La autoridad del Pastor – Sermon

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”. Hebreos 13:17

Aspectos de la autoridad del pastor en la iglesia local La autoridad del pastor (anciano) es una autoridad delegada. El Señor Jesucristo es cabeza de su iglesia (Ef. 1.22) y Señor de todos (Ro. 14.9), por haber comprado a los redimidos con su propia sangre (Hch. 20.28). Los pastores siempre han de recordar que la grey es de Dios (1 P. 5.2), no un feudo privado. Pero el Señor delega el pastoreo del rebaño, para edificación y no para destrucción (2 Co. 10.8, 13.10).

Es una autoridad demostrada. La autoridad moral y espiritual del anciano proviene de haber sido puesto por el Señor para ello (Hch. 20.28). Tal llamamiento se demuestra a través de una vida cristiana con amor a las personas, estudio de la palabra de Dios continuamente.

Es una autoridad real. El autor de Hebreos emplea los verbos obedecer y sujetarse Pedro insta a que los más jóvenes estén sujetos a los ancianos (1 P. 5.5). Pablo exhorta a que se les tenga en mucha estima y amor (1 Ts. 5.12-13). Los que deben tomar la iniciativa en cuestiones de disciplina son los espirituales (Gá. 6.1). Esto significa que, si la vida del anciano se ajusta a las normas de la Palabra, demostrando así su propia sujeción al señorío de Jesucristo, los hermanos deben ceder su sujeción a Dios y la autoridad que Dios ha establecido en su iglesia.

Alcance de la autoridad del anciano

La autoridad del pastor en la iglesia local es digna del máximo respeto, ésta se concreta principalmente en las siguientes áreas:

§ Cuestiones doctrinales: El pastor, o los pastores, fijarán la línea a seguir en la enseñanza bíblica de la iglesia, señalando una postura definitiva en la congregación donde el Señor le ha puesto.

§ Admisión de miembros: El pastor o los pastores determinarán la validez de la profesión de fe de los candidatos al bautismo, y la conveniencia de recibir como miembros a los que proceden de otras iglesias locales.

§ Aprobación o veto final: Esto sobre todo tipo de actividades, sobre todas las iniciativas, sobre ministerios, sobre usos del local, sobre gastos de la iglesia. Todo para llevar un orden y para la edificación de los hermanos y para que se cumplan los fines de la iglesia.

§ Disciplina: Podría tratarse de una amonestación, la suspensión de algún servicio, la negativa a participar de la Mesa del Señor, o la excomunión de la iglesia.

§ Reconocimiento de nuevos pastores y diáconos: Por su mayor experiencia en las cosas del Señor, el pastor o los pastores necesariamente serán los más indicados para distinguir entre apariencias y realidad, para discernir quiénes son las personas que el Señor ha levantado para compartir el pastoreado del rebaño.

La exhortación de Pedro a que los pastores no se enseñoreen del rebaño (1 P. 5.3), se refiere a un ejercicio de la autoridad que;

1. Vaya más allá de las esferas enumeradas 2. Se revista de actitudes de soberbia o prepotencia 3. No esté respaldada por un ejemplo de vida coherente.

Al mismo tiempo, la Biblia indica que:

1. Mejor son dos que uno (Ecc. 4.9) 2. En la multitud de consejeros hay seguridad (Prov 11.14) 3. En la multitud de consejeros está la victoria (Prov 24.6). 4. Cuatro ojos ven más que dos.

Hay pasajes bíblicos que resaltan la armonía entre el criterio de los responsables de la congregación y el sentir general de todos:

1. La selección de los siete para servir a las mesas (Hech. 6.1-7) 2. La selección de jueces en Israel (Ex. 18.21-23, Dt. 1.9-17) 3. La exigencia de que el candidato a pastor sea irreprochable a los ojos de todos (1 Ti. 3.2, Tit. 1.6)

La idea es que si bien el pastor estará más capacitado para discernir la voluntad de Dios para la congregación, ésta también debe dar crédito (o no) a sus argumentos, el visto bueno de la congregación sirve de protección natural contra cualquier tipo de atropello espiritual.

Así que existen varios principios bíblicos a compaginar: la autoridad espiritual del pastor en las áreas que le competen (derecho a la última palabra), y la aprobación de la congregación entera, pero sin que ésta se una en desobediencia al Señor ¿Cómo conciliar estos principios? Puede haber varias maneras prácticas: Como norma, el pastor, o los pastores:

1. Debemos gozar del máximo respeto de la congregación. 2. La iglesia debe seguir a sus pastores así como ellos siguen a Cristo 1 Corintios 11:1 3. La iglesia debería poner muy en alto a sus pastores 1 Tes. 5:13 4. La iglesia debe obedecer a sus pastores, Hebreos 13:17 5. La iglesia debe orar por sus pastores, Hebreos 13:18

GRACIAS MI SEÑOR; GRACIAS MI REY; GRACIAS PRECIOSO JESÚS POR MOSTRARME EL CAMINO DE LA SALVACIÓN! Aleluya!

Al igual que usted, un día entré por una puerta muy angosta, buscando el camino de la paz, de la verdad y de la vida, y al traspasar su umbral, encontré el amor y la misericordia de una nueva familia, el de la mayoría de los que están reunidos hoy en este lugar Santo y a partir de ese momento, somos samaritanos a los ojos del mundo pues llevamos un estilo de vida de santidad, guardados y consagrados para nuestro señor Jesucristo, un estilo de vida que nos hace diferentes el camino de la población:

* Amamos al Señor, nuestro Dios con todas nuestras fuerzas. * No somos dados a los vicios * No somos idolatras * Siempre vivimos alegres, gozosos * Estamos guardados en santidad * Respetamos y amamos al prójimo * Meditamos y obramos la palabra de Dios

En resumen somos testimonios puros, pulcros e irreprensibles ante los ojos de Dios y de las personas y este testimonio, nos permite identificar y escoger el camino de la verdad y de la vida eterna, el camino de la bendición y hace que otros quieran imitar este ejemplo ¡Aleluya!

3. Solo la entrega en amor a Jesucristo, te permitirá alcanzar la bendición (V35-V37)

Recuerda aquel niño que bajo de su trono hasta un pesebre, del pesebre inicio un calvario que culminó con un intercambio en la cruz, un pago que hizo, como lo hizo el samaritano:

Cambio dolor por bienestar Cambio pobreza por prosperidad Cambio inseguridad por protección Cambio pecado por pureza Cambio la muerte por la vida eterna

Eso es lo que te pide ese hombre hoy, ese hombre es, Jesucristo que quiere darte la bendición de su amor, ese amor que te permite que cuando veas a tu prójimo, herido, despreciado, humillado y en agonía de muerte, te muevas a misericordia y lo ames, como Jesús te ama como lo dice su palabra “El que ama a Dios, ame también a su hermano (1 Jn 4:21)

El amor que Jesucristo quiere sembrar en tu corazón, de por si solo, representa una bendición, la de cambiar tu vida, te voy a contar una historia que escuche de labios de un pastor:

Este pastor notó durante algunos días la ausencia de una de sus discípulas, se decidió un día en ir a visitarla, la encontró enferma en lecho de muerte, una mujer que toda su vida la dedicó al Señor. Tenía aquella mujer, 9 hijos, todos menos uno, el menor, eran cristianos. Aquella mujer, encomendó a su hijo mayor, que reuniera a toda su familia, pues, quería bendecirla, al cabo de algunos días, toda su familia estaba reunida, incluyendo sus hijos, luego de bendecir uno a uno a bisnietos, nietos, nueras y nueros, les pidió que le dejaran a solas con sus hijos. En la intimidad con sus hijos, a cada uno le bendijo de esta manera: Hijo te bendigo en el nombre de Jesús y nos vemos al tiempo de Dios, pero al menor, al que no era cristiano, le dijo: Hijo, te bendigo en el nombre de Jesús, este preocupado por que su bendición fue diferente a la de sus hermanos, espetó a su mamá, buscando una respuesta a esta situación, la respuesta de esta madre fue: Hijo amado, cuando el Señor llame al resto de tus hermanos ellos y yo sabemos donde nos reuniremos, nos encontraremos delante de su presencia, pero tu, al no hacer a Jesús Dueño, Señor y Salvador de tu alma, no se a donde vas luego de tu partida de este mundo. Aquel hombre, con un corazón resquebrajado, casi sin poder articular palabra y con sus ojos inundados de lágrimas, respondió a su mamá: Mamá, te amo mucho, y al igual que tu y que mis hermanos, quiero reunirme con ustedes y con el Señor en el momento decisivo. Aquella mujer con el último halito de vida, hizo que su hijo recibiera al Señor Jesús, como Dueño, Señor y Salvador de su vida y sonriendo, con una expresión de paz y gozo, entregó su alma al Creador, en los brazos de su Hijo.

En este momento quiero que entiendas algo, el Señor nos regalo su amor a través de la entrega de Jesús en la Cruz del Calvario, por favor no lo desprecies, si durante algún tiempo te separaste de su amor o nunca has tenido la oportunidad de internalizarlo, puedes hacer como el hijo menor de la anterior historia, abre tu corazón y dile al Señor que en el momento decisivo, tu también quieres compartir de su presencia, que ahora estás dispuesto a inundar tu corazón de su amor, por que has comprendido el intercambio que se produjo en La Cruz del Calvario a tu favor.

CONCLUSIÓN

A partir de ahora debes prepararte para recibir las bendiciones que Dios ha dispuesto para ti, pero entiende algo, el enemigo no se quedará de brazos cruzados, esperando que tu seas, salvo, sano, prospero y multiplicador de la obra de Jesucristo. Él hará todo lo posible por que esto no suceda, sin embargo en tu previsión, tienes que esforzarte y trabajar constantemente, escuchar y obedecer atentamente, el mandato de Dios y actuar en todo momento, movido por la misericordia que Jesucristo demostró por los necesitados de su presencia, muchas veces serás tratado como un samaritano, pero ¡Aleluya!, si lo eres como el del pasaje Bíblico señalado, por que te tengo una maravillosa noticia, estás sembrando en la mejor tierra, la semilla que te permitirá cosechar las bendiciones que Dios dispuso para ti. ¡Aleluya!.

Fuente: www.centraldesermones.com