Biblia

¡ÉL me llamó!

¡ÉL me llamó!

Joshua C.

Miembro

Registrado: Nov 2001

Localización: Estados Unidos

Mensajes: 32 ¡ÉL me llamó!

Querido amigo, amiga que visitas estas páginas sediento de amor, de alegría, de paz, de justicia, estas palabras son para ti.

Todos, alguna vez en nuestras vidas fracasamos, hemos conocido el acre sabor de la derrota y la consiguiente frustración derivada de ésta. De una forma u otra todos tenemos un plan o al menos una mera idea acerca de lo ha de ocurrir con nuestras vidas. No obstante, nuestro plan, meta o idea nunca coincide con nuestra realidad. Cuando menos lo pensamos somos interrumpidos y allí, en ese mismo instante, se esfuma el encanto.

¡Fantaseamos mucho! No en balde el arte —interpretación humana de lo que el Creador creó perfectamente— pareciera haber conquistado hasta nuestro más recónditos intersticios. Así Hollywood, la industria más poderosa del mundo, modela el comportamiento de las multitudes. Hollywood te adiestra sobre cómo has de pensar, vestir, comer e incluso, cómo has de ver a Dios.

Multitudes de interrogantes asaltan el día a día de nuestra excitada existencia; nos disparan sin cesar por todos los flancos. TV, cine, prensa, radio, internet, correos, escuelas, miríadas de credos de distinto pelaje y un largo etcétera, actúan como inquisidores a la par de contestadores; te dicen: ¡Oye, mira, aquí tenemos todas las preguntas y todas las respuestas!

Señor Silencio parece ser un invitado imposible a nuestras vidas; Doña Confusión [conocida también como OBSCENIDAD (Ob = fuera de; scena = escena)], de la mano de su carnal Don Ruido, ha tomado cualquier espacio disponible. Noticias, imágenes a granel, discursos, comerciales, comunicaciones, música, constantes llamadas, bullicio generalizado, amenazas por y desde todas partes, imprecaciones, credos, teorías, filosofías y necedades de los más diversos géneros atracan nuestra escuálida atención. ¡Pareciera que no hay ni un sólo espacio para la intimidad!

El vanidoso como superficial MUNDO de nuestros días se ha convertido en un tormentoso río de preguntas, gigantescas rocas que obstruyen el paso hacia el verdadero río, el verdadero CAMINO.

No se trata de lo que pienses acerca de una determinada religión.

No se trata de lo que pienses sobre el cristianismo y los cristianos, el judaísmo y los judíos, etc.

No se trata de las buenas obras que hayas podido hacer últimamente.

No se trata de las tradiciones que hay en la iglesia a la que asistes o la de tu simpatía o la que visitabas cuando eras niño(a) o esa a la que te gustaría pertenecer.

De lo que se trata es de que, como toda criatura creyente o no en DIOS, clamas desde el fondo de tu alma por Él. Por cuanto eres fruto de su creación, DIOS es tu única realidad; tu única salida; tú único ayer, hoy y futuro; tu único alivio; tu única satisfacción; sea que lo sepas o no, que lo reconozcas o no. DIOS es LA RESPUESTA que exige, por la que clama tu estropeado espíritu en su andar por este ignaro e insólito mundo. Y esa RESPUESTA querido amigo, amiga, que me escuchas jamás podrá dártela el MUNDO. Sencillamente, carece de ella, no la tiene. El MUNDO, sujeto a vanidad, está bajo los designios de un príncipe a quien DIOS temporalmente le ha permitido sojuzgar al humano. Estoy seguro que tú sabes de quien estoy hablando. Sin embargo, para los efectos de esta conversación, ese príncipe CARECE DE IMPORTANCIA ALGUNA ya que él, como todas las cosas del mundo, pasará mas LA PALABRA que DIOS misericordiosamente te presenta hoy, NO PASARÁ.

Entonces, hablemos un poco más sobre DIOS ETERNO, TODOPODEROSO; el DIOS DE ABRAHÁN, ISAAC, ISRAEL, JOSÉ, DANIEL, ELÍAS, JUAN EL BAUTISTA, PABLO, PEDRO, JUAN, el DIOS DE LA BIBLIA. Hablemos, pues, del DIOS HECHO HOMBRE en JESÚS, el CRISTO, que vive y vivirá por siempre en Sus hijos. ¡No! No te hablaré de religión, te hablaré del DIOS VIVO.

La degeneración de la raza humana bajo la tutela del Príncipe del Mundo no deja lugar a dudas de que estamos ante el momento culminante de la historia. El ser humano se pudre a pasos de pantera tanto física como espiritualmente. El pecado (negación de y desobediencia a DIOS) tiene tomado casi por completo al mundo. La maldad y las perversiones de toda índole campean por doquier. EL MENSAJE, el único, hoy toca a las puertas de tu corazón para decirte que CRISTO JESÚS vive, que ÉL es la única fuente de vida y que es la única posibilidad de SALVACIÓN que tienes, que es tú única ESPERANZA. “¿Salvación de qué?”, pudieras preguntarte. Te digo, “échale una ojeada a tu alrededor y quizás obtengas la respuesta”. Te digo, “imagínate, después de este evento que conocemos como ‘muerte’, viviendo en un mundo millones de veces más degradado que éste en el que nos toca vivir, pero viviendo eternamente sin el beneficio de lo que aquí en este mundo entendemos por muerte, y quizás obtengas la respuesta”. Te digo, “piensa por un instante en una persona que sufre los terribles dolores de un cáncer viviendo sin anestesia por siempre, y quizás obtengas la respuesta”.

Por encima, muy por encima, del ruidoso mare magnum de preguntas en que se ha convertido el mundo, surge LA PREGUNTA que tú y todos enfrentamos en un momento dado de nuestras vidas, la cual es bien sencilla. Sí, como pudieras sospechar, LA PREGUNTA tiene que ver con DIOS, EL QUE ES, EL INNOMBRADO, EL TODOPODEROSO, EL CREADOR DE TODOS Y DE TODO.

LA GRAN PREGUNTA que está firmemente instalada en el corazón del ser humano, LA PREGUNTA que hierve en tu alma es: ¿SERÁ POSIBLE QUE PUEDA ENCORTRARME CON MI PAPÁ PARA EXPONERLE TODO MI DOLOR, TODO MI FRACASO, TODA MI FRUSTRACIÓN, TODA MI MISERIA, TODA MI INCAPACIDAD PARA ALIVIAR ESTA ENFERMEDAD QUE LLAMAMOS VIDA. Y, DE SER POSIBLE, CÓMO?

CRISTO, EL MEDIO, EL CAMINO ES. Jesús te dice:

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto”. (Juan 14:6-7).

A través de Pablo y Silas, el Señor te habla: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. (Hechos 16:31).

A través de Lucas, el Señor te informa: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12).

El Señor usa a Pablo para decirte: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”. (2 Corintios 5:17-19).

El MENSAJE no podría ser más claro: La fe en Jesús es el único CAMINO a DIOS. Entonces, ¿qué harás si ÉL toca a las puertas de tu corazón para hacerte la GRAN INVITACIÓN? ¿Será que los brujos, los medios de INcomunicación, los artistas, los filósofos, los científicos del MUNDO seguirán visitando tu ajetreada vida con palabras engañosas que empiedran el camino al tormento eterno? ¿Será que las ‘visiones’, las ‘trascendentes y sabias reflexiones’, de los ‘sabios’ de este mundo tendrán finalmente más peso en tu corazón que LA PALABRA (la única, la inmutable) del DIOS TODOPODEROSO? Detente por un instante amigo, amiga mío (a). Apágate al mundo aunque sea por tan sólo por un instante. Retírate en silencio y busca en la soledad de tu corazón respuestas para estas acuciantes preguntas.

Conviene saber un hecho más, de crucial importancia: Jesús tomó el lugar, pago por los pecados, de los hijos de Dios, esos que llevan la semilla de Dios dentro de sí, en la Cruz del Calvario. Si en algún momento llegases a conocer a JESÚS, sabrás lo terriblemente hermoso que es el estar libre de los estragos y del poder de Don Pecado así como de su eterna compañera, Doña Culpa.

¿Qué harás con Jesús si Él llegase a tocar a las puertas de tu corazón? Ésta es la pregunta más importante que todo ser humano, eventualmente, tiene que afrontar.

“¡ÉL ME LLAMÓ!”

En la compañía de su hijita Rebeca, María se encontraba mirando las fotos de un viejo álbum. Bequita, que así la llamaban en casa cariñosamente, apuntando hacia una de las fotos de sus difuntos antecesores le pregunta a su madre, ¿Y éste, se fue al cielo? Su madre responde de inmediato que no sabe pero que él sólo podría estar en el cielo si él hubiera recibido a Jesucristo como su Salvador. Bequita, entonces comienza a hacerse la misma pregunta en referencia a cuanta persona conoce.

Días más tarde Bequita al presentarse ante María le espetó, “¿sabes qué, Mami? El otro día hablé con Jesús por teléfono y le pedí que viniera a mi corazón. “¡Maravilloso!”, le replicó María. “¿Pero cómo hiciste para averiguar Su número?”. La respuesta de la niña fue tan sencilla como profunda: “¡ÉL ME LLAMÓ!”, manifestó entusiasta.

Rebeca, a sus casi 4 añitos, no sabía que su respuesta contenía la INMENSA VERDAD que distingue y separa DEFINITIVAMENTE al AUTÉNTICO CREYENTE EN CRISTO JESÚS de cualquier religión o creencia así como de todo sistema ideológico, científico, económico o filosófico de este mundo. La infinidad de creencias de este mundo apuntan hacia lo que no es, en lugar de apuntar a EL QUE ES. Así, requieren que el hombre trate de encontrar a DIOS. Sin embargo, en el PLAN que DIOS elaboró ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO para Sus hijos, “ÉL ES EL ÚNICO QUE INICIA EL CONTACTO”. A través del ESPÍRITU SANTO el PADRE nos llama a ARREPENTIMIENTO. Todo aquél que ha aceptado a Jesús como Salvador es porque fue LLAMADO por el Espíritu Santo (Romanos 8:30).

Jamás habrá mayor honor que recibir una llamada personal de DIOS. ¡Qué tremendo honor! ¿Todavía no has escuchado Su glorioso llamado?

Disculpa amigo, amiga, ahora debo salir corriendo, alguien está tocando a mi corazón.

¡Quiera el Señor Jesucristo instalar en ti Su magnificente gracia y eterna paz!

Joshua

P.D. ¿Aún confundido(a) después de leer estas palabras? ¿Más confundido(a) que antes? ¿Interesado(a) en EL CAMINO? Consigue LA BIBLIA, léela, estúdiala, medita sobre su contenido apartado(a), en silencio, lejos de la atribulada agenda que este mundo absurdo y decadente pretende imponerte. ¡Léela! A ver qué tiene el Señor para ti.

__________________

Mediante Gálatas 5 DIOS nos instruye sobre:

LAS OBRAS DE LA CARNE

Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y demás cosas semejantes.

y sobre:

EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,
y me siguen,
y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”

Juan 10: 26-28

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

——————————————————————————–

¡Libérame, Purifícame, Señor!

Joshua C.

Miembro

Registrado: Nov 2001

Localización: Estados Unidos

Mensajes: 32 ¡Libérame, Purifícame, Señor!

“Y por cuanto sois hijos,

Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones,
el cual clama: Abba, Padre”.

Gálatas 4:6.

QUERIDO AMIGO, AMIGA que me escuchas, una vez que has sido confrontado con el mensaje de vida eterna, quizás el Señor esté llamando a las puertas de tu corazón, a las puertas de tu cansada vida.

¿HA TOCADO EL SEÑOR TU CORAZÓN? ¿Estás arrepentido(a) de tus pecados? ¿Avergonzado(a)? ¿No tienes palabras, no sabes qué decir? ¿Tímido(a)? Todos los hijos de Dios, antes de nuestro nacimiento (espiritual) en Él, hemos pasado más o menos por lo mismo. Sé cómo te sientes; llegar al DIOS TODOPODEROSO no es nada fácil. Pasa por humillarnos ante Él, por reconocer que somos NADA, que sin ÉL nada en este mundo TIENE SENTIDO. Pasa por reconocer nuestra condición de pecadores y nuestra IMPOTENCIA para remediar esta situación. Fue bien difícil para mí, así como para la gran mayoría de los hermanos y hermanas que el Señor me ha dado.

SI SIENTES EL LLAMADO DEL ESPÍRITU SANTO DE DIOS EN TU CORAZÓN, en el último párrafo encontrarás unas palabras que pudieran servirte de inspiración. En modo alguno quiero que tomes estas palabras con rigidez, como un rezo, como algo que tienes que leer, que tienes que expresar así exactamente. No, esa no es mi intención. La oración es todo un sistema inspirado por el ESPÍRITU SANTO para comunicarnos con el PADRE a través de CRISTO (EL HIJO). Es maravillosa conversación fluida entre un hijo que necesita de la guía y del amor de Su Padre. La oración nos hace cada día más dependientes de la VOLUNTAD de NUESTRO PADRE. ¡Amigo, amiga, quiera mi Señor tomarte ahora mismo! ¡Quiera mi Padre entregarte en las manos amorosas de mi Señor Jesucristo en este instante! Ahora, éste es mi mayor deseo. ¡Dios te bendiga con Su gracia!

Amorosamente en Cristo,

Joshua C.

Padre mío. ¡Creador de los cielos y la tierra! Rey del universo.
Ante Ti me presento en este instante, el más importante de toda mi vida, para reconocer mi necesidad de ti Señor.
Aquí estoy Señor para reconocer que soy un trasgresor. Soy un pecador que, por ignorancia o negligencia, ha ido siempre contra ti haciendo lo malo ante Tus ojos.

Ante ti Padre confieso todos mis pecados que cual llama ardiente consumen mi alma.

Ante ti Señor reconozco que necesito Tu perdón, Tu amparo, Tu guía y Tu AMOR Padre mío, Papá, Papi, Papito,
Vengo a ti Padre, cansado de andar bajo mis propias fuerzas,
de seguir mi propio camino.

¡Ya no puedo más y ahora sé que Tú lo sabes!
Vengo a ti Padre para poner toda mi angustia, todo mi dolor,
en Tus manos poderosas.

¡Alabado seas Señor!

¡Oh mi Dios, mi fortaleza, mi alabanza sea contigo para siempre!

Gracias Padre por haberme presentando las buenas nuevas del Evangelio hoy.

Gracias Padre por haber abierto los oídos de mi corazón hoy para apreciar tu mensaje de Salvación de las miserias de este mundo y tu mensaje de Vida Eterna a través de Tu Hijo Unigénito Jesucristo, a quien a partir de este instante reconozco como mi único Redentor y Salvador personal.

Gracias Padre por hacerme consciente del sacrificio que
mi Señor Jesucristo realizó en la Cruz del Calvario
para pagar por mis pecados, por mi vida errónea, caída y miserable.

Gracias Padre por hacerme saber que yo soy Tu hijo, que vengo de Ti.

Ahora Señor cuando pongo mi vida en Tus graciosas manos,
cuando dedico el resto de esta nueva vida, abundante vida,
que hoy me das, te pido que me ayudes a seguir los pasos de mi Señor Jesucristo para ser conformado a Su imagen y que
coloques la vida de Tu amado Hijo Cristo Jesús en mi corazón para siempre.

Clamo a ti Señor para que me enseñes el camino,
para que me instruyas en todo momento
Y para que me hagas conocer Tu voluntad.
Mi corazón está dispuesto, ¡oh Dios! Libérame, purifícame Señor.

Haz de mi Señor la clase de persona que Tú has previsto que yo sea.

¡Cumple en mí Tu sagrada voluntad!
Ahora Señor cuando comienzo a dar mis primeros pasos en Ti, trae a mí Tu Espíritu Santo para que me instruya en cada paso del camino que me queda por transitar en este mundo,
para que desarrolle fe en mí por Ti,
para que me dé palabra de oración para Ti,
para que me enseñe a leer, a beber, a aprender de Tu Palabra de Vida Eterna que esta contenida en La Biblia.
Quiero, Señor, aprender a ADORARTE en Espíritu y verdad.
Este siervo Tuyo Señor se humilla ante Ti Padre para recibir,
a través de Tu gracia misericordiosa,
Tu inmenso amor, Tu perdón y Tu paz PARA SIEMPRE.
En el nombre de mi Redentor y Salvador,
Tú amado Hijo mi Señor Jesucristo,
te doy eternas gracias Padre, Papá, Papaíto.
Infinitas gracias te doy PADRE por haberme
SALVADO DE LAS GARRAS DE SATANÁS
preservándome para VIDA ETERNA al lado de Tu Hijo unigénito.

Gracias por la SALVACIÓN ETERNA que hoy
me has ofrecido gratuitamente y la que ahora tomo
con gran gozo para el servicio y la gloria de
Tu amado Hijo Jesucristo por los siglos de los siglos.

¡Amen!

__________________

Mediante Gálatas 5 DIOS nos instruye sobre:

LAS OBRAS DE LA CARNE

Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y demás cosas semejantes.

y sobre:

EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,
y me siguen,
y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”

Juan 10: 26-28

jeff
Miembro Reciente

Registrado: Mar 2002
Localización: Pennsylvania estados unidos
Mensajes: 14 gracias

Hola amigo,

Quiero decir gracias por tu mensaje. Para mi el camino con el Señor no ha sido fácil por muchas razones. Yo no tenía una relación muy clara con él porque no sabía como preguntar por Dios para perdonarme. También no hablaba con él de todo que estaba en mi mente, en otras palabras no me gusta decir pero estaba deprimido y no muy seguro en como preguntar el Señor para ayudarme. Pero después de leer tu mensaje aprendí que Dios de hecho habla con sus niños y mostrará la manera a ellos. Gracias otra vez porque pienso que ahora yo entiendo muy claro ahora como hablar a Dios y que en su manera Dios va a contestarme.

Dios te bendiga mucho

¡ANIMO, MI HERMANO!

Joshua C.

Miembro

Registrado: Nov 2001

Localización: Estados Unidos

Mensajes: 32 ¡ANIMO, MI HERMANO!

Amado hermano Jeff:

ME ENCUENTRO CON TU AMABLE MENSAJE cuando apenas regreso del patio trasero de mi casa. Vengo de cuidar las plantas que planté hace algunas semanas. Están CRECIENDO saludables y bellas, ¡GRACIAS AL SEÑOR! Estoy muy feliz y ahora mucho más al saber que nuestro Señor ha hablado a tu corazón con voz de revelación a través de las palabras que Él puso en el corazón de este siervo suyo.

DEPRESIÓN: ¡TERRIBLE PLAGA DE NUESTROS CONFUSOS DÍAS! ¿Quién no ha sufrido o cree haber sufrido de este mal en estos días? Estás sentado en la sala de tu casa o en un cine mirando una película, cuando de pronto la señal comienza a deteriorarse y un terrible ruido se apodera del sonido. Ahora la imagen está totalmente deshecha y el sonido no es más que un conjunto de notas discordantes de agudos insoportables. Quieres salir corriendo de allí. El CAOS, la CONFUSIÓN, se apoderan de ti que estabas allí tan relajado. En los angustiosos tiempos en que vivimos, hasta los conflictos más pequeños generan caos y confusión. Y el caos y la confusión no sólo son contexto sino caldo de cultivo para la depresión. “¡Paren el mundo que me quiero bajar!”, pareciéramos gritar, desde lo más profundo de nosotros, en muchas ocasiones.

DEPRESIÓN ES UNA CATEGORÍA VERBAL inventada por los especialistas de la conducta para describir los estados de enorme miedo, impotencia y consiguiente angustia en el ser humano, incluso algunos hablan de depresión en los animales. Aunque la Biblia no registra la palabra depresión por ninguna parte, se puede observar como muchos personajes bíblicos la sufrieron.

EL PROFETA ELÍAS, a quien el Señor bendijo tanto, amenazado de muerte por Jezabel huyó al desierto para salvar su vida y una vez allí pidió a Dios que le quitara la vida [“y sentóse debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quita mi alma” (1 Reyes 19:4)]. ¡Tremenda paradoja! Elías huye para salvar su vida; no obstante, una vez que está a salvo clama a Dios por la muerte. Muchos otros personajes bíblicos parecen haber atravesado amargos estados depresivos: Moisés, Job, Jonás, Jeremías, Pedro son ejemplos de esto. A todos, de una manera u otra, nos llega el momento en que no soportamos la pesada carga que la vida es y entonces deseamos morir.

LA DEPRESIÓN OCURRE, generalmente, cuando hemos fracasado en el amor humano, en lo económico, en lo profesional, en lo social, en lo religioso, en lo familiar y hasta después de haber tenido un gran triunfo. Eso fue lo que le pasó al profeta Elías: Tuvo éxito al haber confrontado a Acab y al haber orado incesantemente por lluvia para Israel. Entonces, se deprimió.

PERO, ¿QUÉ ES EN REALIDAD LA DEPRESIÓN? Es sentir que el fracaso es insuperable. Es rendirse ante los problemas; es renunciar a continuar la guerra porque hemos perdido una batalla; es caer en postración a través del miedo y el dolor y, en algunas oportunidades al estar acostumbrado a “sufrir”, es RESISTIRSE A ACEPTAR LA BELLEZA QUE DIOS NOS DA HOY GRACIOSAMENTE. Quien se deprime pierde fuerza espiritual, pierde interés por todos y por todo: DIOS, la familia, la iglesia, el trabajo y la vida en general. Quien se deprime se torna en un ser apático y conflictivo.

¿QUÉ INTENTA SATANÁS A TRAVÉS DE LA DEPRESIÓN? Instalar un sentimiento de muerte en tu corazón. ¿CÓMO PUEDES SUPERAR LA DEPRESIÓN?: Confesándole a DIOS que ÉL es tu amparo, tu fortaleza y tu pronto auxilio. Salmos 46:1-3 nos dice que “Dios es nuestro AMPARO y FORTALEZA, nuestro PRONTO AUXILIO en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”. Cuando el amparo, la fortaleza y el pronto auxilio de Dios llenan tu corazón; entonces, ya no vives con miedo sino con seguridad ni con dolor sino con gozo.

COMPAÑERISMO EN CRISTO: ¡GRAN ENSEÑANZA, HERMOSA HERRAMIENTA, TREMENDO ALIVIO! En los últimos tiempos he estado atravesando por una prueba bien difícil. Una noche de hace unas pocas semanas, cuando me sentía muy deprimido, me fui a la iglesia donde me congrego. Necesitaba mucho escuchar la Palabra para tomar fuerza y hablar con mi Señor. No tengo otra solución en este mundo sino ir donde está la Palabra, sino buscarlo a ÉL. No soy más de este mundo. ¡Gloria a Dios! Era miércoles, el día en que tenemos estudio bíblico. Esa noche compartimos hermosos cánticos de alabanza, leímos y estudiamos algunos capítulos del libro de Isaías. Sentí mucho alivio, nuestro Padre me alimentó dio a comer su Maná de Vida Eterna una vez más. Sin embargo, al terminar el servicio aún tenía aflicción. Volteé al lado mío y estaba un hermano al cual había visto muchas veces pero al que nunca había conocido. “Hola, soy Joshua. Mucho gusto”, le dije. Él, con una sonrisa, amablemente me dijo su nombre y me estrechó la mano. Inmediatamente, le dije: “Hermano, la próxima vez que hables con nuestro Señor pon mi nombre delante de Él”. Ante mi solicitud, aquel hombre se turbó. Su sonrisa se transformó en una mueca. En su cara sentí confusión, como diciéndose a sí mismo: “¿Pero cómo, quién es este tío para que yo esté orando por él? Si nomás lo acabo de conocer”. Sentí vergüenza y me retiré de inmediato. La actitud de aquel hermano provocó que mi depresión regresara con renovada fuerza. Pero ya saliendo de recoger a mi niña en el salón de los niños, me encontré con mi hermano David con quien he compartido oraciones al Señor en un grupo de oración que tenemos los hombres de la iglesia, dos veces por semana bien temprano en la mañana. Apenas me vio, David me dio un sincero y fuerte abrazo, preguntándome a la vez. “¿Qué pasa Joshua, por qué no has venido más al servicio de oración en las mañanas. Te he extrañado mucho?”. Le contesté, “lo que pasa hermano es que he tenido muchos problemas”. Sin hacer formular preguntas pero muy amorosamente, me dijo de inmediato: “¡Ah, tengo que incorporarte a mi lista de oración ahora mismo!” y me abrazó nuevamente. Hablamos unos minutos más y le dije que tenía que irme, que ya era tarde para la niña. Ya en el estacionamiento, a punto de abordar el auto, David, con sonrisa franca, vino a mi otra vez y al extenderme una pequeña tarjeta me dijo: “Hermano aquí tienes mi teléfono. Si me necesitas, PARA LO QUE SEA (enfatizó sus palabras), tú PUEDES CONTAR CONMIGO. Llámame a LA HORA QUE SEA. El Señor te bendiga hermano”. ¡Oh, mi Dios cuán bello eres! Nuestro Señor se gozó en poner esa noche un ángel en mi camino. Ese ángel fue mi hermano David.

DE DÓNDE MENOS LO ESPERAMOS CRISTO NOS “ASALTA” con su tremendo e inconmensurable amor. Sé tú también, mi amado hermano Jeff, un ángel para los muchos que sufren. Dios permite muchas veces que pasemos por estados de aflicción no sólo para que confesemos que ÉL es nuestro único AMPARO, FORTALEZA y PRONTO AUXILIO, sino también para que APRENDAMOS a lidiar con este terrible mal de nuestros días y así estemos preparados para servir de apoyo al que, viniendo atrás, está mucho más necesitado que nosotros. Cuando reviso mi vida y veo el terrible sufrimiento que hay en el mundo y veo las tremendas bendiciones que el Señor ha derramado sobre mi vida, entonces me digo: “Pero Joshua, hay que ver que tú te ahogas en un vaso de agua y que las más de la veces que te deprimes lo haces por tonterías o, peor aun, por pura rebeldía de malcriado ante el Padre Celestial. Eres bien malagradecido”. Esa noche aprendí que la respuesta a mi angustia existencial no viene de donde yo la estoy esperando. Aprendí a no juzgar al hermano que no actúa de acuerdo a mis deseos. Aprendí que no tengo que estar dirigiendo a Dios para que satisfaga mis deseos sino que más bien debo pedir a Dios que me dirija y que me fortalezca en el seguimiento de su Santa Voluntad. Esa noche salí con las baterías cargadas para continuar el glorioso camino que el Señor creó para mí desde ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO. Esa noche en mi pequeña iglesia el Señor me dio una TREMENDA lección de su MAGNIFICENTE AMOR que jamás olvidaré.

DIOS SE GOZÓ EN ESCOGER COMO SU PUEBLO A UN PEQUEÑO Y POBRE PUEBLO de pastores, el pueblo de ISRAEL. Así, la lengua hebrea es fiel reflejo de la sencillez de ese pueblo. No obstante, a pesar de tal sencillez, una sola palabra hebrea puede estar cargada de profunda significación y servirnos de gran enseñanza. EMUNAH es la palabra hebrea que expresa el significado de la palabra que en nuestros idiomas se traduce como FE. Pero emunah quiere decir exactamente CERTIDUMBRE DE LA VERDAD. ¡Qué hermoso y confortante conocimiento! ¡CERTIDUMBRE DE LA VERDAD! Teniendo FE en nuestros corazones podemos decir positivamente: No solamente creo sino que ESTOY SEGURO DE QUE ÉL EXISTE Y QUE ÉL ME AMA PORQUE SOY SU HIJO Y ÉL ES MI PADRE, Y EL ES MI ÚNICA VERDAD AYER, HOY, MAÑANA Y SIEMPRE. ¡AMEN!

LA DEPRESIÓN PROVIENE DEL PRIMER ENEMIGO QUE SATANÁS ES. Él es el agente encargado de poner tan horrible sentimiento en nuestros corazones. Cuando nos deprimimos pareciéramos estarle diciendo al CREADOR, nuestro Padre: “Sí, aunque creo en Ti, siento que es muy poco lo que Tú puedas hacer por mí. En mí está la solución, sólo tengo que encontrarla y me frustro porque no puedo”. Éste es el tipo de sentimiento TÓXICO que el maligno pone en nuestros corazones. Así, el ángel caído, nos arrastra en su caída a su terreno: BABILONIA o EL MUNDO (EL SISTEMA DEL MUNDO: TODO LO QUE NO ES DE DIOS Y QUE SIGUIENDO SU NATURALEZA CAÍDA Y CORROMPIDA VA CONTRA ÉL) como lo llama el Señor en las Escrituras. Así, comenzamos a buscar respuestas en el MUNDO que, como es obvio, está TOTALMENTE incapacitado para darnos las respuestas acertadas.

AMADO HERMANO JEFF, el Señor cada día da AGUA DE VIDA ETERNA a Sus hijos, nos NUTRE CON EL MANÁ ESPIRITUAL DE SU PALABRA y nos da el inmenso goce de compartirlo con NUESTROS HERMANOS. Así CRECEMOS hermanos; como las plantas, crecemos de ÉL y para ÉL. No nos es dado saber cuánto –¡Qué nos puede importar!- pero estamos creciendo hasta que seamos conformado a la IMAGEN DE CRISTO.

UNA VEZ QUE HEMOS SIDO LLENADOS CON EL AMOR DE NUESTRO DIOS y que podemos identificar al enemigo, comprendemos que el mundo no es más que una escuela para nosotros, hijos. Estamos aquí para aprender a confiar en Él, para ser entrenados para compartir VIDA ETERNA con ÉL en la NUEVA JERUSALEM. ¡Hacia allá vamos, hacia allá nos lleva ÉL! Aflojemos esos músculos espirituales, ¡la danza es de Él! No, no podemos quedarnos sentados debajo del enebro. ¡EL MOTOR DE LA REVELACIÓN YA ESTÁ EN MARCHA!

¡El Señor te bendiga abundantemente tanto como a todos los hermanos que nos escuchan y a todos aquéllos que han de venir a ÉL!

En Cristo,

Joshua

P.D. La última vez que mi madre vino a visitarnos nos enseñó un corito que nos gustó mucho. Dice algo así como: “Si te encuentras solo y confundido, dilo a Cristo, dilo tan sólo a Él”.

A través de algunos mensajes tuyos, he sabido que te has convertido recientemente y que eres también un estudiante de español que aspira a ser profesor de esta lengua. Si no tienes una Biblia bilingüe, te recomiendo altamente la Biblia de Estudio Scofield. Ésta, además de contar con referencias cruzadas y concordancia propicias para el estudio serio, reúne las dos traducciones más confiables de las escrituras en nuestros dos idiomas. Reina Valera 1960 en español y King James 1611 en inglés. Conviene saber que el diablo que no deja ningún cabo suelto también lucha por distorsionar la verdad bíblica; de este modo, muchas de las “nuevas versiones” de la Biblia en todos los idiomas procuran despojar INÚTILMENTE (PORQUE NO LO LOGRARÁN) la SUPREMACÍA DE CRISTO. Son siglos de trabajos los que están acumulados en estas dos versiones y ha sido claro que a través de estas fieles traducciones desde el hebreo y el griego originales han sido y son fuente de revelación del PLAN DE VIDA ETERNA DE DIOS a gran cantidad de almas de habla hispana e inglesa. En cada página encontraras los versos en ambos idiomas uno al lado del otro. Así, al estudiar la Palabra perfeccionas tu español. Estarías, pues, “matando dos pájaros de un solo tiro” como se dice en español.

Aquí puedes encontrar descripción detallada de la Biblia Scofield: http://www.amazon.com/exec/obidos/A…0002538-7086233

A propósito de Pennsylvania, ¿acaso vives en medio de sus lindas montañas?

__________________

Mediante Gálatas 5 DIOS nos instruye sobre:

LAS OBRAS DE LA CARNE

Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y demás cosas semejantes.

y sobre:

EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,
y me siguen,
y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”

Juan 10: 26-28

¿Realmente arrepentido(a)?

Joshua C.

Miembro

Registrado: Nov 2001

Localización: Estados Unidos

Mensajes: 32 ¿Realmente arrepentido(a)?

“Porque sabemos que toda la creación gime a una,
y a una está con dolores de parto hasta ahora;
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos,
que tenemos las primicias del Espíritu,
nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos,
esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.”

(Romanos 8: 22-23)

Juanito, a sus trece años de vida, es bastante perceptivo. Adorador del Señor Jesucristo desde que tiene uso de razón, acostumbra asistir con su madre a cuanto culto le es posible.

Una noche, camino a casa después de asistir a un servicio de adoración, le dice a su madre: “Mamá, Don Manuel está arrepentido y buscando la paz con el Señor pero creo que no la encontrará esta noche”. “¿Por qué dices eso, hijo mío?” “Porque solamente tenía doblada una rodilla, Mamá; y no hallará paz en su corazón hasta que no doble las dos”.

Mientras no estemos claros (¿quién podrá aclararnos?) en nuestro corazón sobre nuestra condición de pecadores y no perdamos toda confianza en nuestra capacidad para conducir y cambiar nuestras vidas, no podremos atender el llamado del Señor Jesucristo al arrepentimiento. Sin arrepentimiento no es posible disfrutar del mayor tesoro que pueda haber en todo el universo para un ser humano, Su gracia. Sin la gracia redentora y salvadora de Cristo Jesús, la paz jamás será posible para hombre alguno.

¡Dios Todopoderoso ilumine tu corazón ahora mismo!

__________________
Mediante Gálatas 5 DIOS nos instruye sobre:

LAS OBRAS DE LA CARNE

Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y demás cosas semejantes.

y sobre:

EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,
y me siguen,
y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”

Juan 10: 26-28

iker
Miembro Reciente

Registrado: Jun 2002

Localización: Zaragoza. España

Mensajes: 3 gran ayuda

Un saludo Joshua. Que Dios te bendiga.

Estos mensajes tuyos me han servido de gran ayuda. Yo soy un español de 23 años que nunca había creído en nada, pero desde hace aproximadamente un mes sentí algo en mi corazón (no sé exactamente el qué, pero seguro que es el Espíritu Santo) y decidí comprarme una Biblia. Al día siguiente me fui a la iglesia más cercana de mi casa, pero me decepcionó totalmente. Como imaginarás era una iglesia católica, pero no me gustó nada lo que ví y me salí de ahí. Luego, 2 días después me encontré por casualidad una iglesia cristiana evangélica cerca de mi casa y me decidí a entrar. Desde ese día voy a todos los cultos que se realizan y puedo asegurar que ha cambiado mi vida: El Señor me ha permitido descubrir a Cristo y me encuentro muy feliz.

Sin embargo, me resulta muy difícil terminar con mi vida anterior en ciertos aspectos. Sigo teniendo momentos de debilidad y vuelvo a pecar nuevamente, aunque enseguida me arrepiento y cada vez voy mejor. Por eso todos tus mensajes me han servido de gran ayuda y te lo agradezco con todo corazón.

Una cosa más, ya que veo que eres muy entendido. La Biblia que tengo no coincide literalmente con la que se lee en la Iglesia, básicamente dice lo mismo pero con otras palabras. no sé, pero me siento algo extraño porque todos los compañeros de la congregación tienen Biblias que coinciden, menos la mía. Yo tengo la Nueva Biblia de Jerusalén. ¿Debería cambiarla? El problema es que la tengo toda subrayada y con anotaciones, así que pienso que igual lo mejor es tener dos.

Un saludo desde España,

IKER

GLORIA A DIOS

“Arrepentíos, pues y convertíos para que vuestros pecados sean perdonados.” Hch 3:19

Maripaz
Usuario Senior

Registrado: Jun 1999

Localización: España

Mensajes: 9640
Hola Iker

Visitando esta web de “Aguas vivas”, leí este estudio que creo podrá serte de ayuda:

http://www.aguasvivas.cl/aguasvivas15/page04.htm

He aquí el principio de un «Manual de amor» para el creyente que quiere avanzar en su devoción hacia Cristo. Un mensaje basado en los primeros capítulos del «Cantar de los cantares», y dedicado especialmente a los jóvenes, a los que comienzan, y también a aquellos cuya vida espiritual ha ido por montes y por valles.

Rubén Chacón V.

El primer amor:
El comienzo

Quiero expresar una palabra que es continuación de lo que compartí la vez pasada 1 . Y aunque es una palabra digna de ser oída por todos, creo que está especialmente dirigida a los hermanos que están recién iniciándose en la vida de Cristo. Creo que esta palabra está también dirigida a aquellos que en su autoevaluación consideran que no han podido alcanzar una estabilidad espiritual.

Y creo que también esta palabra es especialmente para los jóvenes. Algo que no dije la vez anterior es que Juan, el discípulo que llegó a ser conocido como “el discípulo al que Jesús amaba”, tiene que haber tenido apenas unos veinte años cuando el Señor lo llamó. Era un joven. Si un joven de veinte años abre su corazón al amor del Señor, puede ser cautivado como Juan lo fue.

Un Manual de amor

Como les dije la última vez, el Señor me dio como clave que si yo quería conocer su amor, me introdujera en “Cantares”, y lo tomara como un manual de enamoramiento, de cómo ir, paso a paso transitando un camino, donde uno pudiera ir conociendo el amor de Cristo y, finalmente, ser llenos de toda la plenitud de Dios. (Ef.3:19).

“El Cantar de los cantares” no comienza con nosotros amando al Señor. Eso es algo fundamental: tú y yo no podemos amar al Señor, sino sólo en respuesta a su amor. Es sólo cuando conocemos su amor, que ese mismo amor que experimentamos nos faculta para responder con amor al que nos amó. No hay otra alternativa. No hay en nosotros la posibilidad de generar un amor que pueda corresponder al amor de Cristo. Dios mismo, con su amor, lo produce. Nosotros no podemos amar al Señor, sino sólo en respuesta a su amor. Como lo dijo Juan, amamos a Dios, pero porque él nos amó primero … El amor no consiste en que tú o yo hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y nos dio a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.

La historia de una mujer común

“El Cantar de los cantares” comienza con la historia de una mujer. Y esto es lo que me bendice: que es una mujer común y corriente. Una mujer que no comienza amando a su amado. Es una mujer común y corriente, como tú y como yo. El “Cantar de los cantares” comienza en un punto donde todos podemos comenzar. No parte con una medida por allá arriba, donde el noventa y nueve por ciento, por no decir todos, quedamos excluidos. Parte en un punto allí tan bajito … porque no hay otra alternativa. Dios mismo tiene que venir a tomarnos allá abajo y levantarnos.

El anhelo

“El Cantar de los cantares” comienza con la historia de una mujer, y esa mujer eres tú y soy yo. Esta mujer es la Iglesia, ¡ella es la Iglesia! ¡La Iglesia es ella! ¡tú eres ella! ¡ella eres tú! ¿Y con qué comienza? Versículo 2: “¡Oh, … (comienza con un ¡Oh!). “¡Oh, si él me besara con besos de su boca!”. Y ese “¡oh!” es un anhelo, un deseo, una aspiración. ¿A qué cosa está aspirando? ¿qué cosa está anhelando esta mujer? … “los besos de su boca” ¿qué es eso? ¡Su amor, quiere experimentar su amor! ¡Oh, si pudiera conocer su amor! ¡Oh, si pudiera sentir su amor! ¡Oh, si pudiera experimentar su amor!

“¡Oh, si él me besara con besos de su boca!”, y esto es todo lo que necesitamos para partir. No dice: “Partan orando 24 horas, ayunen 7 días a la semana.” ¿Puedes comenzar con un anhelo? ¿Cuántos, como ella, decimos: “¡Oh, si él me besara con besos de su boca! ¡Oh, si pudiera conocer su amor!”? A mí el Señor me alcanzó bien abajo y me dijo: “¿Puedes anhelarme? ¿Puedes partir con este anhelo?” …

¿A cuántos de ustedes les cuesta orar? A los que les cuesta orar, podrían a lo menos, disponerse a comenzar a anhelar, no a orar … ¡a anhelar! Así comenzó conmigo el Señor, como un niñito. No me dijo: “Anda a orar”; me dijo: “Comienza a anhelar”, y yo comencé a anhelar. Y durante el día, le decía: “Señor, quiero conocer tu amor. Señor, quiero experimentar … no quiero tener tu amor como información bíblica; no quiero saber de tu amor como un concepto, como un versículo aprendido de memoria … ¡Quiero experimentar tu amor!”. Y él me dijo: “Parte anhelando … anhela los besos de mi boca, anhela el experimentar mi amor”.

¿Por qué tiene este anhelo ella? Porque ella dice: (y eso es lo que dices tú y dice la Iglesia, y yo): “Porque tus amores son mejores que el vino” ¿Son sus amores mejores que el vino? Eso nos hace anhelar conocer su amor. ¿Y qué es el vino?
Podríamos decir que el vino es el vino del mundo, entonces los amores del Señor son mejores que lo mejor que el mundo nos pueda ofrecer. Pero también he pensado que el vino puede ser el vino del Espíritu, y en este sentido también digo que es mejor el amor de Cristo que las manifestaciones caris-máticas. Que mejor que los dones es el Dador de los dones. Que mejor que los carismas es el Dador de los carismas. Así que, sea que el vino represente el vino del mundo o el vino del Espíritu, ella es capaz de decir: “Yo anhelo conocer tu amor, porque tus amores son mejores que el vino”.

Ella dice: “Y delicioso es el aroma de tus perfumes”. ¡El Señor siempre es tan fragante! “Y tu propio nombre –dice ella–, tu propio nombre, es un perfume derramado. Por eso las doncellas te aman, por eso las que te ven te anhelan, y te desean.”

Así que, punto número uno: todo comienza con un anhelo, todo comienza con un “¡Oh!”. Oremos ese “¡Oh!”, digámoslo en la mañana, al mediodía, en la noche. “¡Oh, Señor, quiero conocer tu amor!” Noten que ella no partió amándolo: partió anhelándolo.

El ruego

Segunda cosa, ella rogó. Versículo 4. ¿Podrías al anhelo agregarle un ruego? Un ruego que tiene una sola oración bien cortita, una sola palabra: “Atráeme, atráeme”. Esa es una palabra muy importante, porque ella reconoce con esa palabra que no tiene la capacidad para ir tras él. Ella está reconociendo en esta frase su impotencia. “A menos que tú me atraigas, Señor, yo no podré ir tras ti”. Así que, junto con anhelar, comenzó a rogar: “¡Atráeme, atráeme, hazlo tú, Señor, manifiéstate a mí, aparécete, revélate, tómame tú, Señor, y condúceme”.

“Atráeme, y en pos de ti correremos”. Noten que el “correremos” está en plural, porque ella está diciendo: “Si tú logras atraerme, voy a ser parte del séquito, de aquellos muchos que corren tras de ti”. Hay muchos que ya en la historia han ido tras el Señor. Antes de nosotros, muchos han amado al Señor, pero ahora yo, Señor, quiero ser parte del grupo que corre tras de ti. Si tú me atraes, yo voy a correr, y me voy a unir a los muchos que en la historia han corrido tras de ti.

Anhelar y rogar … ¡es todo lo que necesitas para partir! Qué bueno, quedamos todos incluidos, no hay nadie que haya quedado fuera, todos podemos empezar.

Bastaron esas dos cosas, el anhelo y el ruego … Y yo lo fui haciendo así, literalmente, como un niño, como un aprendiz, anhelé … Y después, cuando entendí lo del ruego, le agregué el ruego, y anhelé y rogué, y anhelaba y rogaba, y no he dejado de anhelar y de rogar. Bastaron esas dos cosas, y el Señor comenzó a hacerlo.

Las demandas del Rey

¿Cuál es la frase que sigue? Dice ella: “El rey me ha metido en sus cámaras”. Esta es la primera acción que toma él. Quiere decir que al Señor le bastó para comenzar a obrar, el que ella anhelara y rogara. Y cuando el Señor vio el anhelo y el ruego, él comenzó a manifestarse a ella. “El rey” –dice ella– “me ha metido en sus cámaras”.

¿Qué es esto? ¿Qué experiencia es esta? Noten que ella no había dicho nada de quién era él. Había dicho que anhelaba los besos de su boca, que sus amores eran mejores que el vino, que era delicioso el aroma de sus perfumes, que su nombre era como perfume derramado, pero no había dicho quién era. ¿Es un campesino? ¿un soldado? ¿un príncipe? ¿Quién es?

Esta es la primera indicación que nos da de él: Él es Rey ¡Él es Rey! ¡Él es Rey! ¡Aleluya! Así que, ¿qué es esta experiencia de que “el Rey me ha metido en sus cámaras”? ¡Ella compareció ante su autoridad! Uno anhela su amor y ruega por su amor, y lo que ve, antes de gustar su amor, es su autoridad … es su majestad.

Y en esta cámara, hermanos, frente al Rey, se escucha esto: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu mente y con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Y es en esta cámara donde se escucha al Rey decir: “Y el que amare padre o madre más que a mí, no es digno de mí, y el que ama a hijo o a hija más que a mí no es digno de mí y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí, y el que procura salvar su vida la pierde, pero el que la pierde por causa de mí, por amor a mí, la halla.” En esta cámara se escucha decir al Rey: “No améis al mundo ni a las cosas que están en el mundo, porque si alguno ama al mundo y las cosas que están en el mundo el amor del Padre no está en Él”. En esta cámara se escucha al Rey decir: “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?, todo el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios, o pensáis que la Escritura dice en vano que el Espíritu que el ha hecho morar en nosotros, nos anhela celosamente?”

¿Qué es, en definitiva, este encuentro con el Rey en su cámara? Es esto: que si tú quieres experimentar a Cristo y su amor, plenamente, enteramente, tienes que entregarte a él también plena y enteramente. Todo o nada, todo por todo, todo lo tuyo por todo lo de él.

“Los besos de su boca” … Este el beso nupcial. La gente en esa época no se besaba en la boca, sino hasta que eran marido y mujer. Así que ella está diciendo, cuando anhela: “¡Yo lo quiero a él como mi esposo, yo lo quiero para mí, yo quiero ser de él y él mío!”. Y el Rey entonces le dice: “Muy bien, el precio de eso es que yo también quiero que tú seas completamente mía. ¿Quieres que yo sea enteramente de ti, Iglesia de Cristo?”, dice el Señor, “entonces, yo quiero que tú seas enteramente de mí. Yo me doy todo a cambio de tu todo, todo mi todo por todo tu todo.” Es como que el Señor sale y primero nos pone el precio de lo que estamos anhelando, de lo que estamos rogando. Y cuando eso ocurre, nos ocurre lo que le ocurrió a ella, lo que te ocurrió a ti y a mí. ¿Qué es?

Conscientes de nuestra negrura

En el versículo 5, ella hace una declaración terrible. Dice: “Morena soy”. Es en la cámara del Rey, frente a estas demandas tan absolutas, donde aparece nuestra negrura. Ella no había tomado conciencia de su negrura, sino hasta que el Rey la metió en su cámara. Entonces se miró a sí misma. Frente a estas demandas, ¿quién es capaz, quién es competente por sí mismo?

¿Amar a padre y madre más que a Cristo? … ¿Amas a Cristo más que a tu papá y tu mamá? ¿Amas a Cristo más que a tu hijo o tu hija? ¿Amas a Cristo con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas?
En la cámara del Rey ella descubrió su negrura, y nosotros también allí hemos descubierto nuestra negrura. Pero no sólo descubrió su negrura, sino descubrió la causa de ella.

La causa de la negrura

Ella dice en el versículo 6: “No reparéis en que soy morena, porque el sol me miró, los hijos de mi madre se airaron contra mí; me pusieron a guardar las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé.” Lo que pasa, dice ella, es que yo tenía una viña que guardar y he estado ocupado en guardar tantas viñas (viñas en plural), pero la que era mía no guardé. Ahí está mi error. Y ¿cuál es esa viña? ¡Esa viña es Cristo! Él es tu prioridad, el es lo primero, no sólo es tu viña, sino es tu primera viña. Y está bien todo lo demás que hacemos y está bien trabajar, y está bien servir y está bien hacer todo lo que hacemos, pero cuando hacemos eso y descuidamos nuestra viña, la que es nuestra, la que es la prioridad, la que es la fuente de todo lo demás, la que es el motor que nos impulsa para hacer lo demás que hacemos, entonces, amados hermanos, hemos equivocado el camino, nos hemos desviado. “¡Éfeso, Éfeso, has dejado tu primer amor!”

Por eso, ella quiere inmediatamente remediar su error, y dice: “Hazme saber, oh tú, a quien ama mi alma, ¿dónde apacientas? He entendido que la causa de mi negrura es que te he descuidado a ti, que no he estado viviendo para ti, que no he estado centrado en ti, que no te he hecho mi prioridad, que mi tiempo se va en tantas cosas y nunca tengo tiempo para ti. Que todo está primero que tú”.

Así que ella quiere corregir, y dice inmediatamente … (¿Quieres conocer el amor de Cristo? Entonces tienes que decir como ella): “Hazme saber, oh tú a quién ama mi alma dónde apacientas, dónde haces descansar el rebaño al mediodía. Pues ¿por qué yo había de estar como errante junto a los rebaños de tus compañeros?”. No quiero andar más equivocado, no quiero andar más errando, quiero ir y centrarme en el blanco correcto. ¿Dónde estás tú, Señor, dónde te hallo?

Rey, pero también pastor

Y aquí está implícito algo tan hermoso: que además de Rey, ella se da cuenta de que él es Pastor. Por eso dice: “¿Dónde apacientas?”. Y eso también me bendice tanto, bendice tanto mi alma. Él no es sólo rey, imponente, majestuoso, absoluto, y que lo demanda todo: él también es Pastor. Y revelado aquí como Pastor es tan perfecto y tan exacto.

Porque después que uno lo ha visto como Rey, que ha contemplado sus demandas absolutas, completas y perfectas, uno podría desanimarse y decir: “Esto no es para mí”. Pero entonces él aparece y dice: “Yo mismo que demando, yo mismo te voy a tomar de la mano y te voy a llevar, y lo que hoy no es posible para ti, yo mismo lo voy a hacer posible; si hoy día no quieres, yo pacientemente voy a hacer que quieras; si hoy no puedes, yo paso a paso, día a día, un poquito cada vez, voy a enseñarte a hacerlo posible”. Necesitamos ese Pastor. Sólo si él es Pastor además de Rey, esto será posible. Pero esta es la buena noticia: ¡Cristo es Rey, y Cristo también es Pastor! ¡Él es el Obispo y Pastor de nuestras almas! ¡Aleluya!

No es sólo un Rey implacable, es también un Pastor paciente. Dime si no, hermano, ¿cuánto te ha esperado él? ¿ha tenido paciencia? ¿te ha esperado? ¡Oh, cuánto me ha esperado a mí, hermanos! ¡Cuánto hemos abusado literalmente de su gracia, y él ha tenido toda la paciencia! Le hemos dicho: “Ahora sí, Señor”, y le hemos dado vuelta la espalda. Y él ha seguido esperándonos: “¡Oh, dime tú, al que ama mi alma ¿dónde, dónde apacientas, Señor?” “Necesito este Pastor” – dice ella–, “necesito ser pastoreada por alguien así …” Y sale buscándolo.

Siguiendo las huellas del rebaño

Entonces las doncellas le dicen: “Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, ve, sigue las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores”. Y ella salió, siguiendo las huellas del rebaño … ¿Qué es esto, hermano querido? Lo que hemos estado hablando estos días … tú no puedes solo. ¿Qué tienes que hacer? … Sigue las huellas del rebaño, sigue a los que saben donde está él, sigue a aquellos que te pueden ayudar. No es algo que tienes que buscar tú solo. Sigue las huellas del rebaño. Hay otros que van delante de ti.

Ella lo hizo, y salió siguiendo las huellas del rebaño, llevando detrás de ella sus propias cabritas … A lo mejor tu familia, tus hijos, esa casa donde el Señor te ha puesto, los que son más pequeñitos que tú, a los cuales el Señor te ha puesto para ayudarles. Toma tus cabritas, sigue las huellas del rebaño, hasta encontrarlo a él. Y ella lo encontró …

Es Él quien sale al encuentro

Yo les digo: si uno es el que está buscando a alguien, y uno lo encuentra ¿quién se supone que debiera hablar primero? ¿el que está buscando o el hallado? ¡El que está buscando! Ella lo salió a buscar y lo encontró, pero ¿sabe? no habló primero ella … ¡Él le habló primero! Porque a nosotros nos parece que nosotros hemos tomado la iniciativa, pero es él el que tomó la iniciativa. A nosotros nos parece que, ¡oh!, le vamos a dar una sorpresa porque lo encontramos, y no es así: Él nos estaba esperando hacía tiempo. En esto del amor no es uno el que toma la iniciativa: es él que lo produjo, es él que nos ha estado persuadiendo y llamando desde siempre.

En la parábola del hijo pródigo, me impresiona que cuando él dice: “He pecado contra el cielo, voy a volver a la casa de mi padre”, y vuelve … Cuando se produce el encuentro, el relato no dice que fue el hijo el que vio al padre: Dice que el padre vio de lejos venir al hijo. Y no dice que fue el hijo el que corrió: Fue el padre el que corrió. Y no fue el hijo el que abrazó: Fue el padre el que abrazó al hijo ¡Aleluya! No es el hijo el que besó al padre: Es el padre el que besó al hijo. En otras palabras, el padre lo estaba esperando. El padre estaba antes que el hijo.

Es hermoso el correr hacia Cristo

Así que él le salió al encuentro, y le habló primero, ¡con un piropo tan hermoso, hermanos…, que ustedes, hermanas, se van a gozar ahora si no lo conocen. Él le dice a ella: “A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía …” No es un insulto, hermanos, no. Usted sabe, los caballos árabes son los caballos más hermosos. ¿Usted ha visto correr un caballo por la pradera? ¿Qué le está diciendo él?: “Yo te vi cuando comenzaste a correr a mí, y tu correr hacia mí era como ver a un caballo corriendo en una pradera. Tu correr hacia mí era hermoso. No pude hacer otra cosa que compararte a los mejores caballos que usa el Faraón”.

Él la había visto desde el primer momento en que ella comenzó a correr hacia él. Recuerden que le había dicho: “Atráeme; en pos de ti correremos”, y nuestro correr hacia él es hermoso. Dios le dijo a Daniel: “Daniel, desde el primer día que dispusiste tu corazón a buscarme y a humillarte delante de mí, yo oí tu oración.” Ella no lo veía a él, pero él la veía a ella, y él la vio venir, y al Señor le pareció tan hermoso ese venir. ¡Es tan hermosa la disposición de tu corazón, Dios la ve, y para él es hermosa!

Un recibimiento inmerecido

“Amiga mía …” Cuando ella llega a él viene adornada con adornos que ella misma se había fabricado. Con sus propios méritos, con sus propias obras. Y el Señor dice algo extraño, porque cuando una mujer se pone bellos adornos, collares y aros, uno no dice: “¡Qué lindo es tu cuello!”, uno dice: “¡Qué lindo es tu collar!”. Porque para eso se ponen el collar, ¡para que resplandezca el collar! Pero como eran adornos que ella misma se había fabricado, él le dice: “Hermosas son tus mejillas entre los pendientes”. No los pendientes que tú traes (que no sirven), ¡tus mejillas me son hermosas! No tus collares: ¡es tu cuello entre los collares!

Como ella ha venido vestida con sus propios méritos, él le dice: “Zarcillos de oro te haremos, con incrustaciones de plata”. “Yo te voy a poner verdaderos adornos, yo te voy a vestir con verdadera gloria”. Pero ella, que viene con toda su negrura, quedó impactada con un recibimiento así. ¡Díganme si uno no se deshace con un recibimiento así! “Le parezco hermosa sin serlo … yo estoy tan consciente, tan consciente de mis debilidades, de mi negrura, y resulta que él igual me ve hermosa, igual así soy para él bella”.

Este recibimiento la cautivó. Cuántas veces no hemos sentido que, por nuestro pecado, el Señor va a desecharnos, o lo vamos a encontrar enojado, o nos va a apuntar con el dedo y nos va a condenar, pero el Señor una y mil veces nos ha impresionado, y no nos recibe como nosotros pensábamos que nos iba a recibir.

El nardo de la gratitud da su olor

Así que –dice ella– “mientras que el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor”. No el nardo de él, está hablando ella … Mientras él estaba en su reclinatorio, con un recibimiento así, dice ella: “Mi nardo dio su olor”. ¿Qué es nuestro nardo? ¡Nuestra gratitud” Frente a un recibimiento así ¿qué podemos hacer?, ¡dar gracias, alabar! Brotó de ella el nardo de la gratitud, de la acción de gracias, el nardo del gozo, de la adoración, de la alabanza.

Debido a la longitud del Estudio no lo hemos publicado completo, para seguir leyéndolo descargue la versión en PDF.