes 8:46); “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

b. Cómo alcanzar santidad: El mero hecho de querer cambiar nuestros patrones de comportamiento no puede resolver el problema del pecado o eliminar sus consecuencias.

i. Tenemos que ser renovados interiormente entonces nuestros pensamientos, palabras o actos serán santificados.

ii. La santidad de Dios y la justicia demanda alejarse del pecado y entregarse al amor de Dios.

c. “Es relativo”: Existe la tendencia a evaluar pecado en una escala relativa, creyendo que algunos pecados son menos graves que otros. Sin embargo, la Biblia nos enseña que el pecado es pecado por lo tanto cualquiera nos separa de la santidad divina.

i. Sin embargo, la gracia del padre sobreabunda, y por ello estamos llamados a arrepentirnos de verdad y vivir con Él y en Él.

ii. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pedro 3:18). La muerte de Cristo satisface las exigencias de la justicia de Dios, lo que le permite perdonar y salvar a aquellos que ponen su fe en Él (Romanos 3:26).

iii. Juan 3:16 dice: “Pero de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no perezca, mas tenga vida eterna.” Él solo es “nuestro gran Dios y Salvador” (Tito 2:13).

4. Jesús es Cristo nuestro Señor

a. Confesión de fe: “si confesares con tu boca que Jesús es Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9)

i. Confesar al Señor Jesús con humildad significa someterse a su autoridad divina (Filipenses 2:10). Creer que Dios le levantó de entre los muertos implica confianza en el hecho histórico de su resurrección -el bastión de la fe cristiana y la forma en que el Padre afirmó la deidad y la autoridad de su Hijo (Romanos 1:4; Hechos 17:30).

5. Él tiene el encargo de juzgar

a. Rechazar a Jesús: Algunos ignoran o rechazan abiertamente a Jesús, pero Dios invita al arrepentimiento antes del día del juicio final, en el cual Jesucristo es primicia y partícipe.

i. : “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. ” (Hechos 17:30-31).

ii. “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder Jesucristo” (2 Tesalonicenses 1:7-9)

Conclusión:

En este bosquejo de predicación se ha ahondado en la trascendencia de Jesús como ser supremo e hijo de Dios, quien lo ha instituido como nuestro salvador. A través de él podemos hallar gracia pues él se constituye en el único que puede restaurar la comunión con el padre celestial al ser guía espiritual y camino mismo que conduce al reino de Dios.

También se resalta la importancia de que Jesucristo es el que toma parte en el juicio a aquellos que lo ignoraron o rechazan. Por todo lo expuesto surge también la pregunta ineludible: ¿Quién es para nosotros Jesús?

Podemos cambiar sin hablar. Podemos cambiar sin responder. Nuestros oídos pueden ser pro-activos al escuchar y comenzar a desarrollar cambios en nuestros corazones. Cuando escuchamos muchas veces estamos esperando un cambio en el otro, mas que hacer foco en nosotros. A veces estamos esperando que pise algún palito para encontrar la oportunidad de machacar el error. Eso es escuchar mal! Tener un oído insensato como Nabal.

Vamos a Santiago 1:19-25

Ésta característica del oído espiritual no solo tiene indicaciones en la palabra de Dios, sino tambien tienen una promesa a cambio.

Otro concepto importante en el ser pro-activos en la escucha es que necesitamos hacer foco en lo que la persona hace y no en lo que la persona es. Por ej.

A) “te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre”;  mientras que hablar de lo que hace sería:

B) “te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Últimamente te olvidas mucho de las cosas”.

4) Oído Espiritual tiene Propósito y sabe escuchar más allá

Un oído espiritual observa para adelante y no mira al pasado. Escuchar con propósito tiene mas que ver en hacer foco en que Dios puede cambiar las cosas y no nuestras palabras o razonamientos.

Uno de los mayores defectos en las mediaciones familiares es cuando las partes hablan del pasado. Por eso los mediadores siempre hacen énfasis en ésta frase. Concentrémonos en las cosas que podemos cambiar. El pasado no podemos cambiarlo. Muchas veces pensamos que una buena estrategia es sacar los trapitos sucios como para empatar el error que uno comete. Por ejemplo. Yo no saco la basura, pero vos no me planchaste la camisa.

Hay un versículo en Filipenses que resume el concepto de Oído Espiritual con Propósito. Filipenses 1:6 dice “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”

Escuchar lo que no se dice, escuchar el silencio, escuchar a Dios en nuestras conversaciones. ¿Qué quiere Dios mostrarnos con éste problema? ¿Qué diría Jesús en mi lugar?

Algunos tips que van encontra de un oído con propósito son

a) Las generalizaciones. Vos siempre igual, vos nunca cambias… Necesitamos ser específicos y hacer foco, ser puntuales.

b) Acumular emociones negativas. Me saltó la térmica. Esto es demasiado.

c) Ser largo y extenso en los desarrollos. Cuando mi esposa me dice, “terminaste? Es porque mi explicación fue larguísima y aburrió al extremo! Obviamente no causará el efecto que yo buscaba, que ella me entienda o quizás que ella cambie de parecer.

d) Utilizar lugares inapropiados. Es importante elegir un lugar con poco ruido o con cierta intimidad para tratar algunos temas. No debemos exponernos.

CONCLUSIÓN:

La capacidad de escuchar o éstas características de los OÍDOS ESPIRITUALES no se compran en supermercados, si se vende en remates de mercadolibre. Vamos a perfeccionar nuestros oídos si lo entendemos cómo un músculo para un atleta. Se desarrolla, se forma, se trabaja y adquiere madurez con el paso del tiempo. El oído espiritual es igual. Necesitamos trabajar simultáneamente varias áreas. Por ejemplo nuestro egoísmo, nuestra sabiduría, nuestra actitud y nuestro futuro.

Dios tiene que tomar el control de nuestras charlas! Vamos a orar por esto!

Padre Celestial te pedimos que tomes el control de nuestros oídos y que perfecciones nuestra manera de escuchar en nuestros matrimonios. Necesitamos afinar cada día nuestra manera de escuchar! En el nombre de Jesus. AMEN!